El final del camino (Serie de TV)

Sólo la construcción de la Catedral de Santiago de Compostela, sobre la que gira la serie, puede inducir al espectador, como es mi caso, a seguir esta mediocre serie histórica donde para empezar, los tres hermanos protagonistas por unas u otras razones, nunca existieron y lo único cierto y constatable fue la toma de Toledo, donde se fijó la capital del reino, por Alfonso VI.

Mezcolanza de ficción y hechos históricos con un más que dudoso rigor, muy mediocres interpretaciones, poca credibilidad tanto en decorados, atrezzo, armas y situaciones para llevarnos a ese convulso episodio de la España medieval con las luchas fratricidas por unificar las coronas mientras los almohades ocupaban más de media España, batallas insustanciales, en esta serie que pretendiendo ser histórica, no pasará a la historia.

Muy floja, 3.

Y yo pensando que tras "Hispania, la Leyenda" no se podian hacer peor las cosas. Y llega "El final del camino" llegando todavía más bajo que la infecta Hispania.

No hay donde salvar nada. Ni el ridículo guión, ni el lamentable vestuario, ni la penosa recreación histórica. Creo que hasta los decorados de Xeena la Princesa Guerrera los supera en mucho. Los actores no están dirigidos, la luz artificial es irreal, se nota el cartón piedra, las reconstrucciones de ciudades son lamentables y las coreografías de las luchas sonrojan a cualquier especialista. En serio, han hecho esto sin consultar a un historiador? Porque incluso alguien que no sea historiador la puede ambientar con sólo leerse la maravillosa novela El Puente de Alcántara de Frank Baer (que ya tiene tela que un alemán conozca mejor que mucha gente esa época). Puede que la explicación sea que el guionista haya sido el propio director de RTVE Emilio Jareño, que ha demostrado grandes dotes históricas.

Y cuesta entender, la verdad, viendo el éxito de series pseudo-históricas como Vikings o como The Last Kingdom. Esas series son las que marcan el camino y se pueden presupuestar sin demasiadosm problemas. Y si no, vamos a ver cómo el Ministerio del Tiempo ha logrado hacerse realidad y triunfar con un presupuesto minúsculo. Porque detrás hay gente que quiere realmente el proyecto, que lo ama y que lo cuida.

En fin, otro churro inenarrable. No vale la pena ni verlo por internet.

Como los miércoles la programación general televisiva es nefasta, haciendo zaping he caído en esta pequeña joya. Debo confesar que me he pasado los diez primeros minutos desternillándome a lo grande. ¿Debería consultar el calendario para comprobar que estamos en 2017? ¿Es posible que hoy en día se dedique el más mínimo presupuesto en crear series de este calado? No hay por donde cojerla, de lo peor que he visto en décadas, todo lo dicho por anteriores críticos se queda corto.... actores, ambientación, vestuario, peluquería (madre mía que pelucones!!), y ni que decir del guión. Parece un proyecto de aficionados de final de curso del insti, que se lo pasan bien zurciendo sus trajes de guerrero cutre y princesa retro. Pasados los diez minutos, la risa ya se me cansó y empezó a entrar un terrible sopor.... Por favor, clemencia al espectador, no nos merecemos esto con nuestros impuestos!

Notabilísima factura para una serie que no termina de funcionar porque, sencillamente, sus tramas y personajes no emocionan.
Lo mejor sin duda es la trama de los reyes Sancho y Constanza, interpretados por los siempre extraordinarios Asier Etxeandia y Cristina Castaño. Es la única línea argumental que proporciona algo de emotividad, gracias al enorme talento de los dos actores. Lo demás es una historia que no va a ninguna parte, que es bella de contemplar por el esfuerzo técnico que se ha hecho, pero que no consigue enganchar con unas tramas demasiado maniqueas y simplonas.

Lo mejor: Cristina Castaño y Asier Etxeandia
Lo peor: No engancha y no emociona

Mi profesor de historia medieval de España en la universidad nos advirtió contra esta serie calificándola de "infame". Yo quizás no me atrevo a llamarla así, me reservo este apelativo para productos más delirantes como aquella de "Toledo, cruce de destinos" (2012), pero en cualquier caso "El final del camino" incurre en ese vicio tan común de tergiversar la historia al gusto de directores, guionistas y demás. El cúmulo de errores es altísimo, lo que me molesta como historiador, pero es más grave aun que todas las invenciones tengan un propósito progre, lo que me irrita como reaccionario. Por ejemplo, el retrato de reyes, nobles y clero es completamente mezquino. En concreto Alfonso VI y su hija, Urraca I, quedan como unos monstruos. Ya os vale.

Dicho esto, "El final del camino" si se tomara como una obra de ficción pura y dura pues tampoco es que sea tan mala como algunos la pintan. En realidad no resulta aburrida con sus batallas, intrigas y venganzas. El propósito de esta obra es llevarnos a la Castilla de finales del siglo XI e inicios del XII, entre y Toledo y Santiago de Compostela. Por un lado tenemos la invasión almorávide, por otra la construcción de la Catedral de esta ciudad. Por cierto, que se meten en otro berenjenal porque desconocemos quién está enterrado allí así que no confirman ni que sí es ni que no es el apóstol Santiago, ya se sabe que son gallegos y con ellos dudamos si es que suben o bajan, eso dicen. En fin, una serie quizá no infame pero sí que desprecia la historia.