A la vuelta de la esquina

"Around the bend" apenas supera los 77 minutos (sí, así de corta es) y apenas tiene nada que contar. Resulta extraño: la historia se pone en marcha tan tarde que apenas tiene tiempo para desarrollarse y los secretos familiares que los personajes han de decirse resultan carentes de fuerza. Por otro lado, los actores están al dente (menos Josh Lucas, un soso de cuidado que palidece ante Walken y Caine) y uno nunca sabe a qué conclusión quiere llegar el filme.

O sea: la peliculilla no se sabe si está bien o mal. Y eso no es nada bueno, creo yo.

Probablemente haya que esperar al "director´s cut" para ver una versión coherente de esta película.

Quién sabe.

Decepcionante película que prometía mucho más de lo que finalmente me encontré. Teniendo en cuenta que el trío protagonista es más que interesante, creo que el director no ha sabido aprovecharlo. Intenta mezclar con éxito el drama con la comedia. Ni acierta en lo uno ni en lo otro. No me parecido especialmente divertida, salvo en alguna escasa ocasión, con unos diálogos poco inspirados, y tampoco me he sentido identificada con los personajes en su apartado dramático. Siempre es un placer ver actuar al gran Michael Caine, pero aquí su papel es absolutamente secundario, una lástima. Por su parte, otro grande como Christopher Walken no me parece que estuviera especialmente motivado a la hora de llevar a cabo su personaje, aunque consigue solventarlo correctamente, ya que es un maravilloso actor. El tercero en discordia es el atractivo Josh Lucas ( con gran parecido físico con Matthew McCounaghey), un actor que, a diferencia de otro usuario, me parece más que interesante, dejándonos una interpretación más que correcta, dentro de lo poco que puede sacar de su insulso personaje.

Es un road movie de fondo familiar y trágico, con un abuelo que, al morir, deja unas curiosas y complejas instrucciones para repartir las cenizas.
Ya, de por sí, esto es inverosímil. Como lo es que el hijo (Christopher Walken) esté prácticamente sin riñones que funcionen y sin embargo, hasta que la diña, se mueve bastante bien.
Pero pese a todo esto la idea de las complejas relaciones de hombres de cuatro generaciones, con un Josh Lucas muy creíble y un nietecillo vivaracho y listo da un no sé de emoción a la película, que te arrastra a ver qué pasa al final.
Rodada con poco dinero, pero con buenos actores, es uno de esos productos que no llaman la atención (por la mayoría de la gente quiere superproducciones) pero que, a quienes aman la sencillez, convence.

Me siento como si acabara de ver un partido de fútbol, en el que a los dos equipos les vale el empate para lograr sus objetivos, así resumo esta película, un tongazo en el que no ocurre nada, en el que esperas que uno de los dos equipos intente al menos marcar un gol, pero nada, no hay nada que te alegre los sentidos.

La trama es plana, sin convicción, una historia bastante burda y poco interesante, me pareció curiosa la banda sonora, en el que hace acto de presencia tanto la música cómica como la dramática contínuamente y en espacios de tiempo breve, sin tener ninguno de estos dos atributos el film, ya que emoción no produce ni un poco, porque ver a Christopher Walken desde el primer minuto que sale en pantalla con cara de pena, pues de esa forma difícil, aparte de que no te llega en ningún momento el papel que protagoniza, quizás no sea culpa suya, porque vaya papelito le han dado. Y en cuanto a música cómica pues eso, ni un pequeño esbozo de risa me ha producido. Así que la banda sonora ya se lleva el primer suspenso, el segundo para el resto de la película.