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¿Quién mató al coche eléctrico?

6,9
589
Documental Documental que denuncia básicamente las razones por las que los coches eléctricos han sido borrados del mapa desde el prometedor comienzo que los EV tuvieran en los años 90. (FILMAFFINIY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
29 de abril de 2007
35 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
De mala hostia... no puedes acabar de ver éste documental de otra manera, ¿por qué razón? porque las grandes empresas / corporaciones controlan como funciona el planeta y no podemos hacer absolutamente nada... mienten en tú cara, aprueban leyes a su favor mientras invalidan otras, falsean resultados y análisis a conveniencia (¿alguien se acuerda de "El Dilema"?), etc...
Hemos llegado a un punto como están mostrando ciertos documentales o reportajes cómo éste que nos ocupa o "Why we fight" en que a las grandes empresas (ya sea tabacaleras, armamentística, automovilística, petrolífera,...) no les importa que denuncien sus actos delictivos o moralmente inapropiados... son los amos, los señores feudales del nuevo siglo nadie les puede tocar, pueden hacer lo que se les antoje que saldrán impunes...
¿democracia? ja... risa me da, más correcto sería denominarlo pantomima... en el momento en que el presidente de un país, su congreso y su senado (y no hablo solo de los estados reunidos de playmobil, tierra de libertades y de genocidio de indios) son elegidos por directivos de grandes empresas que tienen negocios en sus manos de millones / billones de dolares solo queda como vía de escape al vulgo, a la masa informe la pataleta y el berrinche...
De verdad que va haciendo falta otra revolución... que asco...
Por cierto el documental es muy entretenido, didáctico y es ampliamente recomendable pero acabas quemado e impotente... avisados estaís.
lovekraft
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9 de julio de 2007
18 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenía tantas ganas de ver este documental que incluso había llegado a verme una entrevista que le hacían al director de unos treinta minutos sobre la película. Y como ocurre con muchas cosas que se esperan con ilusión terminan decepcionando un tanto.

Con un estilo un tanto patán como si se tratase de un juicio se repasa la historia del coche eléctrico y sobre todo los años finales de los noventa y principios de este siglo en los cuales los coches que usan combustibles alternativos han experimentado un gran desarrollo. Pero la gran pregunta que se establece y se trata resolver es cómo es posible que la industria automovilística gastase tanto dinero en desarrollar los coches eléctricos para luego no vender ni uno. Desde luego todos sabemos cuales serán las conclusiones finales con lo cual la esperanza esta en encontrar en la argumentación algún razonamiento lo suficientemente poderoso como para quedar grabado en la cabeza. Pero esa argumentación no llega y todo
lo que se nos dice resulta demasiado manido como para darle a este documental un gran puntuación. Lo que si hay que destacar del mismo es la gran calidad y cantidad de las fuentes consultadas tanta que casi no le da tiempo a cada una para decir algo interesante, !!!!!si hasta sale un antiguo director de la CIA opinando¡¡¡¡¡

Vamos en pocas palabras bien documentado, bien rodado pero o bien lo tenía que haber hecho más largo o quitar a gente porque queda demasiado denso y no llega a conectar en ningún momento.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
kaliyuga
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8 de febrero de 2009
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchos de ustedes se habrán preguntado cómo es posible que la ciencia no haya encontrado alguna alternativa al vehículo de gasolina. En realidad se encontró, pero una interminable red de intereses comerciales evitó su comercialización masiva y una mayor investigación en la mejora de los primeros modelos.

Muchas de las pruebas que expone este documental son irrefutables y algunas sorprendentes, como el extraño cambio legislativo de California, o la casi surrealista actitud de General Motors hacia el EV, con esa extrañísima publicidad y la posterior decisión de retirar y destruir todas las unidades puestas en circulación.

No me gusta el excesivo protagonismo de artistillas de medio pelo, como la ex-"Vigilante de la playa" Alexandra Paul o dos negritas encantadas de haberse conocido que parecen pertenecer al género tonto. Tampoco la falta de modestia, por no llamarlo de otra manera, de someter a "juicio" a los responsables.

Pero también hablan voces cualificadas y se sugieren ideas provocativas pero sensatas, como por ejemplo que la investigación del coche de hidrógeno no tiene ningún futuro y no es más que otra argucia para alargar la dependencia del petróleo. El limitadísimo impacto de este tema en general y de este documental en particular es otra victoria de los "lobbies" del automovil y el petróleo, así que no me queda otra opción que recomendarlo.
Felipe Larrea
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20 de octubre de 2008
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Divertido y escueto documental sobre un fenómeno ocurrido a mitad de los noventa, aunque con claras reminiscencias en los años 30, en donde una tecnología limpia en expansión, que tenía el papel de disminuir la dependencia del crudo en Estados Unidos, fue sepultada injustamente por los muchos intereses que se yuxtapusieron, creando un ejemplo perfecto de abuso empresarial y gubernamental, disminuyendo por ende los derechos de los ciudadanos.
La carismática narración de Martin Sheen sirve de guía para introducir a los entrevistados, que ocupan todos los huecos informativos de interés, aunque también hay espacio para los famosetes hollywoodienses de turno. Los expertos e implicados aportan la pluralidad ideológica, habiendo argumentos para que todo el mundo salga convencido. Debo resaltar el único esperpento que hay en este apartado. Las “víctimas” que encumbra el documental son ricos y ricachones que habían alquilado los prototipos eléctricos, pero se pasan la cinta lloriqueando delante de la cámara, mostrando al mismo tiempo que la desocupación y la falta de lecturas de Hegel pasan factura, por muchos cheques que extiendas al cabo del día. La frivolidad sensacionalista supone un lastre, aunque no deforma el contenido, pero sí lo solapa demasiado tiempo.
Desde el punto de vista visual, el documental ofrece un espectáculo ágil y entretenido, con un ritmo muy americano, por su cuidada puesta en escena y la ingente cantidad de imágines de archivo. Hoy por hoy, este detalle sólo se encuentra en América, ya que en Europa abusamos del entrevistado en un contexto aséptico que aburre y repele.
Los argumentos del film sobre la indecencia de los implicados son irrefutables. Tanto la Administración Clinton, como la de Bush, pasando por el gobierno en California, la industria automovilística y petrolífera, son considerados sospechosos de matar al coche eléctrico, por su codicia temprana e irresponsabilidad con el futuro. Este mundo pegará un petardazo gracias a esta gente y a otra de la que no se habla, porque en Europa automóviles eléctricos tampoco hay, así que no miréis al amigo americano con el ojo revirado por este tema, que hay un establo lleno de paja húmeda en nuestras retinas.

(En el spoiler no revelo nada, sólo hay un anuncioe
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
I m feeling good
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30 de diciembre de 2007
13 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me imagino a un director joven diciendo "tengo todos los ingredientes para hacer una gran película y ahora... voy a cagarla como nadie".

Como película no vale demasiado, no mantiene un buen ritmo, la banda sonora cansa mucho, carece de trama porque no narra unos acontecimientos concretos sino que da saltos de una materia a otra y de un momento a otro olvidando incluso las fechas de los hechos que narra. Como trabajo científico, si es que pretende ser eso, se queda sumamente coja al no percibir que el coche eléctrico se alimenta con electricidad y que dicha electricidad se extráe sobretodo de centrales nucleares y térmicas sumamente dañinas para el medio ambiente y perjudiciales para nuestra salud. Tan sólo al final hace una reseña de dos frases sobre la capacidad del hombre para obtener energía eléctrica del sol y el viento, pero no es suficiente porque en ese tema, como todos sabemos, hay que profundizar o callarse.

Me muestro a favor del contenido ecologista de la película, y me siento ofendido porque se detuviera el progreso de ese modo con el coche eléctrico, sin embargo reconozco que la película es mala por como se rodó y se montó. Además es una auténtica tortura para todo aquel que no se sienta sumamente identificado y solidarizado con el tema.

Aún así, si a alguien le interesa el tema no está de mas tragarse esa hora y media. Sacas algunas conclusiones nuevas.
Germinal_Valiente
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