La cruda realidad

Porque merecería el cero:

Porque "La cruda realidad" es una expresión que merece un respeto. "¿qué he hecho yo para que me trates con tan poco respeto?" ¿es eso lo que nos queda? Con la cotidianización de dichas expresiones se mata la fuerza y exclusividad de la idea que hay en ella. ¡Soy un amante de la fuerza que existe en el lenguaje! ¡y esa colección de publicistas y expertos en marketing no han reído ni llorado en su vida! ¡Son falsas incluso sus mascaras!

Porque con películas como estas, que apestan a incienso de iglesia, sólo se consigue continuar con los valores tradicionales y primitivos.

Porque el personaje protagonista pretende decir verdades como puños pero se queda en la anécdota, el cliché, el primitivismo y el argumento adolescente.

Porque, aunque pretendan, con el personaje de ella, sacar algún tipo de valor de carácter feminista, consiguen mantener los valores tradicionales y la imagen de la mujer débil: ella, al fin y al cabo, es poco mañosa con los hombres, repelente en su trabajo, falta de sexo, tradicional, aburrida y patosa...pero...pero...es guapísima y con eso se justifica todo. En cambio, ¿él?..dinámico, cariñoso, sucio pero majo, con valores, inteligente, audaz y, al fin y al cabo, un trozo de pan...y...."no se porque te quiero pero te quiero"... ¡anda ya! ni el guionista supo sacarle algo positivo en ella!

Porque todas las mujeres del mundo, como tales, deberían escupir y sentirse menospreciadas con este tipo de productos.

Porque todo eso no es amor. Es látex.

Parece ser que tengo menos criterio (si cabe) del que pensaba en esto del cine. Veo que la mayoría concuerda en que Butler está simpático y que Katherine Heigl lo borda. Pues sinceramente, creo que he visto la versión alternativa, montada con las versiones eliminadas de las mismas escenas.

Es curioso leer en los escritos de los críticos profesionales que la película cae en el convencionalismo, cuando creo que si vas a ver una comedia romántica sabes a lo que te expones. Previsible y lineal son dos adjetivos que se convierten prácticamente en los apellidos de este tipo de peliculas, ¿no?

La versión que he visto yo tiene algunos diálogos magníficos (los menos), otros pasables, situaciones (mil veces vistas) muy graciosas y un guión lleno de altibajos, con unas interpretaciones poco más que pasables que se salvan grácias a unos personajes unidimensionales, si, pero magníficamente dibujados. La dirección se acobarda en varios momentos en los que se estanca y no sabe cómo salir del paso, así como el guión, con varios saltos en el tiempo que omiten lo realmente complicado, que es ganar. Escenas notables se pierden por finales que son como cuando alguien no sabe que decir y directamente cambia de tema, algo que puede aplicarse al final de la película, que yo definiría como soso y poco interesante, haciendo evidentes las carencias para terminar una historia en alto.

En resumen, película cargada de humor y de momentos soberbios (la cena con los directivos, el ascensor...), con unas interpretaciones muy por debajo de los papeles, diálogos muy recomendables, y el resto... el resto del guión y sobretodo la dirección son la cruda realidad de Hollywood. Los modales superan a los principios, y así, siempre acaba todo igual.

Enésima revisión del binomio compuesto por la bella y el bestia. Las mujeres piensan con la cabeza y los hombres con la punta del nabo. ¿Puede haber algo más tópico y anticuado que eso? Vaya si lo hay, y esta película es buena muestra de ello.

He de reconocer que, al menos, una frase me ha hecho sonreír, aunque ni siquiera recuerdo cuál ha sido. Una estrella extra por la frasecita. Butler parece que al principio puede sacar adelante su casi imposible personaje, pero entre la falta de guión y la escasez de talento, no queda muy por encima de Juanito Navarro. Y la Heigl, una actriz de series de televisión y películas de serie C –no me extraña-, tampoco anda muy afortunada a la hora de encarnar a la rubia-tipazo-cerebro-sensible en busca del hombre perfecto. El planteamiento es bastante cavernícola, y desde el segundo minuto ya sabes cómo va a acabar la cosa. Aquí no se puede contar el final, pero ya se lo puede uno imaginar. Todavía ando sacudiéndome las babas.

Esto no es ni guerra de sexos, ni crítica social, ni ataque a los medios, ni nada de nada. Más bien es un pulso entre dos idiotas con ganas de zumbar, de los cuales uno mea sentado y el otro de pie. Un mano a mano entre Jaime Ostos y Karmele Marchante tiene pero que muchísima más emoción, gracia y profundidad. Dónde va a parar.

No esperaba más ni menos de lo que me he encontrado en esta película. Típica comedia romántica de triángulo, con chica que no sabe muy bien qué quiere aunque esté convencida de que sí, el vecino de al lado perfecto que no se entera mucho de lo que va la historia y el "amigo" que todo lo sabe sobre relaciones, mucho más desagradable que el barman (Justin Long) de "He's not that into you" (no sé con qué título la han pasado en España) y que ayudará a la la chica a conseguir su amor. Las situaciones cómicas son contínuas en el film, eso sí, no espereis profundidades: Los chistes son fáciles y previsibles pero si uno está con ganas de reir se verá recompensado. La he visto en inglés así que espero que la versión española consiga el mismo propósito, no debería ser difícil, no hay mucha complejidad en los diálogos.
En cuanto a los protagonistas nada especialmente remarcable: Podría haber sido Katherine Heigl o cualquier otra, lo mismo que en el caso de Gerard Butler aunque juntos funcionan.
En fin, una película para pasar el rato y seguir a otra cosa. Para devoradores de comedias románticas con más comedia que romanticismo así que los sufridos novios la soportarán.

Bueno, la película parte de una premisa que el espectador tiene que creer poque si no nada de lo que viene detrás tiene sentido: Katherine Heigl es una tía que necesita ayuda para ligar. Quien crea esto puede ya seguir tranquilamente viendo este engendro. El resto, que presiento somos mayoría, pueden apagar el aparato o coger un libro o ponerse a dormir.

La cosa es más o menos así.

- Uys, me gusta un médico buenorro que vive enfrente de mi casa pero como soy una gilipollas de cuidado, a pesar de estar como un quesito, él nunca se fijaría en mí.

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Ojo al dato. Se pretende mostrarnos cómo los hombres son totalmente básicos y prácticamente no piensan más que en follar (cosa ciertamente cierta en la inmensa mayoría de los casos y que todos sabemos ya a estas alturas perfectamente), peeeero sin embargo Heigl, que es guapérrima pero supertontísima, tiene problemas para conseguir que un tío folle con ella. ¿Me lo dices o me lo cuentas?

Continuamos: la teoría es que Heigl sólo puede conseguir que alguien quiera follar con ella si se pone extensiones en el pelo y unas bragas vibradoras para su "garbancito".

Y la pregunta es: si Heigl necesita esto para follar, qué no necesitarán las tías mondas y lirondas. Cómo es posible que la humanidad no se haya extinguido por falta de bragas vibradoras y extensiones de pelo que exciten a los tíos.

Y así todo, y así siempre.

En serio, mejor un libro. O mismamente el "Pronto".