Election: La noche de las bestias

Si todas las películas de la saga «The Purge» van a ser igual que estas tres por favor; quiero: precuelas, secuelas, hipercuelas, sidecuelas, megacuelas, milisecuelas, protocuelas y todo tipo de cuelas que se te ocurran. Por fin en una película se profundiza en el tema de a quién beneficia la purga, me encantó. El nivel ni baja ni sube, sigue igual así que te hayan gustado las anteriores o no las hayas visto y empieces por esta, te va a gustar igualmente.

Me encantó ver a Elizabeth Mitchell, imagino que será ella, de protagonista después de haberla visto tanto tiempo en «Lost». También a Fran Grillo, vaya apellido ¡eh!, que está tan buenorro como siempre además de hacerlo bastante bien claro. Quizás me faltó un poquito más de purga pero aun así está bastante bien.

Si pudiera comparar esta película con la música sería con cualquier CD de Björk que sabes que aunque alguna canción pueda no gustarte es sinónimo de calidad.

Bonus track: posibles argumentos para otras películas. Los limpiadores del día siguiente a la purga se encuentran con un grupo que no quiere que la purga acabe. Y otro, los acontecimientos que llevaron a la primera purga, es decir, por qué se empezó a hacer, aunque ya lo sabemos se podría profundizar.

Tercera purga anual. Frank Grillo repite como protagonista en esta noche de las bestias, en la que conocemos un nuevo punto de vista como es el político.
La senadora interpretada por la Juliette de “Perdidos” quiere hacer cambios, así que no va a pasar una noche demasiado buena.
También aparece el compañero de Forrest Gump en Vietnam, como regente de una tienda.
La película es corta, y a pesar de no enrollarse y empezar pronto con la “caña”, tiene menos variedad de situaciones que la anterior, limitándose a las cacerías y tiroteos habituales.
Al menos introducen el debate político, así como la perenne idea conspirativa de que hay un grupo de poder absolutamente tirano que gobierna según los fríos intereses del sistema. Como debe ser, la crítica social está muy patente, más allá de las escenas de acción. La película arremete directa o indirectamente contra la sociedad estadounidense, que banaliza la violencia y donde las armas son un gran negocio. En esta tercera entrega también se ataca el fanatismo religioso.
Las escenas violentas, que podrían ser muy crudas, no lo son tanto y se contienen mucho a la hora de ser explícitas. Aun así, el ambiente es muy tétrico, macabro y tenso, yo diría que incluso más que en las anteriores.
En su contra, tiene una dirección de fotografía que deja un poco que desear. Demasiada oscuridad y sobre todo demasiado movimiento de cámara innecesario. ¿Por qué demonios tienen la manía de filmar así de un tiempo a esta parte algunos directores?
Tampoco me convence la secuencia de la Iglesia. Con una situación así, se podría haber hecho algo bastante más emocionante y espectacular. Creo que no llega a transmitir la tensión que pretenden, lo cual en parte sucede porque la escena es un poco parsimoniosa (antes de que se forme el follón).
A pesar de sus defectillos, sigue siendo un buen thriller de acción en la línea de la saga, pero que al igual que las otras dos, podría haber explotado un poco mejor su idea, que sigo pensando que podría dar perfectamente para una larga serie de televisión.

“Benditos sean los Nuevos Padres por dejarnos purgar nuestras almas. Bendito sea Estados Unidos, una nación renacida.” Con esta frase se inicia la deseada noche de la Purga, o al menos esperada por aquellos quienes creen en estas palabras, pues la cambiada nación ha empezado a levantarse en contra de esta sangrienta festividad. Siguiendo la pauta de las anteriores entregas, la trama se centra en el señalado día y esas horas de oscuridad en las que cualquier crimen esta permitido.

Mientras que la primera película – ‘The Purge’ – nos introducía en la casa de una adinerada familia para mostrarnos la realidad de una oscura sociedad, la segunda parte – ‘Anarachy’ – nos puso en la situación de varios tipos de clases sociales y creencias. A la par que la trama se iba centrando en enseñarnos una parte más amplia del alcance de la celebración estadounidense, el número de seguidores que no deseaba ver la ciudad repleta de cadáveres iba aumentando.

Llegados a este punto de la historia, en la que la creciente masa de personas en contra de la Purga esta igualada a los que valoran lo que la fiesta consigue, no es de extrañar que ‘Election’ haya querido insertar otro elemento importante en el relato: los padres fundadores. Aunque ya pudimos ver un poco de ellos en la segunda entrega, es en esta cinta, coincidiendo con las elecciones, donde el gobierno muestra su verdadero rostro.
Para leer más: http://proyectofreak.com/pw/critica-election-la-noche-de-las-bestias-sangrienta-sangrienta-democracia/

Al igual que Saw y otras películas de este tipo de género thriller/terror, van buscando variantes para poder seguir explotando la idea. Al igual que las otras, The Purgue agotó esas variantes. La idea sigue siendo atractiva, pero la trama que generaron dentro de este marco de "durante 12 horas vale todo", no genera nada. No obstante la película se deja ver. No aburre pero tampoco requiere de la atención del espectador. Ideal para ver mientras comés, cocinás algo o limpiás tu casa.

Espero que esta trilogía termine aquí ya que no se puede estirar más el chicle.

La idea tras la primera parte era genial. Una noche al año donde todo crimen es absuelto. Era tan sencillo y a su vez tan genial que solo por eso merecía la pena ver la película.
En su segunda parte (Anarchy) se estira el tema con la misma fórmula. Era floja pero se dejaba ver.
Y llegamos a esta tercera parte.

Supongo que para aprovechar el momento electoral americano donde se enfrentan Donald "pelomostaza" Trump y Hillary "antimanchas" Clinton, nos muestran algo similar.
Pero la cosa sigue en caída libre con unos diálogos bochornosos y una tensión nula.
Curiosamente, algo de donde se pudo sacar mucho zumo como es el "turismo asesino", pasa sin pena ni gloria con una simple mención y listo.

Mucha careta, mucha sangre y un mensaje tan simplón como evidente.