La fría luz del día

La película es flojita, pero como madrileño conozco de maravilla casi todos los escenarios de la película y bueno, al margen de la historia o los actores que están un pelín sobreactuados lo mejor sin duda son la gran colección de gazapos, fallos de raccord y burradas tremendas sobre Madrid capital, que seguro que al director le encanta y ha querido sacar todo lo más importante de la ciudad, pero tela... Sólo por poner alguna y no las más obvias que comenta todo el mundo, el chavalote protagonista y Verónica Echegui van hacia La Puerta del Sol, para ello viajan en Metro justamente en la linea 10, que no pasa por Sol, pero ellos se bajan y tachán! Están por arte de magia en la estación de tren de Atocha, sí, donde los arbolitos y los galápagos... Pero para rizar el rizo Veronica Echequi justo cuando se apea del vagón va vestida completamente diferente, y cuando el chavalote sale de la estación de Atocha está debajo del famoso Tio Pepe... Qué rápido el tio... Ni que fuera Superman... bueno sí lo es jejeje...

Lo mejor: No sé, no sé... algo tendrá...
Lo peor : Si Bruce Willis no está justo delante de Sigourney Weaver cuando le está dándo la réplica por favor que no se note tanto que no estaban los dos allí.

Una peli de acción ambientada en Madrid, persecución recorriendo sus calles y lugares emblemáticos, cosa que me ha emocionado bastante. Y de noche, y Sigourney Weaver pilotando un Range... por qué no. No ha debido resultar fácil filmar todo ello y con ritmo. Las críticas a la trama en torno al maletín no las comprendo. Una excusa para el suspense, recurso habitual del cine negro y de acción, un objeto genera la intriga. No es un peliculón, pero no merece ser ridiculizada.

Podríamos decir que es como se quedoó mi mandíbula después de ver semejante engendro de película.
Partamos que viendo los actores y el material del que disponen pensamos: esto promete; pero, señores y señoras, la desilusión llega a unos niveles nunca vistos hasta el momento.
Los actores parecen naufragar continuamente y ni Sigourney Weaver parece levantar esta película del Sr. Cavill ya ni hablar. Lo único destacable serían algunas de las persecuciones en la parte final del film.

Sin duda alguna, disponiendo de todo lo posible para hacer una buen film al final, esto no llega ni a telefilm de cuarta división.

JCVD es la película que puso en el mapa al director francés Mabrouk El Mechri, una combinación de Tarde de Perros con la filmografía de Jean Claudde Van Damme, el actor que se interpretaba a sí mismo en la propia película -a rememorar su monólogo de seis minutos donde repasa su vida y errores-. Cuatro años después le ha llegado la oportunidad de debutar en el cine americano con una película, todo sea dicho, que ha pasado de puntillas por las carteleras de todo el mundo. Lo raro es que el reparto daba para mucho más: Henry Cavill (el nuevo Superman), Bruce Willis, Sigourney Weaver, Caroline Godall, Colm Meany (breve aparición) y un par de actores españoles, Verónica Echegui y Óscar Jaenada, -La Fría Luz del Día está rodada en España, Madrid sobre todo-.

Qué nos cuenta: la llegada de Will (Cavill) a España de vacaciones para visitar a su familia, y como aparecen unos matones que les secuestran, pues el personaje del padre (Willis) es en realidad un agente de la CIA que tenía un doble juego con una organización criminal que va detrás de un maletín que está en manos de una jefa de la Compañía (Weaver). Will tendrá que recuperar el maletín y entregarlo si quiere volver a verlos con vida. ¿Lo conseguirá? Ya sabemos todos que sí.

Estamos ante una de las peores películas de 2012. Un disparatado thriller con un guión sin pies ni cabeza carente de sorpresas. Persecuciones, traiciones, conspiraciones, escenas de acción baratillas, y el peor MacGuffin* visto en pantalla desde que tengo conocimiento del término (¿De verdad a alguien le interesó que había dentro del maletín?), eso y más es La Fría Luz del Día, una película que por no acertar no lo hace ni en el título, pues la verdad, no viene a cuento de nada.

Los actores, uno por uno, por eso de ser la única razón para ver La Fría Luz del Día:

- Henry Cavill lo hace bien simplemente porque se pasa una hora y media con cara de angustia, seguro no es por el personaje, es porque se moría de ganas de escapar de un largometraje que no le va a reportar ningún beneficio a su carrera, menos a las puertas de estrenar Superman.

- Bruce Willis se está acostumbrando a papeles de quince minutos en producciones pordioseras (Setup, Fire with Fire). Por un cheque y unas vacaciones pagadas quien sabe si podríamos verle en Torrente 5 en un papel igual de irrelevante y carente de esfuerzo.

- Sigourney Weaver pasa por aquí solo porque no encontró el avión de vuelta tras Luces Rojas. Su carrera reciente es la prueba de que da igual el talento que tengas, si eres actriz y tienes más de sesenta años solo optas a papeles de m...

- La aportación española es una Verónica Echegui que aquí sigue siendo la Juani, y un Óscar Jaenada que ha pasado de ser Camarón a dueño de Fabrik.

Para lo único que sirve La Fría Luz del Día es para hacer turismo de Madrid y en especial de la misma Fabrik, discoteca donde suceden un par de escenas y la cual Cavill lleva una camiseta media película. Deplorable.

Se trata de un thriller correcto, sin más. Y ahora que lo pienso, quizás la palabra “correcto” sea demasiado generosa para este film. No es que sea una película muy mala pero es que tampoco es una cosa que quite el hipo, precisamente. La trama recuerda muchísimo a “Frenético” pero no consigue el captar el clima claustrofóbico de la película de Polanski. También me ha recordado en ocasiones a películas como “Target” de Arthur Penn o “Espías sin identidad” de Richard Benjamin, pero tenían un encanto de la que esta carece. Aquí hay espías, secuestros, dobles agentes, falsas identidades, explosiones, persecuciones… todo lo que uno puede tener para pasar un rato agradable y disfrutar de un film digno, pero no sé lo que pasa que la película no termina de arrancar. Será que la trama está trillada, que no engancha, que algunos diálogos son reguleros, que es bastante previsible o que hay giros de guión discutibles o que hay escenas que son definitivamente ofensivas a la inteligencia (esa caída de la moto de Echegui con ella con un mini vestido y no se hace ni un rasguño en la pierna, ni una miserable quemadura; o esa manera de curar una herida de bala en un pub con un poco de vodka y una cuchara). Será por todo esto que el film no me gusta.
También es interesante que un muchacho ponga en jaque a todo el servicio de inteligencia americano e israelí, no dice mucho en su favor. El mcguffin de la maleta es un poquitín cutre y ya se usó (y algo mejor por cierto) en “Ronin” que tampoco era nada del otro jueves, tampoco se entiende muy bien el motivo por el que la familia del protagonista son secuestrados, supongo que será porque algo había que hacer para poner a rodar el argumento y la relación de los personajes de Henry Cavill y Verónica Echegui con ese giro argumental es bastante cutre.
Por aquí se dejan ver Bruce Willis en uno de esos papeles tan suyos que hace en películas de calidad discutible, con el piloto automático puesto y con la mano extendida para recoger el cheque y de los que nos estamos empezando a acostumbrar (y a cansar); Sigourney Weaver que la mujer hace lo que le ofrecen y dignifica cualquier peliculilla del tres al cuarto con su sola presencia; y Henry Cavill, el nuevo Supermán, que adolece de una falta de carisma que preocupa antes del estreno de la nueva película del Hombre que vino de Kripton. También está aquí Verónica Echegui y Óscar Jaenada y no sé por qué cuando los actores españoles trabajan con actores extranjeros parecen tan sobreactuados, tan exagerados. Unos parecen naturales y los otros artificiales, no sé por qué.