El graduado

"El graduado" es un personaje inolvidable porque invita a revivir esa época de incertiumbres y dudas, en las que muchas cosas se viven con la ilusión de la novedad, pero en la que sentirse el orgullo de familiares y amigos acaba teniendo un peso similar al de la fama, con lo cual se entiende perfectamente el acto de rebeldía, la explosión hacia lo prohibido, el morbo y la válvula de escape necesaria para liberar las hormonas almacenadas.

La primera parte de la película muestra la recompensa de tener valor para derribar murallas a la vez que compagina con situaciones cotidianas de la vida y con un humor con tacto, para ir dejando claro que lo malo de bailar con el diablo es que no sólo se puede bailar una vez, un hilo argumental que bien parece sencillo, pero que ninguna ha conseguido a día de hoy, por lo cual aparte de pionera, "El graduado" es una película única.

En la segunda parte comienza una relación más convencional, aunque el principal problema sea que se pueda hacer cansina incluso que llegue a perder el espíritu siempre dentro del tacto general y sobre todo con una resolución que por un lado parece mediocre, pero examinándola es puro simbolismo y queda retenida en la memoria para siempre, diría yo que la secuencia final es de esas que pasan a la historia del cine.

La temática es bien conocida: infidelidad y pasión. Sin embargo, es la manera en que Mrs Robinson domina a Benjamin lo que llama la atención, especialmente en la primera parte de la película.

Diálogos divertidos y con mucha dinámica, y la gran actuación de Dustin Hoffman hacen que el personaje sea más entrañable. Y por supuesto, sin esa banda sonora la película no sería lo que es.

Hoy en día, el graduado nos puede parecer una película simplona en cuanto al argumento, sin embargo en su época supusó un boom en cuanto lo que se exponía: las relaciones extramaritales de la señora Robinson (Anne Bancroft) con el recientemente graduado Benjamin Braddock (Dustin Hoffman).

El graduado es una inolvidable y maravillosa cinta de Mike Nichols. Dirigida de forma competente, consigue captar la atención del espectador con un argumento morboso y no desprovisto de provocación y acierto, que mejora a medida que avanza la trama para culminarse con un final único y divertido.
La música, es de lo mejor de la película, con excelentes canciones para el recuerdo de Simon y Garfunkel, totalmente evocadoras y que acompañan a la acción en los momentos oportunos. Al igual que los planos y movimientos de cámara, que en ciertas escenas son manejados de forma inteligente y novedosa, dependiendo del nerviosismo del protagonista.
Diálogos hilarantes e ingeniosos culminan un film que mezcla el drama y la comedia con un joven Dustin Hoffman que marca una interpretación acertada y carismática, sin menospreciar la remarcable actuación de "mujer fatal" de Anne Bancroft que conseguirá ganarse a pulso la enemistad del público.
Por lo que, en líneas generales, es totalmente recomendable para los que busquen un cine entretenido, fresco y provocador, bien interpretado y con una gran música de los años 60.

Tras acabar sus estudios universitarios, Benjamin Braddock (Dustin Hoffman) vuelve a casa. El joven Braddock no es muy amigo de las fiestas y saraos que montan sus padres para recibirlo tras su brillante graduación, pues es un joven que va contra la hipocresía y la corrupción de la sociedad que lo rodea. En este contexto en el que el protagonista intenta evitar estas reuniones sociales, la señora Robinson (Anne Bancroft), una amiga de la familia, logra seducirlo y convertirlo en su amante. Pero al poco, Benjamin conoce a Elaine (Katharine Ross), la hija de la señora Robinson, y la trama se precipita por derroteros donde el drama y el romance se entremezclan.

Magnífico film dirigido por Mike Nichols que recibió en 1967 el Oscar al mejor director. La interpretaciones son todas de gran nivel destacando un inspirado Dustin Hoffman que es de las pocas veces que no sobreactúa, muy interesante igual Anne Bancroft que además está muy bella, y tampoco desmerece Katharine Ross que sintoniza muy bien con Hoffman.

En su momento fue una película rompedora, con el tema sexual de por medio, tabú por aquel entonces, y la enorme crítica a la sociedad burguesa norteamericana, muy correcta de puertas para afuera pero llena de conflictos, infidelidad, adulterio, alcoholismo y basura de puertas para adentro. De esta guisa, la cinta fue todo un escándalo para la América profunda en aquellos entonces en los que gobernaba Lindon Jonhson, heredero del asesinato de Kennedy.

Enorme director de fotografía Robert Surtees, muy bueno el guión del por aquel entonces primerizo el primerizo Calder Willingham y qué decir de la música de Simon & Garfunkel que fue disco de oro con su archiconocida Mrs. Robinson.

En resumidas cuentas, se trata de un icono de la filmografía de todos los tiempos, una película inteligente que consigue meternos en la piel de un joven desorientado entre ricachones hombres de negocio, hijo de una familia bien, agobiado por las expectativas que padres y amigos depositan en él. Y es también creíble y se mete en la médula la actitud de la señora Robinson, mujer amargada, alcohólica y con un nefasto matrimonio a cuestas que busca una tabla de salvamento en el ocaso de su juventud en el joven graduado. En resolución: si no la han visto, piensen que es una película de obligado cumplimiento que a cualquiera con un mínimo de sensibilidad gusta.