Haz click aquí para copiar la URL

Yo, Tonya

Drama Década de 1990. Tonya Harding es una prometedora patinadora sobre hielo estadounidense, una joven de clase obrera, siempre bajo la sombra de su implacable e insensible madre, pero con un talento innato capaz de hacer un triple axel en competición. En 1994, su principal rival para los Juegos Olímpicos de Invierno es su compatriota Nancy Kerrigan, a la que, poco antes de los Juegos, un matón a sueldo la golpea la rodilla con una barra de ... [+]
<< 1 2 3 4 10 31 >>
Críticas 154
Críticas ordenadas por utilidad
1 de marzo de 2018
27 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película se sostiene, por un lado, por la rocambolesca historia de la controvertida patinadora Tonya Harding, y por otro lado, por la actuación más que solvente de los actores que conforman el reparto. Sin embargo Craig Gillespie deja pasar la oportunidad de completar una película mucho más trascendente.
El filme se mueve entre el drama y la comedia sin llegar a redondear en ninguno de ellos. No profundiza en la personalidad de Tonya, mostrándola demasiado fría, como si no se viera realmente afectada por los acontecimientos dramáticos que la rodean constantemente. Tonya asciende y desciende, se apega y se desapega, de su marido, de su madre, del patinaje y la competición, y sin embargo no se perciben los motivos que la llevan a ello.
En beneficio de Craig Gillespie cabría decir que se atreve a llevar a las pantallas una historia no convencional. Incluso resulta muy interesante la forma en que estructura la película, abordándola como si se tratara de un documental realizado unos años después de que se produzca la historia (aunque pierde aquí también la oportunidad de profundizar en el personaje de Tonya).
En definitiva un filme interesante, que abre el apetito de quienes no conozcan la imperdible historia de Tonya Harding.
Montxo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de marzo de 2018
23 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Completar, en 1991, un salto triple axel en plena competición fue el motivo por el que Tonya Harding entró en la historia estadounidense del patinaje artístico sobre hielo. Fue la primera mujer del país en lograrlo –y segunda del mundo tras la japonesa Midori Ito– y eso le valió para ser considerada como la mejor y más querida patinadora del mundo… durante un rato. De esto trata “Yo, Tonya”.

Más que sobre patinaje artístico sobre hielo, la película habla sobre el entorno que rodea a este deporte y a Tonya. Desde el difícil ambiente familiar donde creció hasta su situación actual, pasando por sus logros deportivos, su participación en los Juegos Olímpicos de Invierno y algunas polémicas. Todo ello contado a través del testimonio de sus protagonistas en clave de humor –negro, por supuesto– y con alguna que otra contradicción que ya se avisa al comienzo de la historia.

Las interpretaciones de todo el reparto son magníficas, pero hay que destacar sobre todo a dos: Margot Robbie y Allison Janney. La primera, también productora, realiza una interpretación soberbia, para mí la mejor que haya hecho hasta ahora, aunque no puedo hablar mucho porque tan solo he visto un par de trabajos suyos. Es un papel de gran carácter, hecho a su medida y defendido de manera sobresaliente para intentar lograr el reconocimiento de la Academia. Pero tiene un problema: Frances McDormand en “Tres anuncios en las afueras”. De no ser por ella creo que Margot Robbie sería la favorita para ganar el Oscar. Por el contrario, parece que Allison Janney no va a tener problemas para levantar el premio gracias a su interpretación de una madre con bastante mala leche.

“Yo, Tonya” es una entretenidísima película que posee un montaje trepidante y un repertorio musical que le queda como anillo al dedo. Las secuencias sobre el hielo están muy bien rodadas y son fieles a los acontecimientos que sucedieron en la realidad. Además, la narración es dinámica, llegando a hacer partícipe al público cuando los personajes se dirigen a la cámara. Una gran película que merecerá la pena ver de nuevo.
Alien
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de septiembre de 2018
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece lógico que una historia tan esperpéntica se afrontara en tono de comedia negra, aunque me queda la duda de cómo hubiera quedado en otro formato. En todo caso la película está dirigida con talento y dinamismo y se ajusta a la verdad de los hechos, o mejor dicho, a la verdad establecida por la justicia.
A pesar del tono de pitorreo, que a veces no encaja demasiado bien con la lacra del maltrato, la película habla de muchas cosas serias a la vez. No solo de una agresión vergonzosa a una inocente patinadora. Habla de una madre que es cruel con su hija, de rivalidad enfermiza en el deporte, de ganar a toda costa, del maltrato doméstico, de reconciliaciones imposibles con un maltratador, de fiar tu destino a personas poco recomendables, de encontrarte bajo el foco de la prensa sensacionalista, de arrastrar tu imagen pública por el lodo, de sueños rotos… ¿Cuántas de las miserias de la vida te vienen impuestas y cuántas te las buscas tú?
Margot Robbie se luce en el papel protagonista y Sebastian Stan también está muy bien en el de Jeff Gillooly (curioso nombre que parece creado para una comedia). También mencionaría las secuencias de patinaje, todas brillantes, y los efectos visuales que las hacen posibles. Dejando atrás la idea antes expuesta de que podría haber sido un excelente drama, la incluyo entre las películas más interesantes y originales del año.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Feng Lanzhí
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
12 de enero de 2018
21 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
08/08(08/01/18) Notable dramedia dirigida por Craig Gillespie y escrita por Steven Rogers, muy refrescante biopic sobre la controvertida patinadora Tonya Harding, con especial atención a su conexión con “el incidente” (así lo llaman en el film), de 1994 en Nancy Kerrigan, su rival y compañera de Harding en el equipo olímpico, que la hizo la mujer más famosa el mundo en aquel momento. Estructurada con un ritmo trepidante en base a un docu-drama (ficticio), encabezado por entrevistas con la protagonista (colosal Margot Robbie), y la gente clave en su ciclo vital, su dura madre LaVona Fay Golden (grandiosa Allison Janney), su ex marido Jeff Gillooly (buen Sebastian Stan), su patético guardaespaldas Shawn Eckardt (Paul Walter Hauser), y sumado esto a una supuesta voz neutral en la figura del presentador del programa “Hardcopy”, Martin Maddox (buen Bobby Cannavale), esto cruzado con flash-back de su trayectoria, en los que hábilmente se rompe la cuarta pared. Los personajes de I, Tonya comentan la acción tal como sucede, ya sea a través de entrevistas recreadas, narración en off o dirigiéndose directamente al espectador. Gillespie y Rogers proporcionan detalles que se ven mal para Harding y distorsionan u omiten algunos. Todo contado en un tono mordaz, entre la comedia negra y el drama sórdido, en un equilibrio casi perfecto (digo casi porque hay algún elemento estridente). Según los créditos de apertura, está "basado en entrevistas totalmente irónicas, totalmente contradictorias y totalmente irónicas con Tonya Harding y Jeff Gillooly". En sus dos frenéticas horas seguimos el ascenso y caída de Tonya, mostrándonos como el dolor, la ira, y sus malos tratos sufridos con su madre, posteriormente con su marido, e incluso vejada por los jurados, se convirtieron en el combustible para sobre la pista de hielo ser una gran patinadora. "Tonya es América", escuchamos a alguien decir al principio, es un nuevo enfoque al Sueño Americano, mujer dura que apaga cigarrillos con la cuchilla del patín. Film con multitud de subcapas deriva en un estudio sobre las relaciones en una familia disfuncional, sobre los malos tratos, sobre los abusos, sobre la competitividad en el deporte, sobre los prejuicios por encima de la meritocracia. El director impone una cámara ágil, en perpetuo movimiento, con una edición nerviosa, sin hacer juicios de valor, exponiendo las situaciones, sin intentar moralizar, en lo que se puede ver como un cruce de estilos entre los hermanos Coen y Martin Scorsese. Aquellos la han odiado durante casi 24 años pueden tener que volver a examinar sus sentimientos, en una cinta que humaniza a la caricatura que muchos tenían de ella. El desequilibrio viene por el cuestionable modo trivial en que se abordan los malos tratos, ejemplo sangrante es un tramo en que Harding es golpeada por su marido y de fondo oímos el clásico “Can you mend a broken heart? (Puedes reparar un corazón roto?)”, de Al Green, haciéndote sentir (por lo menos yo) bastante incómodo. Mención aparte merece la antológica actuación de Margot Robbie como protagonista, y Allison Janney encarnando a su madre da una lección de sutilidad malévola.

La cinta se convierten una revisión de la vida de una de las grandes villanas americanas del SXX, mujer situada en la imaginería popular USA como un ser perverso ser situada caricaturescamente ala izquierda de Satán, y aquí se la redime, se le da un rostro y alma, porque nada es blanco o negro, todo tiene un origen. Y el de Tonya fue un Infierno familiar, criada por una madre divorciada, en un estrato social bajo, donde su progenitora abusiva la vejaba una y otra vez, oprimiéndola, asfixiándola, curtiéndola, y para escapar de ella que hace? Unirse a un rastrero tipo, un gañán que para no romper el círculo vicioso también la maltrata, estableciéndose de la mujer una personalidad cercana al sadomasoquismo, donde no podía vivir con él (se separó varias veces, pidió, órdenes de alejamiento, se divorció,…), pero tampoco sin él, volviendo una y otra vez con él. Tonya se acostumbró a ser golpeada por todos, su única válvula de escape, donde vertía toda su rabia era en la pista de hielo, y aun así encontraba “maltratadores”, en este caso en los jueces; Y para hacer verosímil a esta mujer tridimensional, la majestuosa actuación de Margot Robbie, la mejor encarnación de su carrera, y difícilmente la superará, sublime su rol de animal constantemente herido, se transmuta en ella, camina, habla, ríe, llora, un lenguaje gestual y físico soberbio, esa mujer zafia, pelirroja, lenguaraz, anti-sensual, con un manejo de la sonrisa impresionante, lección magistral de cómo se puede utilizar este gesto para emitir dolor y rabia, mirada modulada de forma maravillosa, llegando a atravesarte, con destellos de violencia que rebosan veracidad, con una oratoria de baja estofa como un cuchillo, sin caer en histrionismos fáciles, emitiendo toda una galería de emociones extraordinarios, un volcán con erupciones que arrollan, una furia desatada de la naturaleza. "Me convertisteis en una heroína durante un minuto. Después fui la mala y al final me quedé en un chiste" dice amargada Tonya. Margot se preparó para ser convincente sobre la pista de hielo, pero esto realmente se da puntuales ocasiones, la mayor parte del tiempo los cuerpos que vemos danzar sobre el hielo son los de las patinadoras Heidi Munger y Anna Malkova, como dobles y Sarah Kawahara brindó entrenamiento y coreografía, insertando el rostro de la actriz en el cuerpo por medio del CGI supervisados por Jeffery D. Woodrel (“The Amazing Spider-Man”).

La cinta es un torbellino te absorbe en sus redes, mezclando el humor y el drama, como es la vida, componiendo personajes tridimensionales, con aristas, imperfectos, humanos, filmado en una ingeniosa combinación de escenarios, en base de viñetas que algún momento caen en lo caótico, pero es parte de su gracia, del modo en que se interrelaciona los testimonios.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
25 de febrero de 2018
21 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película se plantea como un falso documental en el que en la narración de los hechos, se intercalan entrevistas a los protagonistas ya maduros (actores), para presentar los distintos puntos de vista (luego no es para tanto, los puntos de vista son bastante planos y se discrepa en los maltratos y póco más). En cualquier caso, el planteamiento es interesante, los actores lo hacen muy bien, las escenas son a menudo sugerentes y brillantes, con golpes de ironía y humor, y el resto, la banda sonora, las caracterizaciones, la ambientación, son también excelentes.
Pero el enfoque de la película, la pretensión de objetividad, la vocación de mordacidad, lastra la emotividad de lo que se nos cuenta y la profundización en la sicología de los personajes, y en lugar de sumergirnos en una triste y grotesca historia de abusos, desamor, ambición y triunfo frustrado, nos presenta un documental actuado, con muchas virtudes y pretensiones, pero que termina resultando frío, un poco largo y más superficial de lo que pretende. Y sin intriga, que ya sabemos el final.
Jurelo del norte
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 31 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here

    Últimas películas visitadas
    The Pip from Pittsburg (C)
    1931
    James Parrott
    El caso Fischer
    2014
    Edward Zwick
    6,2
    (5.967)
    arrow