La charcuterie mécanique (C)

Faltaba todavía un lustro para que el siglo XIX abandonara su presencia casi eterna en los almanaques caseros, y todo un mundo de revolucionaria innovación se agitaba en plena efervescencia en ese ámbito de la cinematografía cuyo futuro todavía se juzgaba incierto y se solía asociar a cosa de feriantes.

Cintas como esta charcutería que presentó Louis Lumiére en 1895 poseía un marchamo de calidad capaz de marcar una intemporal tendencia de creatividad y de fascinación que en adelante toda la industria del cine procuraría hacer suya.

Y es que, ayer como hoy, la imaginación y la originalidad -lo sorprendente- tiene que hallarse necesariamente en cualquier película so pena de resultar anodina.

Con esta película ya se empieza a jugar realmente con la cámara. Al menos ya narran algo. Eso sí, con unos primerizos actores bastantes planos, ya que al final de la secuencia se quedan mirando como diciendo: ya hemos acabado. jajaja

Juego con la imaginación de meter un cerdo dentro de una máquina y sacar despiezado al pobre animal. Y digo pobre, porque la ostia que se habrá llevado al meterlo dentro....