Ahora me ves...

Estamos ante una película que se podría definir como un espectáculo de magia, que entretiene y engaña al espectador. Entretiene con sus trucos a gran escala al mas puro estilo David Copperfield y engaña, al hacernos creer que cuatro magos que no son mas que creadores de ilusión, aparecen ante la pantalla como cuatro dioses que lo pueden todo.
En esta película se ha llevado ese término al máximo, estrujando su esencia hasta deformarla, para crear una cinta con grandes dosis de ilusión, que son reveladas poco después por sus protagonistas.
Da la sensación de que mas que cuatro ilusionistas, parece que nos encontramos ante los cuatro fantásticos de Marvel, pero sin poderes reales.

Podría haber sido mejor película, si los cuatro protagonistas no actuasen con tanta prepotencia, al fin al cabo son solo ilusionistas que engañan a la gente para hacerles ver lo que ellos quieren.

En cualquier caso, es una película que puede interesar a todo aquel que disfrute del ilusionismo a gran escala, combinado con pequeñas dosis de acción y misterio.

El cine y la magia son dos espectáculos muy parecidos aunque sus métodos sean difernetes. En ambos casos se practica un juego de ilusión ante el espectador. Quizás en el caso de la magia, el trabajo del mago consiste en hacer desviar la atención de lo que verdaderamente le interesa para sorprenderle, mientras que en el caso del cine es más en el sentido de crear un universo particular y ser capaz que el espectador entre en dicho universo. Cuando suelen coincidir es lógico pensar que asistiremos a un juego de engaños, dobles sentidos y muchos giros y sorpresas.

En este sentido, el film, dirigido por Louis Leterrier no decepciona. Cuatro magos (interpretados por Jesse Eissenberg, Woody Harrelson, Isla Fisher y David Franco) son reclutados por un misterioso personaje, para realizar unos trucos que genera una gran expectación, así como la intervención del FBI (Mark Ruffalo) y la de un mago retirado (interpretado por Morgan Freeman) cuya principal actividad es desenmascarar falsos mediums.

Leterrier sabe imprimir a las imágenes el dinamismo requerido en este tipo de películas, haciendo que su cámara se mueva de un lugar a otro con rapidez, y con una puesta en escena bastante aceptable. Además el reparto en el que además de los citados podemos encontrar a Michael Caine en un breve papel, está correcto sin grandes aspavientos. Claro que en este caso, no basta con saber colocar la cámara y realizar un montaje ágil, sino que los grandes méritos del film se los llevan los guionistas, con diversos giros hasta llegar a una resolución no esperada pero que en buena medida sorprende y complace al público. Claro que en el caso del cine, a diferencia de la magia, el truco consiste en escamotearle información importante al espectador.

Sin negar que el film puede enganchar, sobre todo debido a que sabe canalizar el interés del espectador hacia donde le interesa llevarlo, también es cierto que funciona debido a la escasa profundidad en el retrato de los protagonistas. Salvo la presentación de los magos, casi al estilo "Ocean's eleven" prácticamente todos ellos son personajes planos, poco definidos y sólo sabemos que son muy hábiles con las manos.

Además, al marge que la resolución pueda sorprender más o pueda sorprender menos, pese a que se esboza cierta crítica contra una sociedad opulenta que trata de mantener su posición a base de engañar a la mayoría de la socidad con trucos propios de trileros, lo cierto es que tampoco hay mucho interés en desarrollar la idea, y queda trazada sin más, casi más como excusa o anécdota que como cualquier otra cosa.

De todas formas, si no se tienen grandes expectativas y te dejas llevar por el juego que proponen no cabe duda que conseguirás entretenerte con esta historia. Si además eres de los que les gusta que te engañen en el cine, será una de tus películas de cabecera.

La encontrarás muy entretenida, te la verás del tirón. Y eso es lo peor, pues su podrida naturaleza se adherirá a tu cerebro y no te vas a dar cuenta de lo nociva que es hasta una vez que termine.

La sensación es la misma que la de estar tomando una deliciosa bebida de dulces frutas que cuando la sorbes sabe a ambrosía, pero con cada trago que das te deja un regusto a vómito. Lo ingieres a traición, porque la apariencia y la primera impresión te dicen que se trata de algo muy bueno. En cambio si la envoltura fuese repelente la reacción no sería de tales dimensiones, ¿pues qué sabor te podrías esperar encontrar en una sustancia de color feo y que desprende peste?

Su ritmo, trepidante, y sus actuaciones, de primerísimo nivel (todos están muy bien, pero me quedo con Micheal Caine, majestuoso) en realidad son una gran mentira. Una farsa, una estafa, un timo. Todo lo que te puede gustar de esta película en realidad no es así, cada diálogo, cada amago de caracterización de algún personaje, cada intención de desarrollar la trama, todo es falso, una sucia y rastrera ilusión.

Recuerdo que al final de la película 'El Truco Final' hay una frase que dice algo como: "Vamos a ver espectáculos (de magia) porque en el fondo lo que queremos es que nos engañen". Y es cierto. Y vamos a ver películas buscando que nos sorprendan. [Cada uno tiene su propio concepto de sorpresa en el cine]. Sí, pero yo, por ejemplo, busco historias con sentido y que me entretengan de un modo u otro.

Soy amante de los giros inesperados, pero no me gustan las imprecisiones ni los cabos sueltos, y aquí está claro que han ido escribiendo el guión sobre el camino, el cual es un calamitoso insulto a la inteligencia del espectador, y tan solo la manera de la que está planteado es una ofensa a los personajes que integran la dicha historia, y a su propia condición de guión.

La película entera es un cabo suelto y ni siquiera se ha molestado en disimular lo más mínimo para pulir un poco todo ese engaño, para que el espectador pueda poner un poco de su parte para darle su propio sentido, o simplemente aumentar las probabilidades de que se quede impresionado o dé por bueno un desenlace. Es lo que suele suceder en bastantes casos. Pues aquí nada más lejos, se trata al espectador por idiota por toda la jeta sin el menor miramiento.

Película sin ningún sentido. Trama absurda, historia de amor absurda, todo metido con calzador, nada tiene una unión lógica ni un nexo ni rigor alguno... Todo son efectos 3D absurdos y unos magos que mas que magos parecen súper-héroes con poderes místicos.
Escenas atropelladas, personajes que intentan parecer épicos pero lo que parecen son gilipollas medio borrachos... en fin...
Creo que los que han hecho este bodrio han pensado que el público es idiota y se tragaría cualquier cosa, y lo cierto es que en parte tienen razón, por desgracia.
No la voy a calificar como basura pero me quedo cerquita.

El mejor truco del cine no es mostrar la realidad, sino hacernos soñar y creer en cosas fantásticas. Y "Ahora me ves" es exactamente eso: un fenomenal truco de magia que hará volar tu imaginación y te hará disfrutar durante toda la película.

Ya no solo por la historia, original y contundente, sino por las interpretaciones. Los personajes son muy graciosos y carismáticos, con unos diálogos muy fluidos, a destacar el (como siempre) fenomenal Morgan Freeman, en uno de sus pocos papeles de villano. ¿O es el bueno? La película es tan amplia que no sabes quién es realmente el protagonista: los Cuatro Jinetes (los magos), el equipo de policía, el personaje de Freeman...

Además, la magia que se muestra es tan creativa... Roban pasta de un banco situado a millones de kilómetros, flotan en burbujas gigantes, los magos se desintegran en dinero (no considero esto spoiler por salir en los trailers) y un montón de cosas más. Son increíbles, remarcando el in- de INcreíbles, porque hay algunos demasiado inverosímiles. Pero pocos.

¿Momentos un poco previsibles? Sí. ¿Personajes poco desarrollados? Puede. ¿Giros de trama confusos? Seguro. Pero eso da igual, porque ahora verás una película con encanto, buena dirección y un gran truco de magia que "asombrará al mundo".