Ocean's Twelve

La verdad, parece que esté sólo en el mundo cuando digo que la segunda parte me gustó tanto o más que la primera.

Pero vamos a ver señores y señoras, ¿acaso no se ha hecho este film para agradar la vista y no pensar? Nada de violencia, de disparos o de muertes. Es espléndida y muy elegante.
En cuanto a los que la acusan de desfile de estrellas ... pues es como tomarse en serio un partido de futbol de la selección española, que quieren que les diga.

Es una película que entretiene, se busca a la Zeta Jones que es lo mejor del film (con ese look setentero que me pone malo), y se tira de localizaciones europeas ... ¡Que más quieren!


A mí me gustó, en general, me parece muy buena secuela , no así como la tercera (y un tanto repetitiva, "Ocean's 13", donde se nota más que se hizo por dinero).

En resumen: sofisticada y con buen gusto.

No puedo creer que esta película esté firmada por Steven Soderbergh, ¡¡no puedo!!

Si Ocean's Eleven, aún siendo bastante modestita, se dejaba ver, ésta no supera los mínimos. De hecho no se parece a aquella en ningún aspecto más allá del simple reparto. Toda ella es una amalgama de situaciones sin sentido. Nunca sabes en qué momento estás (contínuos "un mes antes" dos días después", "una semana antes", "tres horas para el fin del plazo"...). Los estúpidos diálogos se vuelven por momentos un completo galimatías. Improvisaciones de cachondeo por parte de los actores. La historia no hace más que dar giros estúpidos. Las situaciones no tienen lógica. En ningún momento sasbes quién roba a quién, qué diablos se está robando, o porqué ocurren las cosas. Luego las chorradas de ciencia-ficción de bombilla gorda, como un holograma perfecto proyectado en el aire para sustituír un objeto a robar (que se queda ahí y no sabes si ha servido de algo) o el Vincent Cassel evitando con precisión tocar treinta láseres móviles de seguridad cruzados mientras se marca una danza mariconera (probablemente en un estúpido guiño a La Trampa, película en la que intervino tambien la Catherine Z.). En resumen, un ejemplo perfecto que demuestra que hasta los grandes directores van al WC (es decir, que CAGAN).

Si puedes evitarla, evítala como a la peste. ;-)

Los llamados “Ocean’s Eleven” vuelven a reunirse después de ser amenazados por Terry Benedict (Andy García), quien ha descubierto el paradero de cada uno de los miembros de la banda. Por si fuera poco, los componentes de Ocean’s deben devolver a Benedict hasta su último centavo más los intereses en un plazo de dos semanas. Para ello tendrán que realizar un robo que no les será nada fácil de hacer debido a que hay alguien que también va a dar el mismo golpe.

Un robo que para empezar no se lleva a cabo en ningún casino y que pese a contar con casi el mismo reparto, se empieza a ver qué Julia Roberts, si en la primera entrega daba el pego, aquí directamente sobra. Tampoco tiene mucho sentido el protagonismo de Catherine Zeta-Jones en toda la trama. El resto del conjunto de Ocean’s (Pitt, Damon, Clooney, Cheadle, etc) lo hace bien pero se nota que no están en su salsa y que el espectador disfruta más viendo cómo el grupo se desenvuelve mejor dentro de un casino. Es como coger un pez y sacarlo del agua. Aquí sucede lo mismo, es decir, para que este reparto funcione deben permanecer en su entorno. Pero sin duda lo que hace que esta nueva entrega de Ocean’s no decaiga es la notable interpretación de Vincent Cassel encarnando al rico y caprichoso François Toulour que aunque sus minutos en escena sean pocos ha sabido aprovechar su interpretación.

David Holmes vuelve a estar a cargo de la composición musical realizando buenos temas que no son capaces de aportar la vitalidad que tanto gustó en la primera entrega de la saga. Pese a ello, Holmes realiza un buen trabajo al que lo único que se le puede reprochar es su abuso de temas romanticones para las escenas en las que salen Julia Roberts o Catherine Zeta-Jones. Por lo demás, hace un trabajo correcto pero muy inferior al que realizó en la anterior entrega.

Otra de las cosas que se han perdido y que daban bastante juego es la “química” que había entre todos los personajes, en especial la relación que había entre Clooney y Pitt que en esta ocasión se pierde por completo. Aquí tanto Clooney como Pitt y el resto del reparto parecen perdidos y absorbidos por un dúo femenino que no logra convencer.

Pero no todo es negativo, pues si hay algo que se vuelve a agradecer es ver cómo nuestros protagonistas se rodean de toda clase de lujos y privilegios que tanto los ha caracterizado al ver que el lujoso lugar donde realizan las reuniones, o sus caprichos “exclusivos” y de un alto coste económico, demostrando con todo esto una vez más que un robo puede realizarse con elegancia y remilgo.

Que privilegio o maldición para un director contar con una galería como la de “Oceans´12” pero la verdad es que esta película ha desaprovechado a cada uno de sus actores. Y la chispa Julia-Clooney trata de salvar un filme condenado al repudio; sin embargo considero… contrario a lo que muchos opinan que puede darse una tercera oportunidad a esta secuela, por que el reparto vale la pena.

"Ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón"

El problema de las gallinas de huevos de oro es que suelen morir por deshidratación. Es lo que le pasa a esta segunda parte. Nuevamente la trama de la película enreda una y otra vez al espectador con contínuos giros inesperados que terminan por hacer que uno termine perdiéndose, mareándose o las dos cosas. Si el casino ya estaba muy visto, ahora añaden exteriores y competidores. Para, al final, que todo vuelva a ser previsible. Como los capítulos de McGiver. Nada reseñable además de que George Clooney vuelve a chupar cámara a cholón. Esta entretiene menos que la primera.