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West Side Story

Musical. Romance. Drama Los adolescentes Tony y María, a pesar de tener afiliaciones con pandillas callejeras rivales, los Jets y los Sharks, se enamoran en la ciudad de Nueva York en la década de los 50. Nueva versión del legendario musical 'West Side Story', a su vez adaptación de una famosa obra de teatro de Broadway, que modernizaba la historia de 'Romeo y Julieta', de Shakespeare. (FILMAFFINITY)
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Críticas 110
Críticas ordenadas por utilidad
14 de abril de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué penita que la pareja protagonista de este nuevo asalto al archiconocido montaje teatral musical de 1957 resulte tan sosaina, frígida y desalentadora. Rebosan tanto carisma como un canto rodado en el fondo de un río. Particularmente punible es lo de Rachel Zegler. No sé de dónde la han sacado, pero que vuelva ahí. Ansel Elgort al menos es alto y en "Baby driver" (Edgar Wright, 2017) conducía bien. Si es que al final hasta Ariana DeBose, con muy poco, les roba la función; y eso que la chica tampoco sabemos de dónde viene. Pero brilla, y se nota. Los otros dos no son estrellas, son estrellados.
Definitivamente el reparto es el mayor y principal lastre de una "West Side story (2021)" por lo demás impecable, y si yo digo eso de un musical con la fobia que les tengo, qué no dirá un amante de estas cosas. Don Steven Spielberg se empecinó en esto, y en lo que a él concierne: bravo. Ahora bien, en lo que a película musical del 2021 se refiere, y sin quitarle méritos a esta, me quedo mil veces antes con la "tick, tick… Boom!" del pesado de Lin-Manuel Miranda.
Por cierto, no he visto la película de 1961. Ahí dejo eso.
Isaac Paskual
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5 de enero de 2022
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Nunca es fácil dejar de no comparar una versión actual de su versión original, y en lo que respecta a esta película ya un clásico del séptimo arte. West Side Story supuso en su día y en su primera versión una película que a mi parecer toco temas, bastante sensibles para la época, y no lo digo por la historia de amor miles de veces llevada al cine, porque es una adaptación libre de la obra de Romeo y Julieta de William Shakespeare; lo digo por el tema racial de la pareja protagónica y en menor y mas pequeña medida la idea de una joven vestida de varón para poder ingresar al grupo de los Jets. La primera versión data de la década del 60 plena época de cambios y revolución la revolución que hoy ya es moneda corriente, y razón por la cual era necesario adaptar esta obra a los tiempos actuales con algunas variaciones. A saber la incursión de la icónica Rita Moreno haciendo el personaje del dueño del almacén y amigo del personaje masculino principal, Tony. Según los comentarios del detrás de cámara la actriz quería que hubiera mas actores portorriqueños en el film cosa que no paso en la primera versión. Pues bien en eso debo decir que se hizo un cambio acorde y a mi parecer correcto puesto que en la versión original la secuencia del baile en la terraza, se hizo de noche como ocultando esa parte de la sociedad norteamericana. En esta versión la misma secuencia se hizo de día y con toda la comunidad portorriqueña en pleno, como símbolo de orgullo latino y de inclusión. Dejando de lado cuestiones de lo políticamente correcto debo decir que es una película que disfrute, si bien no me llego a conmover como la primera versión la cual tengo en DVD, se deja ver y tiene un colorido mas vivo, mas nítido y mas brillante que la otra versión. También los personajes principales están bien un Tony acorde interpretado por el actor Ansel Elgort, que debo decir me gusto en su papel y que ya he visto en otras películas y entiendo el por que lo eligieron para este papel. Y la actriz que interpreta a María esta bien también peeero todavía tengo en la nostalgia a Natalie Wood y ese final que aun hoy me sigue emocionando hasta las lagrimas.
Vanesa
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27 de febrero de 2022
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Y si no se le puede negar a Steven Spielberg es su versatilidad para encarar proyectos...nos hizo enfrentar tiburones, dinosaurios y alienígenas... dramas policiales, de espionaje y aventura. Pero sí que es sorpresa que encare el género musical y un ícono de la talla de West side story.
Son enormes los valores de este film y lo que más me sorprende es la poca repercusión que ha tenido, si se compara por ejemplo con La La Land y su tónica de "homenajear" filmes. Aquí el nivel en todos los aspectos va desplegando un sello propio: coreografías muy originales y de mucha fuerza, un vestuario adecuado en su explosión de colores predominando amarillos y rojos, la escenografía que va manifestando la decadencia de una época y los cambios que se avecinan en donde muy pocos tendrán oportunidades, sin importar a qué minoría pertenezcan...
Y la música! Spielberg recurrió a Gustavo Dudamel para la dirección orquestal, así la excelencia está asegurada en su expresividad..que encuentra en la pareja protagónica un rostro conocido como Ansel Elgort como Tony y a Rachel Zegler que sabe transmitir la fragilidad de María, pero también su fortaleza. Cada uno aporta su solvencia, y es muy emotivo reencontrarse con Rita Moreno ya no como Anita, sino una Valentina que ha visto y vivido muchos cambios.
Imágenes poderosas, sombras que se estiran amenazantes, las rivalidades que pre-existen buscando rabiosamente motivos para enfrentarse y terminar siempre en tragedias.
Beatrix
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4 de marzo de 2022
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West Side Story - 2021

Sólo tres películas en la historia del cine superan los diez Oscar que la “West Side Story” de Robert Wise consiguió en 1961. Y hace falta atrevimiento, mucho valor y seguridad en uno mismo para reproducir 60 años después un musical imbatible, icónico y el más deslumbrante que, probablemente, jamás hayamos visto.
Y quién sino Steven Spielberg, conocido como el rey Midas -innecesario aclarar por qué-, uno de los más grandes directores de cine, habría de aventurarse en un proyecto cuyo resultado, por arriesgado, bien podría haber empañado el final de su brillante trayectoria. Sin embargo Spielberg sale triunfante de tan incierta como peligrosa empresa.
Tony Kushner se permite algunos ligeros cambios en el guion que no colisionan con la primera versión. Como la aparición de Valentina, ahora viuda de Doc, un nuevo personaje interpretado por la inolvidable y sensual Rita Moreno que dio vida a Anita, la novia de Bernardo, en la versión original.
Spielberg respeta escrupulosamente la música de Leonard Bernstein y la letra de Stephen Sondheim, pero le imprime una tonalidad, ritmo y coloratura distintas, más vibrante y envolvente al capitalizar con enorme acierto las posibilidades que le brinda la tecnología actual. Misma que le permite ampliar la profundidad de campo, utilizar vertiginosos desplazamientos de cámara, increíbles tomas cenitales con drones altamente sofisticados, travellings impensables hace unos años y planos secuencia -como el que inicia la película- que se deslizan con la suavidad de un bailarín sobre una pista de hielo.
Spielberg toma algunas calles de la Gran Manzana para convertirlas en un grandioso espectáculo escénico con números musicales que, al ser rodados en exteriores amplios y luminosos, ganan en fastuosidad y colorido.
Los personajes de Spielberg son más creíbles, más reales, menos estereotipados y más acordes con el tiempo en que vivimos.
Rachel Zegler me enamora desde el primer instante, es la mejor María imaginable, enternecedora, fotogénica, más de carne y hueso, no tan ingenua, igual de soñadora pero menos cándida y almibarada, siete años más joven que Natalie Wood cuando hizo el mismo papel, por lo tanto una joven adolescente más próxima a la Julietta shakespeariana que canta y baila como los mismísimos ángeles.
Y aunque nada de esto hubiera sido posible sin su predecesora, espero que muchos adoradores de la mítica “West Side Story”, enemigos recalcitrantes de cualquier versión que modifique, aún levemente, la sagrada e intocable producción de Weise, cambien de opinión cuando vean la maravilla que el mago Spielberg se ha sacado de la chistera. Es la misma película de antaño pero distinta. Pura magia.
Larga vida al cine y larga vida a un director capaz de hacernos soñar y vibrar de nuevo 60 años después.

Emilio Castelló Barreneche
Rómulo
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8 de marzo de 2022
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En honor a la verdad, debo decir que en algunos aspectos Steven Spielberg ha logrado mejorar la West Side Story de 1961, inyectando en ella una mayor dosis de espectacularidad y brío. Y así, en esta nueva versión se favorecen las escenas rodadas en exteriores en detrimento de las artificiosas escenas rodadas estudio que abundaban en la película de 1961, destacando especialmente el fastuoso número de baile al ritmo de la famosa canción "América" en medio de soleadas y coloridas calles neoyorkinas abarrotadas de gente. Otra mejora muy publicitada ha sido la elección del reparto portorriqueño, más verosímil desde el punto de vista racial, y en el que se ha evitado, faltaría más, maquillar a casi todo el mundo de marrón, como se hizo ridículamente en la versión de 1961.

Pero en otros aspectos, acaso los más esenciales, el clásico de 1961 sigue siendo imbatible. Estoy pensando, sobre todo, en la desgarradora escena final, de la cual estuve viendo sucesivamente las dos versiones, con el fin de confirmar si esa impresión era o no cierta. Y lo era efectivamente a mi juicio. No voy a destripar los detalles, pero tras el acceso de cólera que se apodera del personaje encarnado por Natalie Wood al final, esta se derrumba y entra de pronto (poco antes de decir la memorable frase: "Te adoro Antón"), en un estado de dolor insondable, mezclado con una resignación desolada y una dulzura que encoje el corazón y provoca que las lágrimas acudan a nuestros ojos. En cambio, la por lo demás encantadora Rachel Zegler, en la versión de 2021, no logra conmovernos tanto; su interpretación en esa misma escena final no es que esté mal, pero resulta más convencional en su dramatismo, careciendo de la dulzura, sutileza, emotividad, y hondura que refulgía en la soberbia interpretación de Natalie Wood. Algo parecido, por cierto, se puede decir también de Ansel Algort, bastante menos conmovedor en esa icónica escena final que Richard Beymer en la película de 1961.

Nos encontramos, en definitiva, con un notable remake que ha sabido mejorar algunos aspectos de la película original. En lo más esencial, sin embargo, la película dirigida por Robert Wise me sigue pareciendo superior.
alex
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