Zombi

Y pongo este título porque realmente esta película me ha hecho pensar ¿Qué haría yo ante una situación como esta? Está claro que a todos nos gusta pensar que reaccionaríamos heroicamente, con un valor asombroso, salvando a tus semejantes, intentando mantener el orden... ¿Pero realmente lo haríamos? Este film nos muestra (del mismo modo que en la igualmente genial "La noche de los muertos vivientes") lo complejo de las relaciones humanas en las situaciones límite, cómo el terror de unos se convierte en la oportunidad de otros para hacer el vándalo al margen de la ley, la estupidez humana en general, o en resumen poner sobre el papel la siguiente pregunta: ¿Tan dificil es que nos pongamos todos de acuerdo en algo?.
Con respecto "al terror", la verdad es que esperaba una película que asustara, que pusiera en tensión, sin embargo la película a día de hoy no atemoriza en absoluto, y menos tras las numerosísimas películas de terror con litros y litros de sangre que ya todos hemos visto, no obstante, estoy convencido de que cuando salió debió de ser como mínimo escalofriante para los espectadores. En resumen: una película muy entretenida y bastante bien hecha.
Yo ya he pensado en ello, pero y tú, ¿Qué harías?

"La noche de los muertos vivientes" supuso un cambio, una novedad, un nuevo grito hacía otras corrientes, sí, muy bien, genial, para que negarlo, lo que pasa es que "Dawn of the dead" a su homónima y anterior aventura se lo debe todo, a saber, su injusta fama, esa crítica que también adiquirió y el arranque de un subgénero suficientemente atrayente como para enganchar a una generación entera.

Pero está claro, ni "Dawn of the dead" es tan buena como la pintan, ni su maquillaje parece realizado por un maestro de maestros como Tom Savini, y es que todo lo que pudo causar furor en su día, ahora ha quedado realmente desfasado y a manos de un público mucho más exigente que antaño, aunque siga sin explicarse ese halo de mitificación que la recubre injustificadamente, porque su montaje es horroroso y cutre, sus efectos ídem de ídem y la base sobre la que se sustenta está destruida por un guión que, a medida que avanza, cada vez degenera más.

Entonces, se preguntarán ustedes, ¿por qué este film está donde está? Pues seguramente porque el nombre del autor pesa, y mucho, puesto que por lo demás lo único llamativo de la cinta es su crítica al consumismo y capitalismo, un desarrollo que durante su inicio agrada y sorprende, pero que se va marchitando y transformando en un desarrollo pobre, sin gracia, aparatoso y mal montado, y unos personajes que resultan tan bien introducidos que finalmente parece que haya más de lo que hay.

Por todo lo demás, "Dawn of the dead" es un compendio de momentos de fallido e, incluso, estupefactorio humor (lo de las tartas es el no va más), zombies de un color azulado incomprensiblemente incomprensible y situaciones que sólo lastran el resultado final dejándola en un del todo increible mito que, increiblemente (y perdonen por la redundancia), a día de hoy aun no ha sido desmontado.
¿Será el apellido o será que hay personas que creyeron que pintar un zombie de azul era innovar? Qui lo sa.

Esta peli es de lo mejor, cine gore y de terror tratado con una singularidad sublime, las manos de Savini y el guión son espectaculares, y no olvidemos que esta peli es del ´78, la sangre y tripas son cutres pero, ¿qué esperábais?

La primera obra de Romero "La noche de los muertos vivientes" no tiene escenas gores, se centra más en mostrar terror como factor psicológico, pero en Dawn tenemos tiros, sangre, tripas, brazos devorados por zombies blanquecinos y ojerosos, cabezas que explotan, vandalismo... un cóctel que lo tenemos muy visto por los cientos de películas que hay sobre este género, pero esta peli tiene un toque especial que supera cualquier avance en efectos especiales de hoy día.

"Dawn of the dead" es una crítica mordaz a la sociedad actual (de aquellos años, pero que serviría para esta época), una sociedad loca por consumir como borregos (como zombies). Se plasma muy bien desarrollando la película en un supermercado, espacio reducido que contiene todos los útiles que nos permiten sobrevivir y ser felices, al que acuden los zombies por instinto al ser un lugar que fue muy importante en sus vidas.

Es tremenda, recomendadísima.

Tras la noche viene el amanecer. Y tras la pionera, llega una secuela que a mí me ha gustado más que su predecesora. Sin ser una maravilla, la encuentro más dinámica, más entretenida, con más acción. Mucho más similar al concepto de pelis de zombies que tenemos en la actualidad. Pasito a pasito, o más bien, fotograma a fotograma, George A. Romero iba poniendo los cimientos de este género cinematográfico tan fructífero.

Aquí ya se va perfilando y puliendo el concepto de lo que son los zombies del cine moderno. Ayuda mucho que sea en color, pues es importante apreciar las diferentes tonalidades de pústulas y vísceras.

Mientras que en ‘La noche de los muertos vivientes’ los zombies eran poco temibles, en esta cinta su aspecto se va pareciendo más a los zombies que estamos acostumbrados a ver. De todos modos, el maquillaje resulta algo cómico, pues a los negros les pintan la cara de blanco y a los blancos se la pintan de azul.
Hay escenas bastante gore. He tenido que cerrar los ojos más de una vez. Al que le guste bien, pero al resto se nos revuelve el estómago. No me importa ver un charco de sangre, una piscina de sangre, pero clases de anatomía patológica salvajes, eso ya prefiero que no. Gracias.

La duración es un tanto excesiva y la música a base de sintetizadores, tan del momento, resulta cansina y chirriante.

Obra maestra de la chapuza. Película de culto a la estupidez. «Zombi» es una cinta cumbre en lo que al estropicio se refiere. Hay que tener mucha guasa para puntuar esta cosa por encima del dos o el tres. ¿Estáis zombi, o qué?

George A. Romero volvió con una secuela (¿qué hemos hecho para merecer esto?) de aquella otra «La noche de los muertos vivientes», y la verdad es que nunca me hubiera imaginado que tendría que decir que la de 1968 es mejor que esta de 1978. Sé que es espeluznante, pero así es. Romero recupera a sus zombis bobalicones, caníbales y lentísimos pensando que una cara pintada de gris nos va a dar miedo. A lo mejor al público de su época le producía terror, espero que no, quiero pensar bien de la humanidad. Claro, que luego leo las críticas que se le hacen a «Dawn of the Dead» y solo puedo llegar a la conclusión de que os han comido el cerebro u os estáis burlando de la gente del mismo modo que Romero parece querer burlarse de nosotros.

Empezar con lecturas sociales, políticas, comprometidas y demás basura es como querer quitar el mal olor de un estercolero con una gota de colonia. Allá él quien quiera valorar esta película como la repanocha del cine porque le entusiasma su supuesta y endeble crítica al consumismo y la denuncia hippie al ser humano como epidemia del ser humano que ya vimos en «La noche de los muertos vivientes». De acuerdo. Son interpretaciones subjetivas y en eso no podemos debatir, pero lo que es un hecho objetivo es que «Zombi» es una película terroríficamente mal elaborada desde un punto de vista técnico, interpretativo, artístico, de efectos especiales, de guión, de dirección y desde todos los puntos de vista existentes que componen una obra cinematográfica.

Tan mala es, que te tronchas de risa. Todo el principio, hasta que llegan al centro comercial, es altamente divertido. Incluso los propios actores se ríen del desastre que están haciendo. Mucha guasa, ya te digo.