Piedras

Dicen que la personalidad de una persona puede verse reflejada en los pies, quizá también se refleje algo de nuestra personalidad en el calzado que escogemos. De entrada, el planteamiento de la película me ha parecido muy original, añadir el elemento de los pies a estas cuatro historias que se entrecruzan le da un toque distintivo a la película. No recuerdo ninguna otra película donde los pies tuvieran tanto protagonismo.

La historia de Leire (Najwa Nimri) me ha conmovido muchisimo. Alabo el trabajo de esta actriz en esta película. Está absolutamente creible y borda el papel de mujer hundida dependiente emocionlmente de un hombre que no siente nada por ella. A mi, desde luego, esta historia me ha emocionado y he sufrido con el personaje su desdicha en las dos horas de película. Me ha llamado mucho la atención esta historia en concreto, pero no desmerezco las otras tres, que están a la altura igual que sus protagonistas. Las historias de la taxista y la de Adela y su hija Anita también me han impactado mucho. Es posible que la de la rica infeliz (Ángela Molina) no me haya llegado tanto, pero es que no he entendido muy bien las motivaciones que tenía el personaje para actuar de la forma en que lo hacía.

Esta es una muestra de que hay buenas películas en el cine español. Este cóctel de amor, desamor, mentiras, apariencias, desespeción, zapatos y pies no defraudará al espectador. Los sentimientos van y vienen y todos en algún punto se sentirán identificados con algun personaje. ¿Quién no ha mentido o le han mentido en el amor? ¿A quién no le dejaron alguna vez sin ninguna explicación? ¿Quién no ha aparentado, sufrido, llorado y enloquecido por amor o desamor? Esta es una película que trata sobre los sentimientos humanos, y a mi modo de ver, lo hace bastante bien. Absolutamente recomendable.

Pelicula sobre sensaciones y vuelcos humanos, relata las historias de 4 mujeres, caminos que se entrelazan alrededor de una trama de desamor central la cual es brutal y desoladora, reflexión acerca de la madurez, el amor, el desamor, los pies y los zapatos. Un extraño pero sexy culto hacia los pies sirve de eje conductor para unir y desunir los tiempos en que viven, lloran y aman cuatro mujeres de las que uno se fascina sin mas remedio, además es una película ideal para colgarse y apegar a la situación que uno vive.

No entiendo por qué a día de hoy no había hecho crítica de Piedras...
Tal vez porque uno se cree con el poder de condicionar y el hecho de tener las votaciones que tengo-rozando lo esquizofrénico-y alguno de mis alegatos, podrían tirar atrás a más de uno a la hora de verla. Y para mí sería un pecado. Venial, vale, pero pecado.
Para empezar diré que amo a Ramón Salazar con todas mis fuerzas de cinéfago.
Satisface todas y cada una de mis espectativas, mis deseos, me hace recrearme en un cine estético, ético, cachondo y tristísimo.
Y además dirige actrices como nadie. Con permiso de mi paisano encumbradísimo y marianista.
Salazar hace que Najwa Nimri nos muestre lo que algunos ya sabemos desde VOID, que es un actrizón como la copa de un pino, pero además, lo hace de forma tan inteligente que es imposible que no te sientas identificado con ella. Con su locura, con su persecución obsesiva, con su miedo a la soledad, a la verdad. Con su escapada portuguesa.
La San Juan difícilmente estará mejor. Ni más hermosa, en un papel durísimo, de esos que calan hondo.
Y Ángela. Ay, la Molina, brillante, perfecta, robaplanos, enamora.
Lola Dueñas, Vicky Peña y Mónica Cervera como acostumbran, geniales.
Ay, Salazar. Me tienes loquito a la espera de tu peli con la Maura. Porque alguien con la sensibilidad salvaje que tienes, con una diosa-genio en tus manos, va a ser mucho, pero mucho, mucho.
Bueno, pues eso, que me arrepiento de estar haciendo esta crítica.
Porque jamás haré una crítica adecuada para una obra brillante, directa y emocionante como Piedras.
Bravo.
No verla sería un error tremendo.
Cada vez que yo lo hago, y van unas cuantas, descubro, como en la canción, algo nuevo que antes no veía.
Lisboa, qué bien...

"Piedras" es la película fetiche por definición. En torno al pie y al zapato femenino transcurren una serie de historias cruzadas (vaya por dios con la moda de las historias cruzadas) de interés muy desigual y con conexiones un tanto forzadas.

La parte fetichista de la película me ha encantado. Hay una escena inolvidable en la que un personaje le enseña a su podólogo su vestidor lleno de zapatos, la maravilla de las maravillas. Cualquier mujer mataría por tener una colección de zapatos como ésa. Problema? Que la que lo enseña es Ángela Molina, actriz sobrevaloradísima donde las haya. En esta peli se tira todo el tiempo pegando unos gritos insoportables con esa voz chillona que dios le ha dado, una pesadilla. Molina es pura mueca, con sus ojos desorbitados y su gestualidad compulsiva. Un horror de mujer.

Por contra tenemos a Susurritos Nimri, la actriz que todo lo dice sin que nada se le oiga. El monólogo final de la película, tan alabado por algunos, aparte de lamentablemente cursi, vacuo y pretencioso, es un auténtico somnífero, es una nana en labios de la mujer-sopor. Y pensar que hay quien considera erótica y sensual esa voz que parece salida del fondo de una vasija visigoda!

Y para rematar la faena tenemos a María Antonia San Juan, la actriz con cara de travelo que borda la comedia y da más risa todavía cuando aborda la tragedia. Por qué será que cuando esta mujer llora no se lo cree ni ella? Por qué resulta tan falsa su dicción y tan poco naturales sus aspavientos dramáticos? Por qué es imposible de creer que un varonil y multimillonario señor con acento argentino pueda enamorarse jamás en la vida de su extraño personaje de puta-madre o madre-puta, según se prefiera?

En definitiva, una buena idea y una historia que pudo haber sido y no fue para un reparto supuestamente estelar pero que chirría por los cuatro puntos cardinales. Y mientras las actrices protagonistas están para matarlas, las secundarias convencen y consiguen levantar el nivel de la película hasta lo aceptable. Lola Dueñas, Mónica Cervera o Vicky Peña hacen unos trabajos más que correctos. Desde luego mucho más presentables y consistentes que sus compañeras.

De todas formas me gusta el estilillo de Salazar. Y me encantan sus zapatos y la forma de retratar a través de ellos el universo femenino. Un tipo con ideas buenas siempre promete. Algo me dice que en el futuro tal vez podamos ser buenos amigos.

Hacia tiempo que no me impresonaba tanto una película contada 'sobre mujeres'.
Impresionante guión con una enorme Najwa Nimri (como siempre), una increíble y para mí sorprendente Vicky Peña, y un resto de REPARTO A LA ALTURA de los mejores dramas del cine español.
La película empieza con ritmo, te seduce, te provoca.
Más adelante el desarrollo te sorprende, te inquieta, te apasiona.
Y por último el desenlace te atrapa, te sobrecoge y te hace padecer hasta que al final comprendes todo. Te dejan respirar, sueltas el aire. Todo encaja, te invade la paz y la comprensión. La tolerancia.
Sentimientos muy profundos. Es una película profunda. Muy buen drama español.
Recomendable para días en los que tengas la cabeza despejada y te apetezca dejarte llevar.
Mi enhorabuena a Salazar como dr.