Mujeres del siglo XX

Nuestros miedos a no ser capaces de darle todo aquello que queremos dar a nuestros seres queridos, de no estar a la altura de lo que nosotros pensamos que debería ser, y muchas veces es más de lo que imaginamos... Un guion espléndido y arrollador que con el juego de narradores demiurgos que nos involucran en las carencias del tiempo, en su juego irónico y peculiar que no devuelve al futuro pasado, nos traslada a una verosimilitud temporal, de lo que nuca fue pero lo vemos como que ha sido. Ese juego de miedos, soledades, lazos y compatibilidades... esa búsqueda de lo que no sabemos buscar y pretendemos hallar... esa felicidad incompleta e incomprendida, ahí está la temática, ahí radica el 'quid', en tener la seguridad de que no sabemos lo que buscamos porque no sabemos lo que encontraremos. La incertidumbre es la base de la continuidad, el no saber es lo que mata y da vida a estos personajes. Un reparto actoral diáfano, histriónico y necesitado que se complementa.

Retrato de una época, con la entrada en la vida adulta del hijo adolescente de la protagonista, Jamie, como hilo conductor. Ambientada a finales de los 70 aunque a través de flashbacks, música y citas feministas se nos muestran los cambios sucedidos en Estados Unidos desde que nace Dorothea, la madre de Jamie.
Las interpretaciones son todas magníficas y los personajes están muy bien construidos. La película consigue que el espectador se sienta uno más en el salón de esa casa en sempiterna reforma.
Dorothea se apoya en dos mujeres jóvenes para que suplan la figura del padre ausente de Jamie y entre las 3 irán dando forma a su mundo. Todas ellas mujeres fuertes, pero de diferentes generaciones con sus diferentes visiones. ¿El feminismo es ser piloto y delineante en un mundo de hombres? ¿Tener el pelo verde, leer bodrios y cantar menstruación? ¿Follar con todo el pueblo menos con tu amigo? ¿Todo? ¿Nada?
Me ha gustado pero al terminar quería ver Die Hard con el volumen al máximo.

Cinco chalados conviven en Santa Bárbara (California). Están todos muy jodidos y tienen problemas cuya causa común es la soledad. Todos ellos intentan escapar de esta, con mayor o menor fortuna.

La película da una visión de la vida en los Estados Unidos durante los años 60 y 70. Hay varias escenas enigmáticas bastante acertadas: el coche en llamas en el parking, el baile en la casa de canciones de Black Flag y Talking Heads. Destaca una frase muy potente que se menciona al principio de la peli («lo que pasa cuando tu pasión es más grande que las herramientas que tienes para lidiar con ella, crea esta energía. ¿No es genial?»). Aunque no se entienda del todo lo que se quiere decir con esto, la libre interpretación que puede hacer el espectador de estas escenas enriquece el visionado.

El discurso del presidente Carter y la nostalgia (“antes las casas y los coches eran tristes y viejos, pero la gente era auténtica”) retratan la crisis de valores por la que pasa la sociedad yanki. El sexo es un objeto de consumo más, idolatrado, frustrante y mal entendido. Se usa como forma de redención y dominación del otro. Las mujeres nunca o raramente lo disfrutan. Todos los personajes que recurren al sexo para salir de su aislamiento se ven abocados a un mayor vacío y soledad.

Por otro lado, los protagonistas viven momentos más intensos gracias a la fotografía, consiguen conectar con el entorno a través del trabajo manual, e incluso, aunque no tengan talento para la música, consiguen expresarse gracias al punk. Los personajes que recurren a la creatividad parecen aliviar mejor su desamparo y chaladura.

Todo esto está muy bien y recuerda a American Beauty. Pero hacia la mitad de la peli, se meten con calzador citas de ensayos feministas y escenas absurdas sobre la menstruación que rompen el ritmo. El espectador se rasca entonces la cabeza y se pregunta: “¿De qué cojones va esto?”

¡No es otro panfleto feminista sin más!

Guion genial de Mike Mills y grandes actuaciones por doquier ¿qué más quieres?
Impresionante Annette Bening con un papel hecho a medida y gran descubrimiento Lucas Jade con su cara de estar constantemente aturdido.

¿Que hacíamos todos en 2016 que ni nos enteramos de que existía esta película? ¡Cuanto daño hizo La La Land!

La historia gira alrededor de un chaval adolescente y una madre tardía que intenta suplir la falta de figura paternal con la ayuda de otras 2 mujeres más jóvenes. Cada una de ellas le transmite sus neuras intentando crear su modelo de cómo debería ser un hombre. Un plan perfecto y sin fisuras...

...sin duda hubiese sido mejor título.

Santa Bárbara, 1979. En esta fecha y lugar conviven en una misma casa 5 personas y un gato:
- la propietaria de la casa: una mujer hecha a si misma en un mundo de hombres, fuerte pero insegura.
- su hijo Jamie, un chaval de 15 años rodeado de chicas.
- Julie: amiga y amor platónico de Jamie. Una chica precoz y con personalidad. En sus tiempos libres calienta a Jamie.
- Abbie: alquila una habitación en la casa. Fotógrafa, punky y feminista.
- William: a quien le importa quién es William?

La peli te muestra las diferentes visiones que tiene cada habitante de la casa sobre la sociedad de la época. Y luego está el joven Jamie, debil y sobreprotegido, que todavía no tiene una personalidad propia y se ve aturdido por la voluntad de todos de moldearla a su antojo.

Los distintos personajes son interesantes y sus personalidades están bien interpretadas aunque la película es lenta y te deja algo tibio.

Si lo he entendido bien, la peli consiste en humillar a los dos papeles masculinos para dejar claro que las mujeres han llegado al poder. Supongo que es una revancha justa después de muchos años con los papeles invertidos pero...