La guerra invisible

Es un poco obsceno que, precisamente, se dé voz a estas mujeres y ni siquiera se mencione a las mujeres civiles iraquíes o afganas, pero es fácil deducir (incluso para quien no quiere saber) qué les está pasando, cuando miles de mujeres soldado americanas son violadas por sus propios compañeros. El documental revela también el comportamiento cómplice del estamento militar con las denuncias, pero sabemos que estas mujeres han visto cosas peores contra la población y no dicen una palabra.

Que exista tan poco material relevante al respecto hace este documental necesario, por eso le subo una estrella. Tenemos, al margen de propaganda disfrazada de crítica realista como The War Tapes, de un yankicentrismo sonrojante, Redacted y Casualties of War de De Palma en el terreno de la ficción, y poco más, e incluso estas ofrecen los hechos como algo excepcional y castigado, por falta de valor para decir que es sistemático e impune.

El documental se compone casi totalmente de los testimonios de las víctimas, mediando alguna transición con estadísticas impactantes sobre el tema, y retratando el impacto del trauma en su vida cotidiana. Está bien construido y desde el arranque resulta vivo y dinámico, aunque podrían contraponerse otros testimonios sin comprometer el objetivo de la denuncia, incluso reforzándolo.

Nace del libro The Lonely Soldier de Helen Benedict, muy fácil de conseguir de segunda mano, aunque no sé si está publicado en castellano. También ella tiene una pequeña intervención en el documental, así como un par de cargos del ejército, pero la mayoría de los testimonios son de las mujeres violadas y de alguno de sus familiares.

Escribo estas palabras minutos después de terminar de ver este documental y la primera palabra que me viene a la mentes es: estremecedor.
No hay delito más abyecto que una violación y escuchar los casos que se suceden hace que te replantees a donde podemos llegar como seres humanos.
Documental muy serio, rodado con gran profesionalidad y con un guión fluido que no deja que el espectador pueda perderse.
Y si me permites una recomendación: no lo veas un día que tengas un bajón de ánimo.

Sin ser una erudita en la materia me atrevería a decir que este documental es una de las mejores críticas al sistema militar estadounidense que se han hecho en los últimos años. Es directa y contundente, demuestra que el precio que paga esta nación para tener el ejército más temible del mundo es muy caro, el gobierno le ha dado al Ministerio de Defensa tanto poder que es como si los militares tuvieran un código penal paralelo. Como bien dice una de las entrevistadas parafraseando el diálogo de "Casino" (Martin Scorsese, 1995): "hay tres maneras de hacer las cosas, la correcta, incorrecta y la militar", lo que muestra Dick es que las víctimas en el ejército no tienen a donde acudir porque allí la policía, los jueces y los victimarios son la misma persona.

Una investigación seria muy bien fundamentada con cifras que vistas desde todos los ángulos son alarmantes. Además el documental analiza causas y razones, muy bien explicadas por profesionales y psicólogos.

Es panfletera y agradezco que lo sea porque es la mejor forma de abrir los ojos y protestar ante un hecho que U.S.A. oculta tan bien. Sería ridículo que el film no tomara partido y no defendiera a las víctimas. Incluso las pocas personas entrevistadas que no "defienden" a estas víctimas no tienen argumentos en su contra, como la mujer que pretende colocar publicidades para prevenir las violaciones se queda sin palabras ante las contundentes preguntas.

Los relatos son muy fuertes pero no creo que busquen en ningún momento la lágrima fácil, lo que pasa es que algunos son tan crudos que aunque intentaras que sonaran más suaves jamás lo lograrías. Pese a que son claras víctimas y que lo que buscan es justicia, no veo victimización en ninguna de ellas, todo lo contrario, incluso una dice que lleva siempre una navaja consigo y hasta confiesa que sería capaz de festejar la muerte de su violador.

Lo que veo es impotencia, que es lo que también genera en el espectador. Aquí se muestran unas pocas confesiones de unos pocos valientes (inclusive un hombre), pero el sólo hecho de imaginar lo que no se muestra es terrorífico.

Lo mejor: la osadía de mostrar la verdad más cruda que esconde EE.UU. tras su patriotismo.
Lo peor: no tiene grandes contrapuntos.

Terrible y durísimo relato (si es real) de varias mujeres (y algún hombre) acerca de las agresiones sexuales dentro del ejército de los EEUU.
La impotencia de ser un número, la impasibidad en el mejor de los casos o la complicidad de altos mandos en violaciones, y la escasa o nula posibilidad de recurrir a la justicia, hacen de este reflejo un documental que desde luego, aunque efectista en ocasiones, desde luego refleja bien clarito las injusticias que se han dado en este ámbito