Tren nocturno a Venecia

Tengo que decir que yo también vi la película en el cine, y que haciendo memoria os diría que es de las peores películas que he visto nunca. Pero que curiosamente es una de las películas en la que he reído más, y hasta se me han saltado las lágrimas de tanto reír.
Evidentemente el efecto, no era el deseado por el director. Pero esto es lo que consiguió en la sesión nocturna a la que asistí.
La sala de cine, entera, empezó a reír en una risa histérico-colectiva, ante el espectáculo que estábamos presenciando. Finalmente uno del público, el único que no reía, llamó al silencio, desapareció el hechizo, y yo y mis acompañantes marchamos de la sala sin ver terminar este bodrio que supongo no mejoraba en la última media hora que me perdí.

Me resulta incomprensible como uno de los actores con más gancho de los 90, emblema de la comedia romántica actual de calidad aceptó protagonizar este bodrio sinsentido. Desde el principio hasta el fin, la cinta no es más que un conjunto de estupideces hilvanadas por una supuesta trama que a medida que avanza el film resulta más grotesca e inverosimil. No hay suspense se mire por donde se mire y recuerdo cuando fuí a verla, todo el cine estaba muerto de risa. Cuando el espectador se ríe en un momento supuestamente dramático, malo.....
Le agradezco a Carlo Quintero la tarde de risa que me proporcionó, si bien le ruego que se dedique a otra cosa. No obstante parece que ya lo ha hecho. Menos mal.

La película no es apta para los que utilicen el cine como un mero entretenimiento, es decir, para aquéllos que son como yo. Recuerdo perfectamente el tráiler de esta película y en ningún momento daba a entender que era una obra digna de ser estudiada, sino, simplemente, una película de suspense sin más complicaciones que adivinar de antemano qué estaba sucediendo. Por eso cuando la fui a ver pensé que me había equivocado de sala, pues es una película tan llena de símbolos que solamente los profesionales en desarreglos mentales y los políticos podrán verla más de una vez. Yo la fui a ver al cine y reconozco que no me arrepiento porque la ininteligibilidad de la película era tal que a partir de la mitad de la sesión los espectadores nos mirábamos y nos reíamos de cada una de las locuras que allí veíamos, además, salí del cine con la misma impresión que tengo ahora, 15 años después: Es la peor película de la historia.

Mi votación se debe, básicamente, a que no había nota inferior a 1. Por ello, MENOS puntuación apuntaría MAS acierto.

Recientemente he visto "The Room" de Tommy Wiseau, famosa por ser definida como "la peor película de la historia". ¡Que va! Simplemente es mala. Una de las peores, sino la peor, es, sin duda, "Tren nocturno a Venecia".

Llegué a ella por azar. Mi novia, su hermana y yo íbamos a ir al cine y como cada uno queríamos ver una película, decidimos hacer un sorteo. Tres papelitos en una bolsa. No me acuerdo que película quería ver yo, ésta, sin embargo, la eligió mi cuñada. Le gustaban las pelis de Hugh Grant. Hasta entonces. Y salió su papelito.

Ya en la sala empiezas a ver cosas raras en los créditos, así tras el crédito de director aparece otro de "supervisor de la dirección" o algo así. Eso ya empieza a mosquear. Antes de proseguir debo indicar que hago la crítica de memoria, soy incapaz de volver a ver tamaña basura. No quiero poner en peligro ni mi salud ni mi raciocinio.

Recuerdo escenas raras, como una especie de delirio en la que atisbamos una especie de orgia gay sadomasoquista en unos vagones de tren, con gente vestida de cuero negro y látigos, escenificando escenas sexuales, a Malcolm McDowell dando saltitos por las calles de Venecia con una capa ridícula y haciéndose llamar "Extraño", o una niña repelente andando por el borde de alguna construcción, todo ello con un montaje aberrante y una música espantosa. He conseguido olvidar las secuencias que ví, pero no olvidaré jamás la sensación que esta cosa me dejó. Me acuerdo que nos empezamos a reír con sonoras carcajadas en la sala de cine ante los despropósitos que estábamos viendo; había quién se iba de la sala, pero nosotros decidimos verla finalizar- ya habíamos perdido la tarde del sábado - un espectáculo así no se repite muy a menudo (quizás con "Druidas"...).

Pensando en McDowell no dejo de acordarme de aquella secuencia de "La naranja mecánica" que él protagonizaba, en la que una máquina le impedía cerrar los ojos y le obligaban a ver imágenes espantosas ¿Una premonición? ¿estaría viendo este filme?

Así, que si hay que hablar u otorgar el título de "peor película de la historia", seamos serios y pensemos que la medalla de oro se la lleva "Tren nocturno a Venecia", un auténtico disparate. Y sin Tommy Wiseau. Aquí no hay nada que se salve.