Ninja Assassin

Ninja Assassin es una película que reparte algo más que otras, dentro de lo que cabe en este género, en el que solo caben las artes marciales al cien por cien. El director que apenas tiene un currículum extenso ni mucho menos, con solo en su haber tres películas contando ésta, muestra lo que sabe hacer.

Aquí depende totalmente de las acrobáticas luchas que aparecen mayoritariamente a lo largo de la cinta, suponiendo que sin dudarlo la historia es un pretexto para tal cometido. Un cometido que lleva a la perfección por la hora y media que regala sobre el trasfondo que muestra el más puro y duro aprendizaje sobre el arte marcial de la escuela de los ninjas. Refleja hábilmente esa lectura sobre ese aspecto y también hace hincapié sobre todo más que nunca en la venganza, tratándose de una cinta de este apartado. Numerosas coreografías en la que los actores expertos en la lucha completan un trabajo excelente. El director aprovecha para explotar todo lo que puede, dando tintes del manga japonés encajándolo buenamente, y también dotándola de mucha violencia y sangre para dar más realismo al tópico de los ninjas.

Pero en lo que más falla Ninja Assassin es en su objetivo de lanzar una historia que sobresalga más allá de lo que transmite. Su guión es flojo y carece de una práctica elaborada. Los actores tampoco son conocidos y esa es otra manera más de no atraer al espectador. Y es que McTeigue empeñado en dar flashbacks del protagonista para dar a conocerle en profundidad no solo no consigue demostrarlo si no que aumenta un melodrama algo inútil que no llega a nínguna parte, solo a dar motivos para que la historia sea más constructiva, que no lo es.

Acabando el análisis de esta película poco más queda decir o destacar. El público que más puede disfrutar de este producto son los que siempre se han rendido al cine de lucha sin nínguna duda, y a los que no les termine de convencer, podrá llamar la atención de cualquiera por la grandísima técnica que muestra esta cinta a través de cada escena, solo se necesita tener ganas de explorar algo repetitivo pero con calidad y ser algo selectivo.

Está claro que Straczynski no se ha deshuevado con el guión: es un cliché con patas. Carne de videoclubero Steven Segal.

¿Y el resto?

Pues cosi comsá: las coreografías son notables, pero el montaje es fugaz. La sangre brota por doquier, pero el trabajo actoral está bajo mínimos. La ambientación no etá mal, pero Berlín no parece el lugar adecuado (cosa del budget, imagino). Rain es mejor luchador que intérprete y la historia, pese a apenas durar noventa minutos, no interesa.

Lo mejor: El salvajismo gore de las contiendas y algunos hallazgos de planificación.
Lo peor: El argumento es muy viejo y suena a desgastado.

Conclusión: Material para ver y olvidar.

La peor película para acompañarte en la siesta. Si has visto la primera escena lo has visto todo, así que no sigas que empacha. Ninjas por doquier y su protagonista desmenbrándolos con habilidad de matarife. Casquería con pretensiones. Si es una película de artes marciales carece de espíritu, si es una película gore sobran ninjas.
En la carta los ingredientes anuncian un plato apetitoso pero al chef se le va la mano con la salsa de tomate.

En el comienzo, tenía pensado verla cuando se estrenó. Pero el destino es cruel y sombrío y no me dejó. Entonces me metí en el mundillo del Kpop. Y con el Kpop, vino Rain. Y con Rain, a escuchar la discografía, ver las películas en las que sale... Y aquí está: Ninja Assassin.

¿Y qué me encuentro? Pues mucha, mucha sangre, cabezas cortadas, arena negra y mucha diversión. No le pedí casi nada a la película y ella en cambio, me dio muchas cosas. Rain, a pesar del poco diálogo que tiene en la película, cumple de sobra y respecto a su actuación, he de decir que muy bien (ver spoilers). Naomie Harris muy apañada ella también. Ozunu es magistral (su japoinglés aún más) y aparición especial de Joon Lee de la boyband MBLAQ. El hecho de que la película trascurra en Berlín le da un bonus importante. Luego se quejarán de que el cine ya no es original... pues ahí van dos tazas llenas.

En resumen, una peli ideal para ver con los amigos, reir un rato y alucinar con los actores y sus artes marciales. Y para las chicas, fangirlear con el surcoreano también.

La típica historia de un niño criado para ser un mercenario. No está nada mal la historia porque el género engancha desde el principio.
Película que vista a cámara lenta esta bastante interesante, tiene efectos que son una pasada. De principio a fin engancha.
Los paisajes son preciosos y no pestañeas ni un momento.
Se hace muy entretenida.