La casa de mi abuela

Es como si viésemos ua nueva entrega de Documentos TV pero en esta ocasión sin la existencia de narración en off. La cámara intenta suplir a ese narrador con enfoques reveladores y rebosantes de lirismo y sabe aprovecharse a la perfección de la absoluta transparencia de las personas (pues apenas son personajes) que van apareciendo en pantalla. Es profundamente conmovedora la realidad de esas vidas que radiografían con total naturalidad, no una, sino varias generaciones pasadas, cuyo nucleo interno era de una rotunda simpleza, pero a la vez de una dureza y resistencia incomparables.

No obstante y a pesar de lo antes mencionado se hace muy pesada. Para ser sincero, me ha costado terminarla. Una y otra vez incidiendo en la misma llaga aunque la dirección intente oxigenar presentándonosla desde distintos capítulos. Se hace larga a pesar de sus ochenta minutos. Le falta, no sé, dinamismo, diversidad, otros elementos de choque distintos a la niña, que tiene un peso más bien anecdótico. El pescado se vende demasiado pronto y después todo es demasiado predecible. Antes de la mitad ya intuyes lo que va a venir y a qué misma velocidad constante y adormecedora. Y conste que me duele decirlo pues el intento es admirable, porque hay que defender contra viento y marea a los pocos que hoy día intentan escarbar en nuestras realidades, para mostrar la crudeza, la tristeza, la miseria, la ruindad y en definitiva, todas las carencias de las que el ser humano es creador, portador y transmisor como ningún otro. Y esa posición siempre es un viaje con pocos compañeros, sin apenas apoyo y de muy poco atractivo social.

- Ánimo Aliaga, aunque me he aburrido, me gustas como compañero de viaje.

Cuando leí la sinopsis de "La casa de mi abuela", me imaginé un documental acerca de la vida en su plenitud, me imaginé una historia, o por lo menos la historia de Marita y su Abuela, sin embargo, creo que la manera correcta de referirse a la película es describir que se trata de "la casa de la abuela", y no de sus personajes principalmente. "La casa de mi abuela", es un documental que nos habla de la ternura, la realidad cultural occidental, el etnocentrismo, lo que tenemos que hacer por necesidad. Es un documental enternecedor, que no se olvida facilmente, y que logra lo que no muchas peliculas...hacer pensar.

La casa de mi abuela es una película donde millones de personas se verán identificados con la relacion de la abuela y la niña. Contada con mucho sentimiento, podemos ver una película donde nuestro corazón pasará por muchos momentos y emociones. Algo diferente al cine actual. Una película que no os tenéis que perder.Estareis tan cerca de los personajes que casi podréis tocarlos. Una película excelente de las que hacía mucho tiempo que no veía.

Ganadora de varios galardones en diferentes festivales (Taiwán, Toronto, Miami, Amsterdam) y nominada como mejor documental en los premios de cine europeos, la opera prima de Adán Aliaga es una entrañable película que va más allá de la relación entre una abuela y su nieta. La destartalada casa en la que vive la mencionada abuela se convierte, por deseo expreso de su director, en un personaje más: es el hogar en el que Marita ha residido durante 50 años, desde que su marido lo construyó. Ahora, los intereses inmobiliarios de la localidad obligarán a la anciana a abandonarlo. Seremos testigos de cómo el supuesto progreso arremete sin contemplaciones contra la dignidad de una esforzada mujer que vive su vejez con coraje pero también con desilusión.

Pues eso, que supongo que no la he entendido, que es lo que te dicen los "entendidos" cuando no te gusta una peli de estas.
En concreto con esta, si a los diez minutos no te gusta, no hace falta que sigas, es todo lo mismo. Tampoco no sé exactamente qué se nos intenta contar. No es una historia con principio y fin...
Me da pena haber perdido mi tiempo con ella