Que parezca un accidente

Gerardo Herrero apenas ha culminado una película redonda como director. Pero al menos en el melo y en el drama ha apuntado ciertas maneras. Ahora ha querido probar con la comedia, modalidad negra, y ha despachado una de las peores películas de la temporada, que ya es decir.
Porque no hay nada más triste que una comedia sin gracia. Tenía a su favor un trío de protagonistas de postín, un escenario hermoso, e incluso una idea, que si no original, sí que daba para mucho más.
Pero es evidente que no estamos en los tiempos de la Ealing y aquellas viejas comedias con Alec Guinness y compañía. Lo de ahora es querer y no poder... o no saber.

Y dicen que es muy divertida. En fin...

Mariano Ozores le habría sacado mucho más partido.

"Que parezca un accidente" nos invita a seguir los criminales planes de una perspicaz suegra para deshacerse de su yerno, del que sospecha que tiene una amante. Será entonces cuando, aconsejada por un grupo de amigas que ya se deshicieron de sus esposos, decida contratar a un asesino a sueldo (Federico Luppi) para liquidar al marido de su hija.

Con Las Palmas como escenario, esta comedia negra dirigida por Gerardo Herrero es poco nido para tanta paloma, pues Luppi y Maura merecieron mucho más. Haciendo gala de su profesionalidad, nos deleitamos con una soberbia Carmen Maura capaz de levantar cualquier película por mediocre que sea, ya que su interpretación como suegra maliciosa no tiene desperdicio. Atención a sus impagables ataques de migraña y modelitos varios.

Film español de factura mediocre, y válido simplemente para matar el tiempo y, por supuesto, disfrutar de nuestra mejor actriz. La historia se visiona sin ningún esfuerzo y aporta el mismo entretenimiento que cualquier teleserie.

Lo mejor: Carmen Maura.
Lo peor: el hijo de Luppi, personaje ridículo y casposo.

Bueno, me lo veía venir, pero entré a la sala porque soy de Las Palmas y por ver cómo es eso de una película hecha aquí. Tiene su gracia. En realidad es lo único que la tiene. Porque es una de esas películas españolas que uno no sabe por qué se han hecho, quién se ha molestado, con lo caras que son, si no aportan nada. Pues eso: promocionar la ciudad.

Pues nada, hagan la visita, si quieren yo les hago de guía. Curiosidad: conociendo la ciudad, uno de los recorridos que hacen por ella en coche no tiene ningún sentido, es un disparate, si un taxista se lo hace, denúncielo. Son las cosas del cine.

La película desea motivar al espectador desde situaciones cómicas con tintes morbosos. No sólo no lo consigue en ningún momento sino que es realmente exasperante la falta total de gracia, la penuria de los diálogos y en definitiva el paupérrimo guión, que bien parece que ha podido ser escrito en un par de horas. Lógicamente Carmen Maura y Federico Luppi aportan su experiencia pero la cinta es tan deplorable que sus actuaciones pasan desapercibidas. Sosa, aburrida, sin tan siquiera momentos puntuales con algo de chispa... una película desaconsejable a todas luces y no merecedora de los fondos públicos que los créditos indican que ha recibido.

No es una maravilla no les voy a engañar, sin embargo tiene puntos bastante gracioso y ese ahire a comedia vieja española que siempre es efectiva y entretiene. El guión es bastante limitado, a Maura le dan jaquecas y cree que el personaje de García Pérez engaña a su hija. Entonces decide matarlo... Es cierto el guión es muy malo. Lo mejor sin duda es el personaje de Gacía Pérez caradura y graciosillo. Lo dicho no es un peliculón pero se hace distraido y para pasar el rato merece la pena.