Academia Rushmore

En esta ocasión el director nos cuenta la historia de un estudiante de una escuela privada en EEUU que como bien dice el personaje de Bill Murray al comienzo: “Pareciera que tiene todo bajo control”.

Debido a nuestra educación cinéfila, artística o científica, nuestras creencias morales, nuestro entorno y hasta nuestro lugar de origen o residencia, desarrollamos unas filias y unas fobias. Hay cosas que nos placen y otras que nos aburren o aborrecen. Esto es simple, la naturaleza misma de las personas. Pues bien, supongo que la vida y costumbres del señor Anderson están en las antípodas de las mías.
No me gustan sus guiones ñoños y simplones, de los que me incomodan sobremanera los supuestos momentos de humor. No me gusta la elección de sus actores (amigotes) que me parecen forzados y ridículos en la mayor parte de su actuación, e incluso alguno con talento discrecional.
No me gusta su puesta en escena colorista y antinatural (aunque pretenda dar ese efecto). No me gusta que los personajes tengan la profundidad de un charco o los cambios de parecer de un esquizofrénico (¿acaso lo son el propio director y alguno de sus "amigotes"?).
No me gusta el ritmo y metraje excesivo de esta y en general de todas sus películas, chicle estirado para regalar una frase o momento de supuesto lucimiento a cada uno de los personajes (amigotes). No me gusta que la edad de los actores no se adapte a la realidad de los personajes del guión porque le quita verosimilitud (aunque sea una "supuesta" comedia como es el caso), dándose casos ridículos en esta película.
En resumidas cuentas, como tengo la mala costumbre de ver las cosas para opinar por mí mismo y no por boca de otros, he padecido el resto de películas posteriores del señor Anderson, siendo Academia Rushmore la última que me quedaba en la lista de su filmografía. Tras ello, masoquistamente puedo decir que es, sino el peor, desde luego el director de la actualidad más alejado de mis gustos, inquietudes y procederes.
Deseo fervientemente que no realice más películas.

No entiendo como este filme puede llegar a países iberoamericanos y desplazar en horas de cartelera y exhibición a películas autóctonas cien veces más reales, notables y con verdadero contenido de interés. Pero así es la vida, seguro que hay algunos críticos enchufados por no sé quién, en determinada prensa madrileña, que hasta la definen como "obra inteligente".

Se lo regalo, todo para quienes gusten empacharse con este tipo de engendros cinematográficos.

Brevemente, decir que los dos últimos usuarios, que han puesto un "1", no tienen ni idea, poner esa nota les delata, nada basado en objetividades, una opinión que no hace más que retratarles. Así que me animado a comentar esto.

Esta película es buenísima y le voy a dar un 10 para compensar en lo posible la desfachatez de lo comentado antes. Personalmente le pondría 8,5 y a nivel puramente de valor personal un 9 o más.

Esta peli mucha "chica", para empezar decir que tiene un alto valor ilustrativo para el colectivo de alumnos (y mayores) con Altas capacidades intelectuales y sobredotados ( conocidos popularmente como superdotados).

Contrariamente a lo que se le supone (equivocadamente) a un alumno superdotado, el protagonista tiene un fracaso escolar notable que contrasta con su creatividad, su interés en multitud de otras muchas actividades. Es un auténtico genio en el plano artístico.

La cuestión es que todo es muy al estilo Wes Anderson, un humor un tanto absurdo en apariencia que lo que encierra es lo propiamente absurdo que es la propia conducta de los mayores, de la sociedad y sus valores. La ironía aparece en muchas ocasiones (de ahí que haya personas que en su incapacidad para detectarla y disfrutarla se descoloquen, se enfaden un crean que están ante una peli mala, no es la peli, claro ;) )

Un chico inadaptado por todos lados, demasiado "listo" para una escuela centrada en los contenidos y demasiado "inmaduro" para estar a la altura de las circunstancias. Un adolescente en el mundo de los adultos. Un chico valiente, unos adultos desconcertados actuando como adolescentes y una historia de amor imposible.

Risas, emociones y situaciones sorprendentemente divertidas. No te la pierdas. ¡Que no!

Para poder disfrutar con esta película son imprescindibles varias premisas: entre ellas, fingir creer que el protagonista tiene 15 años y no los evidentes 18 que asemeja (y que el actor, en realidad, tenía), o aceptar algo tan inverosímil como que un señor cincuentón se haga amigo íntimo (sin mediar explicaciones) de un preadolescente. Las lagunas del guión son demasiado profundas, y las dudas sobre la verosimilitud de las situaciones se repiten sin cesar, por lo que estamos ante una peli para nada creíble, y que deja la sensación de que no nos han contado absolutamente nada.