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Corazones de hierro

Bélico. Drama Guerra de Vietnam. Recién incorporado a su pelotón, en la jungla vietnamita, el soldado Eriksson (Michael J. Fox) es testigo de un crimen brutal cometido por sus compañeros. Incapaz de permanecer al margen, se enfrentará al resto del pelotón, pero sobre todo al sargento Tony Meserve (Sean Penn), un hombre enérgico y carismático pero desquiciado por el horror y la brutalidad de la guerra. (FILMAFFINITY)
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Críticas 53
Críticas ordenadas por utilidad
4 de febrero de 2024
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Brian De Palma nos ofrece un nuevo ángulo desde el que contemplar los horrores de la guerra, la barbarie humana y el dilema ético y moral al cual se enfrentan un grupo de soldados que han de decidir si dar rienda suelta a sus instintos más primarios y animales o mantener cierto grado de cordura dentro de la cordura que se puede tener en el contexto de un ambiente bélico de supervivencia. Quizá sea de esas pelis del Vietnam que no desprenda un aura de grandilocuencia tan sobresaliente como en Apocalypse Now o Platoon, pero llega para ostiarnos con la mano bien abierta hasta en el mismísimo cielo de la boca. Porque ver esta peli duele y duele de verdad. Y es que la intrahistoria de la vietnamita dentro de la historia global es de las mas desgarradoras que se recuerdan y están diseñadas para despellejarte a ti, espectador, y que te des cuenta que los rifles y las metralletas no son las únicas pipas que pueden dejar heridas imborrables. Porque unas pipas están para disparar y otras para consolar, como bien diría el pelotón de "La chaqueta metálica" de Stanley Kubrick. Solo que aquí no sabemos cuáles disparan de verdad y cuáles consuelan a un combatiente desquiciado por el odio y la confusión de una guerra que aún sigue calando en los egos y subconscientes americanos.

Genial Michael J Fox para demostrar que no todo son viajes al futuro y que también se vale por sí mismo para que el espectador pueda sumergirse en un mar de dudas al verle entre la espada y la pared. Porque no es fácil tomar decisiones en según que circunstancias y no resulta apetecible navegar contracorriente en ambientes extremadamente hostiles. Y porque tampoco es fácil mantener un corazón de hierro que se muestre firme a tus principios y convicciones ante corazones de piedra que protegidos por la máscara de la soledad y la invisibilidad pretenden arrastrarte a hacer el mal por el mal y a joder por joder sin sentido ni sensibilidad. De eso va la peli y eso De Palma lo muestra a la perfección. Todo queda en petit comité entre los cinco soldados, la chica vietnamita y tú que decides ver lo hija puta que puede llegar a ser la gente y cómo la traición, la venganza y el asco más puro campan a sus anchas delante de tus narices. Los bajos fondos del ser humano expuestos al desnudo para vergüenza del Tío Sam y de la madre que parió a Manolete, que si no sabes torear, para qué te metes. Inocencias interrumpidas, juventudes arrebatadas y mentes amputadas de por vida por acto y gracia de unas banderas y estrellas con voz y mando para gritarte entre perdigones lo gilipollas que eres y lo poco que valen tus valores de honestidad y respeto. Porque eso de poner el culo para salvar a otros no vale nada si hay terceros culos de por medio con el poder suficiente para salir escaldados. ¡Hay que ser gilipollas!

Una peli oscura, de las que dejan mal cuerpo pero que tienen la suficiente fuerza para tragarte y hacerte sentir partícipe del cotarro. Imposible acabar de verla y preguntarte a ti mismo qué hubieras hecho tú si hubieras estado dentro de ese grupo de muchachos. ¿Hubieras sido team Penn o team Fox? ¿Quiénes habrían sido entonces tus enemigos? ¿Quién es el bueno y quién es el malo aquí? ¿Es bueno tener manga ancha cuando se es invisible a ojos de los que mandan?

LO MEJOR:
- Su grandiosidad reside en la sencillez de su trama.
- Levanta perfectamente unos cimientos enormes a partir del dilema moral.
- Te deja con la duda de que es posible que en realidad seas un hijo de puta y no lo sepas.

LO PEOR:
- Le falta algo que no le permite ser una obra maestra.
- ¿Quizás tus jefes sean unos hijos de puta y aún no lo sepas? Átate los machos...
JulesVincent
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10 de abril de 2011
10 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una de las primeras escenas de la desternillante "Tropic Thunder", Ben Stiller y Robert Downey Jr. recreaban una clásica escena de muerte en el cine bélico, que pasada por la mala leche de los guionistas incluía una babosa llantina de Downey Jr. y un festival de órganos de Stiller. Todo ello bañado por la intensidad y la exaltación propias del peor Hollywood. Al reconocer el claro referente que estos invocaban en esta terrible "Corazones de hierro", mi admiración por "Tropic Thunder" crece aún más. La película de De Palma reúne los peores tópicos del cine bélico -vietnamitas y soldados ensangrentados, buenos muy buenos y malos muy malos, música machacona, gobierno corrupto, dementes soldados- partiendo de un hecho real que además conecta esta cinta con la notable "Redacted" que el director parirá casi 20 años más tarde. La escasa sutileza de su mensaje, la irritante sobreactuación de Sean Penn y Don Harvey y su exasperantemente previsible desarrollo son las mayores lacras de una película torpe e intensa, en la que sólo son remarcables los primeros 15 minutos, la convincente y mesurada interpretación de Michael J. Fox, la profesionalidad del De Palma director en algunos pasajes y su buen manejo del suspense en dos momentos clave.
Nairdan
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23 de noviembre de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La tibieza del protagonista de Casualties of War (1989), dirigida por Brian De Palma y basada en un supuesto caso real, es la puerta de entrada de un mundo de horror y muerte para una desgraciada campesina vietnamita que durante la guerra resulta ser el objeto macabro de entretenimiento de un regimiento de soldados.

Por Nicolás Bianchi

Una atrocidad no puede justificar otra atrocidad. Ni ojo por ojo ni diente por diente, los hombres civilizados no deberían cobrarse el dolor con aberraciones porque eso los convierte, justamente, en lo que quieren exorcizar. En la búsqueda de la corrección permanente, el protagonista de Casualties of War, Eriksson (Michael J. Fox) resulta de una tibieza exasperante y demócrata. Hay daños que no se pueden remediar por más marcial que sea la justicia.

Vietnam es un horror. Jóvenes estadounidenses recién salidos de la adolescencia se encuentran con armas automáticas en las manos en medio de un calor pegajoso y una humedad insoportable, rodeados de mosquitos, víboras tropicales y vietcongs que los quieren matar. Los vietnamitas del norte tienen su causa nacional como estandarte. Los estadounidenses son los invasores. No hay un colonizador bueno posible. No se puede destruir una aldea campesina, un modo de vida, con buenos modales.

En ese lodazal de la guerra el personaje más simpático del regimiento, Brown (Erik King), recibe un balazo cuando la tropa está en un momento de descanso en una aldea campesina que hasta ese momento parecía amigable. Pero por la jungla y las plantaciones arroceras hay túneles y pasadizos que solo los locales conocen. El sopor de la tarde se rompe por un tiro que hiere malamente al querido camarada.

Sin descanso ni recreo posible el regimiento que conduce el jovencísimo sargento Meserve (Sean Penn) intenta vivir una noche de ocio en algo que se parezca a una ciudad pero las órdenes son claras: nadie puede salir del regimiento, es peligroso, la ciudad es de los vietnamitas que combaten por su libertad. A la frustración por la guerra, el tedio de la selva vietnamita y el rencor por el camarada caído se suma la imposibilidad del descargo sexual en un prostíbulo.

Entonces Meserve decide que el plan del regimiento que comanda para esa noche será aproximarse a la aldea campesina más cercana, secuestrar a la mujer más linda que encuentren y descargar en ella todas las frustraciones. El regimiento está integrado por el idiota Hatcher (John C. Reilly), el cobarde Díaz (John Leguizamo) y el sádico Clark (Don Harvey), además del tibio Eriksson y el general desencajado que interpreta Penn.

El núcleo central de la película es una larga cesión de tortura contra la joven vietnamita en la que está en pugna las posiciones de los distintos soldados con respecto a qué hacer con ella. Con el correr de las horas todo empeora. Cuando Eriksson tiene la posibilidad de salvarla, al menos, de una muerte que ya parece segura desiste porque teme ser considerado como un desertor. Quizás no para la justicia militar, si es que eso existe, pero tal actitud lo convierte en cómplice, por más que no haya participado, en apariencia, en las violaciones.

Por momentos De Palma le da un tono ensoñador a la película, como si a Eriksson le costara recordar con exactitud lo que ocurrió. No hay dudas del talento del director con la cámara, y aquí hay más tomas que lo prueban, aunque por momentos la historia redunde en golpes bajos y efectistas. El calvario de la joven vietnamita se expone con demasiada crudeza. A la hora de resolver la cuestión, por más basado en algo real que esté el relato, Casualties of War adolece del mismo problema que su protagonista. Parece saber qué es lo correcto pero queda a mitad de camino, matiza en exceso lo sucedido, cae en la tibieza de sostener que el problema son los soldados explotados por la circunstancia y no la crueldad que habita en ellos.
El Golo Cine
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21 de mayo de 2006
12 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brian de Palma dirige una película bélica en la que cuenta la historia de un grupo de soldados en la que Michael J. Fox se rebelará de su grupo tras coger a una chica, tomarla cómo presa y violarla. Se podría resumir así el argumento de la película.

Cuenta con un excelente reparto. Pero Michael J. Fox, quizá, es que lo tenga yo demasiado encasillado en el género de la comedia y se me hace difícil creermelo en un papel tan diferente. Sean Penn empezaba a mejorar en su carrera (especialmente tras el divorcio de Madonna con la que hizo una película vergonzosa) y esta es una de las películas causantes de ello, que le han llevado a convertirse en el gran actor que es en la actualidad. Entre el resto del reparto están algunos actores conocidos que cumplen con su labor.

El guión no está mal. Muestra la dureza de la guerra, pero es que lo de la chica dura demasiado. Esperaba que la película me enseñará otras cosas y que no se centrara sólo en eso, pero bueno por lo menos entretiene y no tiene una duración desmesurada lo que ayuda bastante.

En ocasiones se nota la mano de Brian, en otros momentos no. Pero en general está bien rodada y narrada pese a los fallos. No veo al Brian de Palma de otras películas suyas muy buenas pero tampoco veo al otro Brian de Palma de otras películas suyas no tan buenas.

En general una película interesante, dura, pero irregular.
Pataliebre
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8 de junio de 2012
4 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con el abandono en 1954 de su colonia de Conchinina los franceses dejaron el camino expedito para que los americanos entraran en un avispero peligroso por mor de la terminación de la guerra de Corea [1953] y del avance que en extremo Oriente significaba la vecindad de China y de Rusia. Propiamente la guerra de Vietnam [1961-75] se prolongó indebidamente con los presidentes Kennedy, Johnson y Nixon y supuso un serio contratiempo para una gran potencia internacional que no había conocido la derrota. Esta película, pese a estar rodada por un gran director, muestra de manera vaga el entorno de miedo y ataques en que se mueve un pelotón en la selva vitnamita siempre con la sombra de ser sorprendido por los guerrilleros del vietcong. El rapto de una vietnamita para abusar de ella está de más en una guerra en la que los soldados USA tenían más miedo que vergüenza. Por lo demás el director no se molesta en indicarnos el territorio que están vigilando las patrullas, el momento de la guerra, las estrategias y otras cosillas elementales en cualquier guerra, salvo que su intención sea entretener al respetable con unos descerebrados dando vueltas detrás de unos matojos. Con tanta y buena producción sobre Vietnam, es exigible que De Palma se hubiera esmerado en una mejor realización.
montipito
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