A Scanner Darkly (Una mirada a la oscuridad)

Hablan, hablan, hablan pero no dicen gran cosa. Una situación se sucede tras otra, pero la cosa no avanza. Espero largo rato que algún personaje me sorprenda, pero todavía estoy en ello. La estética es anómala, dicen que justificada por lo del escáner y el tono onírico-alucinógeno del asunto, pero a los dos minutos ya te has olvidado de ella porque el aburrimiento te ha poseído.

En fin, una flipada más del casi siempre incomprensible P.K. Dick, en este caso en torno a las drogas, sus efectos sobre el cuerpo y el tratamiento social de la cosa. A mí me ha parecido un muermo en toda regla, pero aseguran que es un peliculón. Aunque creo que por tratarse de una de esas pelis que no ve casi nadie, que no son comerciales y todo ese rollo. Venga, a disfrutarla.

Es innegable que, haciendo hincapié a las características técnicas del film, el efecto retroscópico es una interesante idea, no únicamente cuanto a lo innovador del tema sino también porque le dota de la atmosfera paranoica y delirante perfectas para un mundo del futuro reciente en que la droga es un verdadero hecho social.
Tampoco tengo quejas en cuanto al reparto en general: Keanu Reeves no destaca especialmente en su papel y me parece algo justillo, aún así se salva(nunca ha sido fruto de mi devoción) y me gusta bastante Robert Downey Jr., como excéntrico-paranoico escupemierda pero carismático, se ensalza en el conjunto.
La película pero acaba resultando muy aburrida en su segunda mitad entre tanta berborrea filosófica y hace que lo que al principio parezca una interesante adaptación de la novela de Phillip K. Dick sobre una sociedad futurista envuelta en la sombra de un Estado totalitario hipercontrolador que es capaz de adentrarse en lo más profundo, oscuro, tétrico del ámbito privado y íntimo de los individuos sin su consentimiento como medida preventiva, para acabar por someterlos a su voluntad y un divertido relato paranoico y algo introspectivo (después para nada será así) sobre quatro amiguetes y sus desdichas con la droga (la sustancia M) en la cotidianiedad; acabe siendo un cúmulo de situaciones hilarantes y surrealistas, eso sí, pero que finalmente te lleven a una desorientación total entre tanta confusión realidad/ficción y palabrería en el contexto, creyendo además que hayas dado con el remedio para combatir el insomnio.

Ideal para: amantes de la obra de Phillip K. Dick y de los largometrajes técnicamente innovadores y formalmente originales.

Contraindicado para: el resto de los mortales.

Una mirada hacia las profundidades del alma humana y las preocupaciones de la ética subjetiva, en esta trama de intereses económicos y como estos acaban por alienar al individuo, basada en un relato del gran Philip K. Dick. Se podía haber filmado sin rotoscopia, pero, ¿habría resultado tan interesante en el plano visual?...

Esta, por momentos, delirante, incomprensible y paranoica película nos narra, con los consecuentes fríos hechos, lo perjudicial de una sociedad hiperdrogada, como es la nuestra. La soledad del drogadicto. Las merecidas o inmerecidas consecuencias. Negativamente, digo negativamente porque no soporto a Tarantino, el guión, en ciertos momentos es ciertamente Tarantiniano (incluida la confusión, los tacos, las perillas), pero por los momentos duros, por la animación y por Winona, merece la pena verla.

Interesante película que habla sobre un futuro en el que el consumo de drogas es legal. La animación, sin duda alguna, es lo más conseguido. Aunque el argumento puede llegar a ser difícil de seguir durante algunos momentos, la película logra mantener el pulso narrativo, no se hace lenta. Gran papel de Robert Downey Jr y un buen ejercicio de reflexión.