Reality Z (Serie de TV)

En principio, esta serie se nos presenta como un remake de la serie de Charlie Brooker, Dead Set.

La brasileña "Reality Z" está bien, y tiene buenos efectos, imagen y sonido, pero la banda sonora (para mi gusto) está muy mal elegida. Es como música de Tío Vivo mezclada con Bosa Nova y no crea nada de atmósfera, lo cual es un problema general que estará presente a lo largo de casi toda la serie.

Por el resto los zombis están muy bien hechos. Hay un gran despliegue de medios y gore a diestro y siniestro.

A continuación, divido mi crítica en los 5 primeros capítulos, y los 5 siguientes, ya que los primeros son remake, y los del 6 al 10, son secuela.

> Capítulos 1 a 5 (remake):

El problema de esta parte es que es demasiado igual a la original. El 90% de la trama es idéntico, y cuando digo idéntico, me refiero a frase por frase.

En este tramo no se han molestado ni en cambiar el orden de las palabras. El que haya adaptado el guion lo ha hecho con copy paste. Los personajes tienen mucha menos trayectoria que en Dead Set. En la primera, parece como si los conocieras un poco. Lo suficiente para saber qué tipo de persona es cada uno. En esta es casi como si pasaran de largo por la pantalla. Quizás porque en general son peores actores, quizás porque ha habido menos arte en su presentación y desarrollo. El único personaje que da la talla es el de la protagonista.

Yo diría que en esta copia brasileña han contado con más dinero, o con un mayor avance tecnológico, pero aun así no resulta de ni de lejos tan envolvente como su hermana mayor inglesa, y ni de lejos tan inquietante y claustrofóbica. Puestos a hacer un remake de algo que ya es muy bueno de por sí, tenían que haber intentado aportar algo nuevo, otros personajes o algunas situaciones distintas... no hacer una copia palabra por palabra.

A esta parte le doy un 6 por una buena calidad técnica y de producción, pero en mi opinión, tiene mucha menos alma que la serie a la que copia. No consiguen aportar dramatismo, ni tensión ni muchas otras emociones que si aportaba la de Charlie Brooker.

> Capítulos 6 a 10 (remake):

Todo esto es así hasta el capítulo 6. A partir de ahí "Reality Z" empieza a caminar por su cuenta. Comienza una nueva historia enlazando con el final de la original.

De esta parte no quiero destripar mucho (jajaja, me ha salido así, sin pensarlo) ya que todo es nuevo. Solo comentar que tiene mucha acción, mucho ritmo, y personajes totalmente distintos. Tanto que deberían avisar de alguna forma que esto es así, ya que muchos de los que han visto Dead Set, puede que desistan a no ser que sepan que luego viene lo bueno, una historia completamente nueva enlazando con el final de Dead Set.

A esta parte le doy un 8 porque soy un frikazo total de las series y pelis de zombis y de los survivals.

Lo peor: los 5 primeros capítulos están poco trabajados argumentalmente, debido a que son como una preparación para los 5 siguientes.
Lo mejor: poder ver lo que sucede tras el final de Dead Set, con mucho dinamismo, acción y zombis a raudales.

Nota media, un 7.

SUMARIO.
Reality Z empieza un tanto floja al principio, uno no sabe bien qué está pasando y cómo se desarrollará la historia. Pero capítulo tras capítulo el argumento y las historias empiezan a encajar y coger dinamismo... Luego, consiguen continuar más allá del remake original, consiguiendo no perder fuerza argumental, con gran potencial, convirtiéndola en una serie psicológica y social muy interesante. Retrata de forma firme y certera el comportamiento humano llevado a esas situaciones límites. Reflejando muy bien el cómo cada decisión tiene sus consecuencias. En definitiva, una serie muy entretenida.

EXCLUSIVO FILMAFFINITY.
Nos provoca mucha extrañeza ver como una serie con un guión tan bien cuidado muy cercano a su original Remake Dead Set, ha recibido tan malas críticas y acogidas del público. Hay que contar siempre con el factor de que hacer un Remake de un original que ya de por si era bastante bueno, no es nada fácil... Sin embargo los brasileños lo han hecho verdaderamente bien. Hemos contado con la ventaja de no haber visto su versión original, y por lo tanto, nuestra crítica no se ha visto influenciada demasiado por este aspecto, y creemos ha sido más objetiva en los diferentes aspectos de la serie.
La serie, para nada se merece un 5, o un 2 ni mucho menos. Este tipo de usuarios o críticos se han dejado llevar demasiado por sus emociones o sensaciones pasadas con la versión original, desmereciendo en exceso el gran trabajo en esta adaptación.

ANÁLISIS
La serie comienza un poco floja, lo típico, no conocemos a los personajes y todavía no empatizamos con ellos. Sin embargo, conforme va avanzando la trama y los capítulos, no llevamos una gran sorpresa al mantener un nivel de entretenimiento notable, sin llegar a ser pedante, con un toque de humor, pero sin perder la seriedad en la trama... En definitiva, una serie bastante equilibrada con un argumento que aunque no es original al ser un Remake, es bastante correcta y guarda muchas similitudes con el gran trabajo del original.

La parte positiva de esta serie es que es del tipo psicológica-social. Nos sorprenderá las diferentes decisiones tomadas y sus consecuencias. También nos muestra el lado humano que es egoísta por naturaleza generalmente, y siempre la persona vela por sus intereses y supervivencia, tomando decisiones no demasiado acertadas.

También podemos ver en la serie como las personalidades y clases sociales se imponen llevando al argumento y a la historia, giros inesperados que hacen que no puedas parar de ver capítulos para ver su desenlace.

Ha sido muy bien ejecutada... Los efectos y la producción ha sido muy cuidada, se nota que he tenido un buen presupuesto que les ha permitido llevar un argumento sólido sin muchos fallos. Unos diálogo muy bien cuidados, gracias en parte gran trabajo realizado en su versión original

Pero su parte más positiva es la continuación del remake, donde el resto de la historia está a manos del equipo de producción, y es ahí, donde nos demuestran su gran aportación para conseguir una continuación sin que nos chirríen los oídos o se nos nublen los ojos.

La continuación fue magistralmente ejecutada, muy seria, con un buen argumentos y giros inesperados. Crea un gran debate político-social en situaciones de supervivencia que no parecen irreales y tienen mucho sentido.

En definitiva, nos encontramos con un muy buen producto, disfrutable y recomendable, que nos dejan las ganas de ver su versión original y aun lo la habíamos visto, o su continuación, para volvernos a retar con sus tramas psicológicas muy entretenidas y correctamente ejecutadas.

VALORACIÓN FINAL: 7.5 / 10 - Buena/Notable. SINZETA RECOMENDADA.

[Escrito por SINZETA.COM]

*La saturación de los zombis

La saturación existente en la ficción de cine y series sobre el subgénero zombi, es un hecho cada vez más palpable. Aunque soy un fan confeso de todo muerto viviente y suelo tragarme casi todo lo que se hace dentro del terror apocalíptico, son pocas las incursiones en el género que ya me resulten novedosas. Siempre hay alguna excepción destacable como la serie Kingdom, que situaba a los zombis coreanos en la época de Joseon, pero por lo general las aproximaciones a estos entrañables seres tan voraces de carne humana, acaban siendo demasiado repetitivas.

Con Reality Z, además, nos encontramos ante un remake (con sorpresa) de la serie de culto británica Dead Set: Muerte en Directo creada por Charlie Brooker en 2008. La perversa ocurrencia de situar como únicos supervivientes de la raza humana a unos estúpidos y superficiales concursantes de Gran Hermano, en su momento, fue una idea genial. Se hacía un retrato satírico de la sociedad contemporánea donde se criticaba a los medios de comunicación y la zombificación de los televidentes. Era una serie divertida, con mucho ritmo y bastante original, aunque vista ahora pierda mucho de su capacidad de impacto.

*Diferencias entre original y remake

Reality Z propone un remake atípico de Dead Set: Muerte en Directo. Los primeros cinco episodios son como una calcomanía del original, recreando exactamente las mismas situaciones y personajes en el interior de la casa. En lugar de la casa de Gran Hermano nos encontramos en La Casa de los Dioses, con todo la iconografía de vestuario y decorados relativa a la Antigua Grecia, pero exceptuando ese detalle insignificante, del resto se copia hasta el aspecto físico de la protagonista.

Como ya demostró Gus Van Sant con su bochornoso remake del Psicosis de Hitchcock, no basta con copiar el guion y la planificación de una película para conseguir los mismos resultados. Algo parecido sucede con Reality Z que no solo resulta más aburrida y menos audaz que su predecesora, si no que las pocas modificaciones que introduce suelen ser para empeorarla.

Sin embargo, casi de manera imperceptible introduce una trama paralela que sucede fuera de la casa que sí se diferencia con la que tenía la serie original. A partir del sexto capítulo, Reality Z propone una continuación donde terminaba la primera versión, con una trama ambientada en el mismo lugar, pero con personajes y situaciones totalmente nuevos. A partir de entonces, crece nuestro interés porque uno siente que todo puede pasar.

*Un punto de vista ligeramente distinto

Por desgracia, el efecto de la gaseosa dura poco y los cinco capítulos restantes no aportan mucho, ni al género zombi, ni a la serie original. Uno se pregunta que sentido tiene ese añadido si no es para amplificar las reflexiones que proponía Charlie Brooker. Es más, en Reality Z pierde peso la sátira social que hablaba sobre el mundo de la televisión gobernado por las audiencias y el morbo, en detrimento de la calidad de contenidos. No parece interesar mucho a Cláudio Torres esa crítica (que era justamente lo que la diferenciaba), eliminando algunos de los planos y frases que se quedaron grabados en nuestra retina.

Por otro lado, se cambia ligeramente el punto de vista y, en lugar de analizar el fenómeno de la zombificación de los espectadores, prefiere realizar un acercamiento político y social a la situación de su país, pero más superficial que efectivo.

En el aspecto visual, el remake juega con mantener la misma inmediatez y frescura del original, con episodios de corta duración repletos de acción, el uso de la cámara en mano, el montaje picado, la fotografía hiperrealista o la sangre salpicando a borbotones, pero hay menos humor. También hace un uso de la doble pantalla y de la cámara lenta que me ha parecido bastante arbitrario.

*Conclusión

Reality Z es el remake brasileño de la mítica serie británica Dead Set: Muerte en Directo. En medio de un apocalipsis zombi, el único lugar seguro resulta ser la casa fortificada que sirve como plató de televisión para un reality show de máxima audiencia.

Creada por Cláudio Torres, esta nueva versión calca durante los primeros 5 episodios, el estilo, el guion y los personajes de la original de Charlie Brooker. Sin embargo, los 5 episodios restantes, sirven para dar continuación a aquella historia con una trama y personajes totalmente nuevos. Se nota cierta desconexión entre ambos grupos de episodios y hubiera sido conveniente conectarlas a través de algunos de los personajes.

Reality Z no ofrece nada nuevo ni al género zombi ni a las reflexiones que planteaba aquella sátira sobre la zombificación ciudadana. Sin embargo, la corta duración de sus episodios y su estilo directo, la convierten en un entretenimiento palomitero que puede servir de alimento para los fans menos exigentes del género.

Escrito por Daniel Farriol

Sacada de la mini serie "Dead Set", en mi opinión no entiendo cómo pueden coger algo tan bueno como esa serie y hacer algo tan malo.
Soy fan del género zombie pero bastante especial, si es verdad que no me importa ver una película de clase b siempre y cuando tenga un guion medianamente decente. En esta serie es muy cutre, los personajes fatal construidos, si bien es cierto que ya en Dead Set había alguno que fallaba, no se notaba por que la serie en general era muy entretenida y otros personajes lo suplían. En Reality Z directamente les da igual el guion, los personajes, etc. resultado final, una serie muy mala. A los fanáticos del género no se si les gustará, a este servidor, no.

Sigo sin comprender que hace Netflix comprando o produciendo cierto tipo de series, ¿Es que no leen los guiones primero? ¿Compran por paquetes las series y películas?, en fin, otro desastre.

Sin esperar una formulación nueva con respecto al terror en subgénero de zombies, «Reality Z» —la adaptación de la versión británica «Dead Set: Muerte en directo» y realizada por Charles Brooker—, inicia como un chiste malo y forzado, en búsqueda de adeptos dispuestos a introducirse en un descarnado planteamiento sobre cuestiones de encierro y supervivencia.

La crítica enfatiza el copy paste hecho por sus directores para esta nueva versión, pero cabe destacar que ya encarrilados buscan una continuidad efectiva, la cual guarda estrecho vínculo con el argumento original y con suficiente ingenio construyen una trama sitiada por el desenfrene psicosocial que el contexto aviva día con día.

La idea de centrar la trama en un set televisivo y la cabina de control de un reality show —Big brother—, refresca por completo el concepto zombie. De esta forma los creadores aprovecharán el encierro, las reglas y las pruebas establecidas del juego televisivo que irán adecuándose a las nuevas circunstancias extremas que la realidad ha impuesto.

Tres grupos confluyen para el desarrollo de esta trama, que representan a la familia, a las figuras de «autoridad» y a esa parte de la sociedad consumista, ociosa y narcisista. Una madre desempleada y su hijo, verán la posibilidad de introducirse al Olimpo —el set del reality show; por otro lado se encuentran unidos por la circunstancia dos arbitrarios policías, un político corrupto y su asistente quiénes huyen sin rumbo del caos; y en primera instancia nos muestran a los participantes del programa de televisión y a su staff, que ajenos a los sucesos del exterior son incrédulos e incluso vulnerables ante la horda que busca acceso a las instalaciones.

El desarrollo de los episodios es dinámico y sorpresivo, no se necesita de parlamentos pretenciosos para demostrar la mezquindad humana, la que se acentúa dadas las condiciones de estrés y supervivencia. Con bastantes personajes y distintos roles, se encuentran negados a abandonarlos debido a ese menester de supremacía, con toma de decisiones radicales con un objetivo definido, pero donde el egoísmo pudre todas las posibilidades.

Un serial a simple vista vacuo, que en tiempos de confinamiento, deberíamos de trasladar a nuestra realidad y evidenciar nuestra incapacidad en cuestiones de solidaridad y comprensión sobre la gravedad de la enfermedad en una sociedad negada a realizar algo por el prójimo.