Padre no hay más que uno 3

Para ver películas de autor o de tramas complicadas, pues mejor otra película. La nueva creación de Santiago, tercera, pero seguro que no última de la saga, llega sin la intención de engañar a nadie. Más de lo mismo. Y demonos prisa, que no crezcan mucho los niños. Pero dentro de sus muchas limitaciones, me parece un producto familiar más que correcto. Es más, me atrevería a decir que es la más divertida de las tres. Un grupo de niños simpáticos, algún que otro personaje curioso y uno o dos actores y actrices con tablas, hacen de esta una película en su género más que aceptable. Olvidándonos de que las actuaciones en general son bastante mediocres, que los diálogos estan metidos con calzador y que la publicidad encubierta aparece por todas partes... es una película divertida.
Para mi una buena película familiar, si te gustaron las anteriores, está también.

Lo que consigue Santiago Segura con sus películas parece fácil y no lo es. El éxito de público y de taquilla no está al alcance de todos. Las fórmulas tópicas para la comedia familiar, las que siempre han funcionado, están ahí, cualquiera las puede usar, pero su utilización no garantiza el éxito. Excepto cuando las utiliza Santiago Segura.

Es cuestión de ‘vista’, de oportunidad, de talento para conectar con el gran público (ese que va poco al cine)… Y entonces ni siquiera hace falta que la película sea buena. De hecho, las tres películas de la serie son flojas o muy flojas. ¡Y qué!

El caso es que, con tanto para elegir, he visto las tres (aunque sea en casa). Luego las pongo a parir, pero el caso es que las he visto. No sé muy bien por qué las veo. Un poco por vaguería, por hacer familia, y otro poco por masoquismo. Porque no sólo me repatean las mismas muecas y los mismos gestos de los mismos niños, en la peli hay también actores/as que me repatean tanto como al padre protagonista ese novio atontao de su hija (lo mejor de esta tercera entrega).

Al final, reconsiderando, te has entretenido, has meneado la cabeza en señal de desaprobación y te has reído un poco. Santiago Segura es un lince, pero sus últimas películas no son buenas.

El cine está ideado para entretener y esta película lo consigue. Lejos de aquellos que siempre la intenta tirar por tierra por ser un producto banal y con poca calidad, consigue eso, es decir, entretener y llevar a la gente al cine que es lo importante. Nadie le puede discutir ser la película más taquillera del año y de años anteriores. Las historias familiares tienen tirón. Personalmente me ha gustado, se me ha hecho corta, es un cine entretenido y me lo he pasado bien. Santiago Segura sabe hacer cine para masas. No necesita premios goya, feroz o como quieran llamarlos. Tiene el premio del público y eso es el mejor.
Enhorabuena Santiago, tu cine gusta y por algo será.

Padre no hay más que uno 3 está dirigida y protagonizada por Santiago Segura, sus dos hijas y la prole que les acompaña, además de su mujer (Toni Acosta), y sus suegros (Loles León y Carlos Iglesias). Todo girará alrededor de la Navidad y, aunque sobre decirlo que estamos en verano, la estrategia de márketing del señor Segura le traerá buenos réditos, pues sabe mejor que nadie que los chavales están de vacaciones y que en Navidad no habría llenado tanto las salas. Así pues, con bermudas y camiseta de manga corta vemos cómo los niños cantan villancicos y tratan de resolver el desaguisado de turno. El Cejas, Loles León y Carlos Iglesias tienen sus historias y las niñas las suyas.

El desgaste en la saga es evidente, el caso es que amenaza con una cuarta y posiblemente una quinta y sexta, pues Segura ha dado con la gallina de los huevos de oro tras sus Torrente y no lo va a desaprovechar, al menos, hasta que sus hijas sean adolescentes. Es más similar a ver una serie de a3 que a una pelicula, la dirección es justa y el guion cuestionable. Pero todo gira alrededor de una familia a la que ya conocemos y que cada vez se parece más a Los Serrano. Lo único positivo que se puede sacar de ella es que retrata la sociedad y sus pecados, tales como el uso indiscriminado de las redes sociales y el infinito abismo tecnológico que existe entre abuelos y nietos.

En definitiva, PADRE NO HAY MÁS QUE UNO 3 es más de lo mismo pero peor que las dos entregas anteriores. El desgaste es evidente pero, como siempre con Santiago Segura, antes de finiquitar la saga hará otras dos o tres más, y es una amenaza. Ideal para familias y niños, que se lo pasarán bien, aunque no aporta nada ni es excesivamente graciosa. Un capítulo de La que se avecina llevado al cine. La iréis a ver, pero estaréis de acuerdo conmigo.

Difícil de valorar. Depende de lo que uno vaya buscando. Si le apetece pasar un buen rato y olvidarse de sus problemas personales con una obra que abusa del humor blanco, incluso de otra época, esta es su película. Si no, puede parecerle una tontería anacrónica típica de Disney Channel o de un cine rancio de antaño. Además, está el hecho de que a nivel artístico es un suspenso en toda regla. Ni la fotografía, ni los encuadres, ni los movimientos de cámara, ni la BSO, ni los efectos sonoros valen un pimiento; he visto películas de antena 3 de sobremesa más inspiradas que esta en lo técnico y artístico. Ahora bien, si uno está estresado o angustiado, esta es la clase de película que puede llegar a entretenerle y hacerle desconectar. Si ejerce ese efecto en usted, será capaz de valorarla mejor de lo que merecería.