Nuestros amantes

A mis casi 60 años de cinéfilo empedernido, a veces ir al cine es como cuando de joven (y no tan joven) sales de juerga con la esperanza de encontrar a la mujer o al hombre de tu vida. Tan difícil como encontrar una película que te emocione en este siglo XXI.

Pero cuando nada más empezar te encuentras con un guión imaginativo y bien trabajado, con diálogos inteligentes y cuidados, y una trama que va dando inesperados giros a un argumento típico de comedia romántica, despiertas de esa rutina de "cinéfilo de festivales".

Y no encuentras a la mujer o al hombre de tu vida, pero sí a personajes enormemente interesantes y simpáticos como los que representan Eduardo, Michelle y Fele. Sobre todo Fele, ese personaje merece una serie de 20 capítulos!!!

Divertida, ingeniosa, sutil e inteligente, una película para disfrutar......y para enamorarte un poquito de Eduardo o de Michelle. Mejor de los dos, como en las buenas comedias románticas. Al nivel de las mejores de Woody Allen. Enhorabuena a todo el equipo de Nuestros Amantes.

Pretenciosa comedia romántica que se siente forzada en todo momento con secundarios completamente sobreactuados, escenas musicales sencillamente bochornosas, unas localizaciones que parecen sacadas de un vídeo promocional de Zaragoza (a saber cuánto habrá pagado su ayuntamiento por semejante postal) y unos diálogos y situaciones que parecen fijarse en la trilogía romántica de Richard Linklater (Antes del amanecer, Antes del atardecer y Antes del anochecer) pero que pecan de tópicas, poco naturales y de excesivamente intelectuales.

Se le debe reconocer algun momento gracioso y alguna conversación medianamente original pero la sensación que deja siempre es la de una película fallida.

Más críticas en http://hambredecine.com

Tengo que empezar afirmando que por momentos se ve con cierto agrado, sobre todo si no se toma en serio desde un principio, si obviamos lo ampulosa y pretenciosa que es. Porque la película parece un spot sobre la importancia de la literatura en las relaciones personales, con un mensaje que diría algo así como: "si eres ocurrente y profundo, si no eres mediocre o vulgar, la vida puede ser maravillosa". Así resumiría yo la película, como un ejercicio de estilo que diría un pedante, como un: " vamos a ver si conseguimos que 4 personajes tengan diálogos brillantes en todo momento, que pase lo que les pase tengan un agudo sentido del humor que les haga salir airosos de la situación, y si cabe (que cabe) más ingeniosos, sin que en ningún momento aparezcan frustrados, contrariados o con alguna emoción negativa". Vamos, que no es que sea sólo una postal de Zaragoza, como he leído en otras críticas, es además una postal ideológica, una apología sobre el mágico poder de los pensamientos livianamente profundos. Es decir, todo lo contrario a la realidad, en el sentido más cinematográfico o irreal de la palabra.

En cuanto a los actores, con esos diálogos que les obligan a declamar, que muchas veces están en total disonancia con la situación emocional que se les supone a sus personajes, habría que darles una nota casi alta por salir más o menos airosos, quizá con la excepción del personaje (es un decir) de Gabino Diego, que ese tiene difícil arreglo, aunque afortunadamente para el actor su metraje es mínimo.

Resulta tan... arficiosamente artificial, que en pocos minutos cansa. Más pendiente de parecer moderna, o bien construida, que en desrrollar la profundidad de un guión que logre enamorarnos de los personajes.

Carente de interés dramático, es como... el cementerio de dinosaurios, de algún actor (NORIEGA) cuya carrera, un lejano día, pudo parecer prometedora, y hoy, ha llegado a un punto de no retorno. El drama de un guapito que no ha sabido reconducirse, o no ha podido, o no ha evolucionado, o tal vez su talento, nunca fue mayor que su serena belleza, ahora en declive. Profesional de limitados recursos, lastra la película, ya de por si, bastante alfombrada.

El resto de protagonistas solo actúan de comparsas para que la historia no desaparezca en un fluido de sin sentidos.

Esta es una de esas películas en las que me jod* que no pueda votarse un 0 en Filmaffinity, para bajar todo lo posible esa media de ¡¿5?! que me hizo decir... "Bueno venga, que no estará tan mal".
Las actuaciones me parecieron completamente antinaturales. No se salva ni Fele Martínez, que interpreta al único personaje medianamente interesante. Qué decir de Noriega, que parece que en vez de cine está toda la película haciendo teatro, del malo.
Aunque supongo que gran parte de la culpa la tiene el guión. Se esfuerzan tanto y tan mal en que los diálogos parezcan constantemente ingeniosos, graciosos, intelecutales e irónicos a la par que interesantes, que es imposible transmitir naturalidad. De hecho, diría que esta película es la antítesis de lo natural. Es postureo puro y duro.

Para lo único que se me ocurre recomendar esta película es para una juerga. Cada vez que alguien mente a Bukowski o Capote chupito. Vereis que risa.