Autopsy

Autopsy es de esas películas que va a dejar a los aficionados el regusto de asco y miedo pegado en el cuerpo; y me refiero a los aficionados al Slasher de los 70, cuyo máximo exponente es "La matanza de Texas", no a la época dorada de los 80 donde para mí si se convierte en subgénero, con el perdón de los fans de Jason y Fredy Kruger; y por supuesto a los aficionados al gore de finales de los 70 y primeros de los 80, con Lamberto Bava siguiendo los pasos de su padre Mario y de Dario Argento.
Autopsy creo que es un homenaje a estos dos géneros que tanta afición tienen. No es un peliculón, eso está claro, pero tiene su ¿no se qué? que nos recuerda los clásicos de hace 30 años.
La película tiene una factura creo que más que correcta, un hilo narrativo coherente, unos cuantos más que buenos sustos, personajes siniestros, y los clásicos niñatos, con dos niñas monas y el clásico patoso.
Simplemente con recorrer los pasillos del tétrico hospital ya nos entra canguelo y, el siniestro Dr. Benway, que junto con el camillero y su farmacia de drogas de todo tipo me parecen inspirados en el mítico Dr. Benway de "El almuerzo desnudo", el clásico de William S. Burroughs, en un guiño a uno de los integrantes más polémicos de la generación "Beat" norteamericana.
Así que les recomiendo que apaguen las luces y se dejen embriagar con la siniestra atmósfera que genera Autopsy.

Tras sufrir un accidente de automóvil cuando volvían del carnaval de New Orleans, en el que atropellan a un hombre que viste una bata de hospital, aparece una ambulancia de la que se bajan dos inquietantes sujetos que tras recoger al moribundo del suelo sin ningún miramiento, como si fuera un fardo, recomiendan a los cinco amigos que les acompañen al hospital para revisar su estado físico.
A partir de aquí y hasta el final, e íntegramente entre la paredes del hospital, tenemos a los cinco jóvenes pasando las de Caín debido a las variadas atrocidades a la aquí son sometidos por un mad doctor, una enfermera y los dos de la ambulancia que resultan ser dos sádicos ex convictos, especie de chicos para todo del mad doctor.
Cuatro piojosas escenas gore, eso es todo, ni un mínimamente atractivo argumento, ni una gota de humor en condiciones, ni nada por lo que merezca la pena enchufarse este castañazo.
Prescindible.

Desafortunada cinta con gran cantidad de sangre, en realidad muchísima. Incontable número de vísceras y órganos adornando la ropa y los suelos de este hospital diabólico. Y un grupo de personas con un gusto por descuartizar y experimentar con gente viva que pocas veces habrás visto antes. Una cosa que me sorprende es el nombre, que si bien evoca el abrir las entrañas a una persona, no parece encajar en una cinta donde a todos las personas a las que ves trocear están perfectamente vivas. Probablemente sea porque no existe ninguna palabra para definir claramente lo que ocurre aquí.
El director tenía claro lo que buscaba. Conseguir una enfermiza película con tantas escenas sacadas de tono, tantas mutilaciones y otros tipos de actos grotescos, que fuera difícil superarla. En realidad lo consigue, pues los fragmentos donde ves a estos dementes juguetear con sus presas es detallado, claro e incómodo. Tal vez estés acostumbrado a ver gore, pero esta vez no tiene nada que ver con un bicho reventando por la acción fantástica de una escopeta recortada. Esta vez tiene mucho más que ver con un niño arrancándole las alas a una mosca, pero en vez de inofensivos insectos probado con personas. En general la impresión que tenemos al verlo todo según las pobres cobayas que son los jóvenes es de una crueldad inenarrable. Si bien esto parece que complacerá a los aficionados del género, es una realidad vista muchas veces antes, que una película no puede sostenerse solo a base de impactos visuales, si no hay detrás a un director que sepa dotarla de interés, que le de un ritmo firme. No es lo que tenemos aquí. Encontramos muchas idas y venidas de la protagonista por la misma escalera y los mismos pasillos, haciendo poco o nada interesante. Creo que enseñan cada rincón del complejo, y todo para no verla llegar a ningún sitio, solo a la siguiente cámara de los horrores. Claramente esta cinta adolece de buena planificación entre las escenas repulsivas. Estas, no son del todo malas, pero lo visto entre ellas es lento, monótono y aburrido hasta producir dolor en los ojos.
La interpretación es desigual, no esperas nada de los jóvenes actores implicados y tampoco lo obtienes fuera de interpretaciones planas y poco creíbles. A los veteranos se les ve curtidos y salen mejor parados de este envite, pero no gracias al material con el que cuentan. El director obvia la casi obligatoria retrospección de la vida de estos muchachos, volcándose en el sufrimiento recibido, pero provocando con ello que no nos interesemos demasiado por su suerte. El desaprovechar miserablemente a Robert Patrick, que si bien no es un actor de renombre tiene cierta calidad, con tan poco tiempo en pantalla y centrarse en estos actores noveles también muestra lo mal planificada que está la cinta. Este actor era un baluarte y explicar mejor su locura hubiera ayudado a mejorar la profundidad de su personaje y así la película.

La verdad es que ya no sé ni si debería molestarme en escribir esta crítica, ya que "Autopsy" parece más un capítulo de una serie de las peores que no un film tipo slasher. Simplemente quiero prevenir a todo aquel fan del terror de que esto es una mierda de película.

La historia comienza de golpe y sin una mínima presentación de los personajes. Unos jóvenes borrachos tienen un accidente de coche en una carretera perdida y son llevados, por una ambulancia, a un hospital (más perdido todavía) donde un médico loco les torturará de mil formas diferentes.

El nivel de terror y tensión que uno llega a sentir visualizando cada minuto de este bodrio infecto, solo puede ser comparado al terror producido por las pelis de Tim Allen o las de Steve Martin (no sabría decir cual de los dos me da más pavor). Los sustos, estratégicamente colocados, son todos exactamente iguales, es decir: una persona pasea por un pasillo o habitación del hospital y de repente aparece alguien que le golpea con el consiguiente y exageradísimo subidón de volumen...eso es todo. Y así hasta 7 veces. Una verdadera lástima, la verdad. Hay otras formas mejores de crear tensión y aquí no aprovechan ni media.

El gore? Pues que les voy a contar... hasta pasados más de 45 minutos no hay ni una escena verdaderamente desagradable. Y eso que la peliculilla solo dura 86 minutos. De todas formas lo que se ve tampoco es para echarle flores, pues las pocas escenas sangrientas que hay están paupérrimamente rodadas y por desgracia se les nota a la legua que tiene menos presupuesto que "El proyecto de la bruja de blair" (obra maestra del género a mi parecer).

De los actores mejor ni hablar, son más lamentables, si cabe, que las propias escenas gore. Sí, ya sé que en este tipo de pelis los actores son lo de menos, pero es que comparándolos con los de "La matanza de Texas" o "Las colinas tienen ojos" estos últimos son de Oscar, ¡¡es que ni el mismísimo y carismático Robert Patrick roza lo aceptable!!

Lo dicho, una mierda de peli para olvidarla de cabo a rabo.

"Autopsy" formó parte de las ocho películas presentadas en el After Dark HorrorFest III llevado a cabo a comienzos del año 2009. Quise ver "Autopsy" porque otra película presentada durante la misma edición de este festival de películas de terror, "The Broken", me impresionó gratamente.

Ingenuamente pensé que las películas seleccionadas tendrían similar nivel pero "Autopsy" me ha decepcionado en gran medida. Es la historia de unos jóvenes que después de disfrutar del "mardi gras" en New Orleans, sufren un accidente automovilístico sin grandes consecuencias pero terminan en un extraño hospital donde les hacen una revisión médica. Allí pasan por increíbles situaciones (cuando digo increíbles es porque no hay forma lógica de que sucedan) orquestadas por un médico orate y sus tres no más cuerdos ayudantes.