La vida de nadie

Argumento:

Emilio Barrero (José Coronado) es un economista que trabaja en el Banco de España. Tiene una esposa modelo, un bonito chalet y un hijo que le admira. Su esposa (Adriana Ozores) le está preparando una sorpresa para su cumpleaños; pero la sorpresa se la va a llevar ella, porque la vida de Emilio está basada en la mentira. Cuando conoce a Rosana (Marta Etura), una encantadora estudiante, el precario equilibrio de su vida se quiebra y todo se precipita hacia un inesperado desenlace. (FILMAFFINITY)

Juicio:

Uno de los mejores Coronado en una de sus películas más reivindicables. Una película difícil y notable que entrega la mejor calidad del cine español y tiñe de emoción y humanidad a sus personajes, los cuales son los claros conductores de la trama. Muy buena para ser española, la verdad.

Tercera adaptación al cine de la historia narrada por Carrère en "L'Adversaire". En este caso, a diferencia de las otras dos, la peli es española, y el trabajo del protagonista en la ONU pasa a desempeñarlo en el Banco de España. José Coronado no trasmite la tensión y misterio que despierta Daniel Auteuil, ni esa especie de languidez apática de Aurélien Recoing. Lo de él es más desenfadado, más de pícaro que da sablazos y se echa una novia joven, que de hombre amargado con una profunda herida en el alma. Es otra versión de esta historia de doble vida, con otro tratamiento y un punto de erotismo que las otras no tienen. Se diría que todo resulta más cálido y sureño, ya se sabe que los franchutes son más cerebrales y complicados. Hay que destacar la interpretación de Adriana Ozores en el papel de la sufrida esposa, eficaz como siempre, y la presencia de Marta Etura, en un papel de lolita ingenua y turbadora que (como no) trastorna al ya desequilibrado (o simplemente golfo) Coronado. Con todo, la historia funciona a su manera y mantiene su suspense hasta el sorprendente (dentro de lo que cabe) final.

Buena pelicula española en donde quizás se le puede reprochar a la misma como un hombre puede mentir a su familia a lo largo de 20 años que trabaja en un banco, siendo un ejecutivo importante y en realidad no hace nada. Como la esposa no indagó, ni conoció compañeros, ni lo llamo al trabajo ni nada. Pero más allá de eso vale la pena ya que nos muestra como esa vida idílica y construida como un castillo de naipes se va desmoronando poco a poco al conocer una joven y convertirse en amante. Como si una vez consumado el hecho todo comienza a volverse en su contra sumando mentiras mas mentiras hasta hacerse verdaderamente insostenible. La película se apoya en un trabajo muy bueno de Jose Coronado como ese padre de familia que vive exclusivamente para su hijo acompañando acertadamente Adriana Ozores y Marta Etura. Como epílogo me despido con una frase que resume el film " Lo relevante en la mentira no es nunca su contenido, sino la intencionalidad del que miente". Para ver.

Vaya, por fin una película netamente española, es decir; de fantasmas, no de los de las cadenas y la sábana, sino de los de verdad, cuantos "Emilio Marrero" hemos conocido.....¿Quien no tiene un cuñado, amigo, vecino, pariente, etc qué es el jefe del mundo mundial, "nada, hombre, si vas dices que vas de parte mía", luego llegas y el receptor de la frase: "Vengo de parte de fulano, soy amigo de mengano", te mira como diciendo; ¿quíen carajo es fulano o mengano", y ya cae que es uno que del que sólo conoce el nombre y poco más, y por buena educación te atiende el hombre o mujer, luego ves a tú recomendante y te dice. ¿Qué?, ¿les dijiste que ibas de parte mía, te habrán tratado bien no?, y tú miras al susodicho y con la misma educación que el receptor de la recomendación le dices: "si, si, bien".

Bueno, a ver hoy donde nos encontramos a "Emilio Marrero".

Esta película habla sobre un padre aparentemente normal, con una familia normal, con un trabajo casi normal que cuesta creérselo (aunque en un principio nos lo venden como una realidad). Pero, en realidad, el giro inesperado se da cuando se complica la situación liando dos historias que nos llevan a un desastre total que nos refleja una realidad más dolorosa que un picor de espalda.

Un drama que NADIE se puede perder ya que nos ayuda a detectar a un sector de la sociedad que es necesario detectar.