Optimistas

Una película complicada, cuyo significado se aclara bastante a la luz de otras críticas que he leído acerca de su sentido metafórico. No es un tipo de cine que me apasione pero tengo que reconocer que algunas historias me han impactado bastante, particularmente la segunda, la de la chica violada, y la última, la del peregrinaje a las aguas milagrosas. Las 3 restantes me dejaron bastante indiferente, aunque a la nueva luz de su significado simbólico resultan mucho más comprensibles.

En cualquier caso, una muestra interesante del cine balcánico, recomendable aunque sólo sea como curiosidad.

Ésta es una película que no le dice nada al espectador ignorante de la historia, la cultura y la situación de Serbia. A mí, en mi ignorancia, me ha parecido aburrida y anecdótica, pero luego leyendo la crítica de The_End veo que la peli tiene su misterio, pero que no es fácil de captarlo si no eres serbio y no te lo cuentan. La gran carga política de las historias se nos pasa por alto.

¿Y qué es lo que yo he visto? Pues un país deprimido donde la gente intenta vivir lo mejor que puede (ser optimista) pese a que la vida sólo le da palos y miserias. Y en medio, estafadores y abusadores que hunden en la mierda aún más sus vidas, y gente que no pierde la esperanza pese a que no tienen ninguna salida. Y es que no hay más ciego que el que no quiere ver.

Da la impresión de ser una película buena si sabes interpretar los mensajes. Probablemente me equivoque, pero a mis cortas luces esto es lo que veo:

En la primera historia, la casa en ruinas imagino que se refiere al país, y el loco que los hipnotiza, el dictador o político de turno. Pese a que están en la miseria, los convence de que todo va bien.

En la segunda la chica violada es el país ultrajado. País que encima tiene que tragarse su amor propio y resignarse a lo que quiere hacer el poderoso, encarnado en el empresario dueño de la fábrica.

En la tercera se muestra a través del ludópata a una sociedad que se autoengaña.

La cuarta la explicó The_End bien. El dictador horrorizado de que su hijo y futuro dictador sea un psicópata, encarnados por el dueño de la granja y su hijo. El pueblo son los cerdos, ajenos a la carnicería que se avecina, y mezclados en la colina de diferentes razas.

En la quinta, un charlatán que imagino que representa a un presidente, los lleva en un autobús sin destino, que imagino que son sus políticas, prometiéndoles la mejoría a todos sus males, pero en realidad sólo busca llenarse sus bolsillos y salir huyendo sin importarle el pueblo.

Sin llegar al nivel mostrado en otras cintas como 'Honeymoons' (Medeni mesec) o 'Al caer el día' (Kad svane dan), dos de mis películas favoritas suyas, Goran Paskaljević nos presenta una suerte de continuación de 'Sueño de una noche de invierno' (San zimske noći) digna de ver. Quien conoce el estilo de Paskaljević sabrá entender y ver en esta película una descripción de la sociedad serbia de entonces (primera década de los 2000), mostrada continuamente en su filmografía. Pero Paskaljević lo muestra a través de metáforas. Algunas de estas metáforas son bastante simples y poco creativas. Otras no tanto. Si bien la película se deja ver y tiene escenas memorables, 'Optimistas' carece de algo realmente capaz de dejarte tan pensativo como en los otros filmes que menciono. Destaco el buen elenco elegido y el actor Lazar Ristovski, siempre excelente en cada una de sus interpretaciones. Recomiendo esta película solo para quien sepa tener en cuenta el contexto sociohistórico en el cual se inscribe.

Dificil de entender, y aun habiéndola entendido después de cierto esfuerzo, no llega a satisfacer plenamente al espectador.
Es una crítica a la manipulación que ejercen unos hombres sobre otros, pero mezclando demasiadas historias, y mezclando situaciones cómicas que te hacen no saber por donde vas.
Es frustrante que estas historias que sin duda tienen buen fondo no te transmitan el mensaje de forma adecuada.
Bajo mi criterio merece un 2 sobre 10.

A estas alturas ya me atrevería a comenzar tal que así mi comentario; “Es de este tipo de cine…” Porque las ideas, intenciones y maneras desde las que se parte para levantar este tipo de historias y argumentos, después de, ciertamente, ya algo visto y por ende sufrido, no es que puedan seguir incluyéndose como un todo, una vez rematada la faena, en la sección de cine de autor, sino simplemente en el pozo sin fondo de las películas fallidas, algunas, estoy seguro, mucho antes de haber empezado a rodarlas, porque si de antemano, a todas luces ya no se consigue reunir el número suficiente de mimbres, ni si quiera hablo ya de cimientos, mínimamente sólidos, para qué seguir. Pero bueno, habrá que seguir rentabilizando, o dilapidando el prestigio adquirido en anteriores films a través de subsiguientes subvenciones.
Entre que una ya la visto yo y mi acompañante no y a la inversa, tuve que rebuscar un poco más de lo normal y no tuve más remedio que toparme con esta peli y un preestreno, que, visto lo visto, hasta puede que me hubiera sabido, al menos, a gotitas de gloria. Pero, lo mismo que ya tenía la certeza de que la suerte estaba más que echada con respecto a la elección, no podía despegarme de un mal presentimiento sobre el contenido de la historia y la manera de contarla. Tanto es así que, al poco de dar comienzo tan pesada levedad, le comenté a mi acompañante: “Al menos me fijaré en la historia de los movimientos de cámara.” Pues quise pensar que, en muchas oportunidades, es parte inherente del estilo de un autor. Pues ni eso. Alcanzó tan altas cotas la frustración ya en los primeros compases de la primera historia, que solo pude acabar constatando al respecto, un rápido y reiterado movimiento de acercamiento a los rostros de determinados personajes con los que fraguar primeros planos durante breves momentos. Hecho absolutamente prescindible y fútil en el marco de una indiferencia insultante en relación al resto de elementos que van configurando cada una de las historias.
Conclusión más abajo.