El caballero del Oeste

¿Le ha ocurrido alguna vez? Sí, ya saben, ver una película y quedar embelesado por unos de sus protagonistas. Seguramente ya se habrán encontrado anteriormente con el susodicho pero en esta ocasión hay algo que es diferente…será la cámara, será lo que lo rodea, serán sus aires...no lo sé pero te hipnotiza. Pues eso es lo que me ha ocurrido en este casi desconocido western: ¡qué increíblemente guapa está Loretta Young! Por suerte se me ha aparecido luego en sueños y he disfrutado doblemente. Y ya no es solo un rostro o un cuerpo bonito. Es que luce estupenda, rodeada de una áurea resplandeciente y una sonrisa esplendorosa. A mí me ha cautivado. Y eso que suelo merodear los barrios donde paran Gene, Ava o Veronica. Pero me quedaría encantado en el de Cherry (Loretta) en este “Along Came Jones”.

Película producida, protagonizada y liderada por un Gary Cooper para el que se construye un personaje a su medida, dando forma a un western entretenido y bien dirigido por el siempre solvente Heisler. Pero llegado a estas alturas, (segunda aparición de Loretta) ¡qué más da el film! Ya lo único que quiero es ver a esa pedazo de mujer y hacer como Currito: darle y darle al botoncito, guardando fotogramas y fotogramas para luego elegir cuál es el mejor, en el que más deslumbrante aparece, hacerlo póster y colgarlo donde antes tenía, cosas de adolescente, al putón verbenero de Ivonne Reyes o alguna similar. También están ricas, nadie lo niega, pero puestos a elegir preferible un poco de clase a un retrato populista y chabacano. Y encima de todo, coge el winchester y donde pone el ojo…qué grande Loretta.

Quiero dedicar esta crítica (amén del maestro Araujo y “Toldos y Carpas Quitasol, la sombra de Sevilla”) a una chica que pulula por esta página y que últimamente ha publicado un decálogo controvertido sobre algunas obras maestras. Defiende ella que el western es refugio de machotones y mujeres de dudosa feminidad. Y yo le digo: ¿machotones, lesbianas, bolleras?...anda, anda. Bájate de tus mitos infundados y mira a Loretta en este western. Esa sonrisa no tiene comparación y esos ojos enormes que llenan solos media pantalla... Y que te quede claro: el western no es rollo bollo, a pesar de que ellas a veces también bebieran whisky y empuñaran una Colt Peacemaker, faltaría más.

Esta película podría pasar perfectamente por una de serie B.... pero actuaban en ella Gary Cooper y
Loretta Young, ( además del estupendo Dan Duryea ). El primero haciendo un papel de tímido que se crece, repetido en alguna otra ocasión (bola de fuego), la segunda haciendo el papel de chica guapa que hace algo mas que ser consorte del protagonista y el tercero haciendo estupendamente de malo, papel que repitió muchas veces,( la mujer del cuadro ).
Atención al que para mí es el mejor beso en una película del oeste y al que he hecho mención el el
título, Gary Cooper responde a un beso en la mejilla dándose la vuelta, dejandose el sombrero sobre la silla de montar, limpiandose la comisura de la boca con el antebrazo y el dorso de la mano, todo ello con parsimonia, tomándose todo el tiempo que la ocasión requiere, y entonces coge a la chica... y la besa, solo por esta escena ya merece la pena ver la película.

Película producida por el propio Gary Cooper, que se atreve hasta a cantar por primera vez en la pantalla en las muchas películas que le he visto, un tanto egocéntrica y para su propia excentricidad siendo ya uno de los mejores, si no el mejor, actor del Hollywood de la época, dirigido por Stuart Heisler al que puso a dedo para que le permitiera despacharse a gusto, aunque la brillantez de la película es más bien moderada.

Comedia de enredo en un western, algo poco frecuente, pero acertó sin duda con su partenaire, una Loretta Young atractiva y sugestiva, a la manera del cine de la época, a la que le obsequia con un sonoro beso en el que se recrea y que seguro que ha pasado a la historia.

Curiosa, aunque bastante mejorable, siendo sin duda una de las películas más flojas de este gran actor.

Aprobado, 5.

Arranque trepidante con el asalto a una caravana que marcha a gran velocidad en las inmediaciones de un río. El malvado Monte Jarrad (Duryea) se lleva el dinero dejando tendidos varios muertos. Poco después llegan de paso a Payville un par de vaqueros algo indolentes, Melody Jones (Cooper) y George Fury (Demarest), el primero de los cuales es confundido con el famoso forajido.
Que no se trata de un western convencional lo indica ya el nombrecito que le dan al personaje de Cooper, Melody, y es que le gusta dar el cante. A su manera, claro. Pero, mira por donde, este Melody que maneja la pistola tan mal como canta, le coge el gusto al respeto que impone su sola presencia. Y más cuando se da cuenta que la novia de Monte es el bombón de Cherry de Longpre (Young). Se deja llevar por la confusión sin que le preocupe mucho el lío en que se mete.
Impresionante la llegada de Melody al saloon moviendo las caderas, balanceando las pistolas, mirando al soslayo ... mientras se hace un silencio sepulcral. Alguna escena de estas hemos visto interpretadas por grandes cómicos en parecidas situaciones.
Y es que este western, tiroteos y cabalgadas aparte, tiene en muchos momentos toques de alta comedia. Incluso en algún momento recuerda a "El hombre que mató a Luberty Valance". De lejos, eso sí.
El guion está bien aunque un poco atropellado, las interpretaciones de Cooper y Young soberbias , lo mismo que Duryea y Demarest. Los caracteres de los personajes están bien desarrollados, destacando sobre todo Melody y Cherry con sus intereses contrapuestos, sus engaños y sus equívocos. Ella en un superpapel a la altura de su partenaire, dejando en evidencia a todos esos que solo ven mujeres florero en el cine del Oeste.
Una pena el abuso de los decorados y la ausencia de exteriores y de paisajes. Las escenas de las cabalgadas resultan bastante chapuceras.
Algo cara la asistencia médica. Veinte dólares le costó a Melody los puntos de sutura que le aplicaron en la mejilla para cerrarle con un poco de esparadrapo y de gasa la herida de un balazo.
Buena película. Muy recomendable para ver otro tipo de western.

Otro más rendido ante los ojazos de Loretta Young, una mujer con mucho carácter que creo podría representar cualquier papel que se le ponga enfrente, degusto esta versión en color que me recuerda mucho al remake de El Mariachi de 1992, pero sin guitarra, ni canciones memorables, ni epicidad, que hay?, pues una historia plana pero con buena química entre Gary Cooper y Loretta Young, género en que fui criado al que siempre vuelvo.

Después de la versión coloreada en Raquel y el extraño, comtenplo esta versión colorizada. Para variar Gary Cooper hace de Damo rescatado y Loretta Young una dura vaquera, la fantasía erótica de cualquier macho alfa que se aprecie, la carabina de Cooper no convence pues de tonto no tiene un pelo, trama regular, comedia mala, romance aceptable, puntaje por el momento incógnito.

Nuevo filme como productor, director y actor de Gary Cooper, junto a sus socios del International Pictures Inc de 1943 y vendida en 1946, el mismo Cooper construiría todo un set para el oeste, contratar a su contraparte femenina, producciones comercializados por la RKO y Universal Pictures, hoy MGM. Tuvo una adaptación radiofónica en 1946 protagonizados por Janet Blair y Joel McCrea.