Jassy la adivina

Entretenidísimo melodrama folletinesco de los estudios Gainsborough, único de los rodados por esta productora en Technicolor. El estudio Gainsborough es hoy recordado por su serie de películas de época realizada en los años 40, basadas en novelas o relatos de románticos melodramas con toques fantásticos y recargados escenarios. Aquí asistimos al periplo vital de la joven Jassy, vidente bondadosa pero de recia voluntad, hija de una gitana y víctima de los prejuicios sociales, que entra a trabajar en la casa de un noble venido a menos por las deudas de su ludópata padre. La bellísima Margaret Lockwood habitual de la casa Gainsborough dota a su personaje de las necesarias dosis de dulzura y firmeza, rodeada de un casi desconocido plantel de actores donde destaca el breve papel de Dennis Price y el fascinante tirano, depósito de todos los vicios, soberbiamente interpretado por Basil Sydney. Amor, clasismo, celos, venganza y odio se suceden con impropia naturalidad ante nuestros ojos. Subyugante.

La habilidad en la combinación de tramas confiere riqueza argumental a una película que de la mano de B. Knowles ofrece una notable historia cargada de matices entre los que incorpora el perfil social.
A veces entrañable y otras ingenua, la película posee en su desarrollo una intriga dramática y, para que nada falte, la brisa del romance también revolotea por el celuloide.
La acción fluye con naturalidad, produce sensación de espontaneidad, su dinamismo proporciona interés a la acción y la labor del reparto -magnífica M. Lockwood- acrecienta el interés intrínseco de la historia.

Flojísimo folletín de época con, incluso para los amantes del género, contiene demasiados errores que cuesta pasar por alto.

Para empezar desconozco el libro en el que se basa, pero como he mencionado, debe ser un folletín y de los peores: no faltan más que un par de hijos secretos para completar el cuadro de amores prohibidos, fulgurantes ascensos y descensos sociales, malos malísimos (y tontísimos), promesas a muerte, decisiones ridículas...

Pero esto no es lo peor, sino que está muy mal dirigida, fallando en todos los aspectos técnicos:

- Contiene algunas de las peleas peor coreografiadas que he visto jamás.

- Hay una escena en la que uno de los personajes galopa desaforadamente que da vergüenza ajena (y no me refiero sólo a la mala calidad de los efectos especiales de la época)
- Exhibe los decorados pintados más pobres que te puedas imaginar

Y lo que es peor, una dirección de actores totalmente desafortunada.

Porque alguno de los actores es magnífico (Dennis Price, protagonista de Ocho sentencias de muerte), o por lo menos muy correcto, y aquí están completamente desaprovechados.

Peor aún es ver a la mayoría de los secundarios, sobreactuados y ridículos, como sus personajes, por otra parte, especialmente los criados y clase trabajadora en general, de los que se da la imagen más negativa que imaginarse pueda: o son delirantemente fieles, o las peores personas del mundo.

Entre risible y simplemente ridícula, lo único que no se le puede achacar es ser aburrida, porque se produce un nuevo giro de guión y una gran (y absurda) revelación cada tres minutos aproximadamente.

Es un romance de fantasía estilo la recordada "brujita sabrina", la última y la más grande apuesta de la productora Gainsborough Pictures, totalmente en el moderno technicolor. Historia de una "Ciclope" heredera del don de la premonición, su legado gitano la llevará a ser temida, rechazada y confrontada constantemente, paralelamente se trabaja un drama de miseria, herencia y alta sociedad, otra de revueltas, a la vez de un inexperto romance entre múltiples amoríos, casos tribunales y un final únicol.

Fantásticos Margaret Lockwood como Jassy Woodroofe, Patricia Roc como Dilys Helmar y Dermot Walsh como Barney Hatton, producción en technicolor por la dirección de Bernard Knowles.

Si no tienes reparos en la fantasía esta puede ser tu película, un filme originalmente única, de buena fotografía de época ambientado en el siglo XIX, la narración es una locomotora de inicio a fin, con una gran carga de personajes individuales, marcará la despedida de su productora a lo grande.