El clon de Tyrone

No me extenderé porque no vale la pena. La película es profundamente mala, y sus excelentes actores no pueden hacer nada por salvarla. Comienza con ritmo trepidante, diálogos atropellados y mucho presunto humor basado en las palabrotas y aspavientos de los personajes, que a mí, personalmente, no me hizo ninguna gracia, más bien me molestaba tanto estereotipo sobre negros barriobajeros. En una segunda parte, se pone más seria centrándose en la trama conspiranoica de ciencia ficción e intriga y, al menos, me resultó menos molesta de ver. Pero, en definitiva, la historia es absurda e incoherente y el pretencioso mensaje social que le quieren incorporar no consigue sino que el filme pase de simplemente malo a abiertamente ridículo.

Original y insólito film que mezcla el trhiller y la ciencia ficción, con unos toques de macarrismo y incorreción política típicos de los setenta. Reivindicando la idiosincrasia de la sociedad afroamericana, con sus virtudes y sus defectos frente al poder blanco, un Jamie Foxx espléndido como el proxeneta bocazas, hortera y un poco cobardica frente a un John Boyega aterrador y con una divertida y deslenguada Teyona Parrish. Un film original y políticamente incorrecto, bastante divertido y hecho a mayor gloria de la comunidad afroamericana, Kiefer Sutherland en un papel corto, pero intenso, como el brazo armado de los malos, suelta un par de monólogos buenísimos, una rara mezcla entre "atrapado en el tiempo" y "las noches rojas de harlem", toda una sorpresa.

Me ha costado seguir lo que plantea el director y no por lo extraña que resulta, es por su desbarajuste de géneros.
La puesta en escena es fallida, su contenido apático, al igual que su estilo visual, muy oscuro, para crear expectación en su intento de colorido thriller.
El misterio que propone no crea la tensión necesaria, dejandose llevar por la avalancha de información pasada de rosca.
Los tres personajes principales se apuntan a la historia con las mismas ganas que yo cuando tengo que ir al trabajo.
Un festival de aburrimiento en un bucle constante de clones callejeros.

Sumario

Esta fascinante película de Juel Taylor, se inscribe en las nuevas miradas cinematográficas sobre el racismo, en la senda de Jordan Peele, a través de una lograda mezcla de géneros, ya que al blaxploitation inicial le agrega comedia, thriller, ciencia ficción y horror y nos conduce a un interrogante central ¿en qué medida la cultura es expresión de identidad o instrumento de dominación?

Reseña

Un dealer, una prostituta y un proxeneta afroamericanos comienzan a investigar el origen de extraños sucesos que suceden en su barrio de Nueva York.

(La mayoría de las críticas que he leído de esta película se han dedicada a espoilearla son piedad. Lo que considero spoiler, lo detallaré en la zona spoiler)

Recordemos con Wikipedia que el blaxploitation “fue un movimiento cinematográfico que tuvo lugar en los Estados Unidos a principios de los años 1970 con la comunidad afroamericana como protagonista principal y que consistió en un boom de cine negro con bandas sonoras de conocidos artistas de la época. La escena clásica del blaxploitation es la persecución de coches por la ciudad con música funk de fondo. Este tipo de cine nació en medio del gran éxito del cine de explotación y tenía como audiencia potencial público de raza negra de entorno urbano.”

El comienzo de El clon de Tyrone nos remite a ese cine, por sus protagonistas, los signos de época, el grano fílmico y el color con el que parece filmada y su banda sonora. Hasta que ocurre un suceso (en realidad dos) y una serie de anomalías que comienzan a resignificar todo lo que estamos viendo, sumergiendo el relato en una trama conspiranoica que combina con mucha creatividad varios géneros, enriqueciendo el blaxploitation con el thriller, la comedia, la ciencia ficción y el horror. (Tal vez no todas las piezas encajen finalmente bien; esto tal vez no importe o seguramente demande un segundo visionado de una película compleja)

Esta película de Juel Taylor, se inscribe en las nuevas miradas cinematográficas sobre el racismo, en la senda de Jordan Peele (y de Lovecraft Country o Them), que se alejan del cine realista testimonial de Spike Lee, por ejemplo. En este caso, su propuesta tiene, además, un alcance diríamos más bien sociológico, apuntando también a ciertos elementos de la cultura afro reflejados, justamente en el cine blaxploitation.

En este film, se acumulan tantas referencias cinematográficas (ver zona spoiler abajo) como capas de sentido, haciéndonos formular numerosas preguntas, siendo las principales, acaso ¿en qué medida la cultura es expresión de identidad o instrumento de dominación? ¿qué es la identidad?

Luego de unos minutos iniciales un tanto rutinarios, la película, con sus extrañas anomalías, nos captura e intriga, con su excelente dirección, su despliegue de producción, su mixtura de géneros, su buen ritmo, su audacia conceptual, su excelente banda sonora, de la mano del empático trío protagonista: el dealer Fontaine (un reconcentrado John Boyega), el proxeneta Slick (Jamie Foxx, divertido como siempre) y la prostituta Yo -Yo (notable Teyonah Parris).

https://impresionescinefilas.wordpress.com/2023/07/31/el-clon-de-tyrone-cloned-tyrone/

Así empieza el típico chiste español: entra un inglés, un francés y un español...

Me da la impresión de que quien ha adaptado el guion original al español tiene sus años. La frase que mencionas, 'Una puta, un chulo y un camello entran a un bar...', parece ser el comienzo de la película. La realidad es que la película tiene poca gracia.

Me sorprende la cantidad de críticas positivas por parte de profesionales que tiene y no he logrado dilucidar a qué se deben. En fin, es aburrida, larga, tediosa y con más tópicos de negros que Kunta Kinte. No la veas, perderás dos horas de tu vida. Mejor lee un libro."