Los principios del cuidado

Hace cuatro años disfruté muchísimo de Las ventajas de ser un marginado y una de las razones fue Paul Rudd, el hombre cómico de comedias R y el superhéroe Ant-Man demuestra que puede llegar al corazón y sacar la fibra sensible. Esta película le da el protagonismo que necesitaba y así cambiar un poco más de registro del típico tontorrón salido. Los principios del cuidado es tan divertida y cruel como conmovedora. Contiene tantos momentos de bromas y humor negro que juegan al despiste con el espectador y eso provoca llantos interrumpidos por risas ya que el corte Indie que tiene es consciente de ello, coge todos los tópicos del género y los mete dentro de este refrito quizás poco original entre Intocable o Pequeña Miss Sunshine. El sentimentalismo que expone está presente pero sin llegar a ser extremadamente empalagoso como podrían tener otras obras Indie, incluso Selena Gómez está correcta aunque tampoco es que destaque. La diversión y emoción provienen de la química en plan buddy/road movie entre Rudd y Roberts (otro descubrimiento por mi parte que quiero seguir en un futuro). La banda sonora también hace bastante y las situaciones difíciles y realistas a las que se enfrentan los personajes como la búsqueda del amor o de una figura paterna desaparecida son más que evidentes además de la pérdida de un ser querido. Habla sobre las consecuencias y los errores que muchas veces cometemos sin darnos cuenta. Es muy emotiva y eso llena con creces una cinta muy encantadora, por momentos triste pero por otros también expone la búsqueda de sueños en su máximo esplendor. No es un peliculón pero no creo que tampoco pretenda serlo y por ello su honestidad y sus argumentos son más que convincentes para ser más que un mero entretenimiento familiar, sino una cinta de valores. Una de mis películas favoritas de este año hasta la fecha.

“Los principios del cuidado” es una película entretenida, eso no se le puede negar, aunque si pretendían hacer un melodrama creíble, no ayuda el haber rebajado todo la intensidad a una especie de panfleto indie que funciona con el piloto automático puesto. Es decir, la película es buena, pero está encorsetada en un determinado tipo de cine que la limita. Paul Rudd está bien (como siempre), el actor que interpreta al joven discapacitado está excelente y el resto son comparsas en una road movie que se pretende lacrimógena y acaba siendo tan apasionante como un anuncio de automóviles. El problema llega cuando te encorsetas tanto que en vez de abrigar un género, parece que lo estás plagiando. El espectador ya comienza a estar cansado de todas esas musiquitas, primeros planos de flores o buzones, esos planos desde el suelo o que todo esté construido con la misma luz y los mismos encuadres. Posiblemente “los principios del cuidado” es una “querida miss sunshine” que no quiere ser una “querida miss sunshine” pero que acaba siendo una copia (en otro registro) de “querida miss sunshine” o de cualquier otra película parecida. “Los principios del cuidado” funciona pero lo hace a costa de perder toda su personalidad y su capacidad de sorpresa. Un producto para gustar y olvidar, no hay más.

Puede que sea sensación mía, pero me da la impresión que el "indie" llegó significando para muchos "el nuevo cine", algo novedoso que iba a salvar a la industria o al espectador de lo anodino, de la poca imaginación instalada en los grandes estudios, las grandes producciones. No mucho tiempo después, ya hay discusiones de que si esto es indie pero en realidad no, que si el indie ya se ha acomodado y va a piloto automático y en resumen, de que el calificativo indie, de esperanzador o piropo, ha pasado a cliché o descalificación. Este rollo lo suelto sorprendido por algunas críticas profesionales enzarzadas en bucle sobre este tema y que se adentran poco a hablar de la película en sí, un film, que personalmente me ha sorprendido gratamente.

Y es que, olvidándonos del indie o no indie, viendo el planteamiento y/o el trailer, el argumento parecía bastante claro, predecible, a camino entre el típico melodrama con clichés y el juego entre la pena y el discurso de superación / impacto emocional. Un padre que perdió a su hijo hace pocos años y que sigue marcado por ello de repente se hace cuidador de una persona discapacitada que no sale de casa. Queda claro que ambos se iban a adentrar en una aventura de crecimiento personal, pero faltaba ver si se llevaba de forma amena o "estomagántemente" insoportable. Evidentemente no escapa a clichés ni predecibilidad, pero muchas veces el cine ya no es lo que te cuenta, sino cómo te lo cuenta y además en estos casos, la química entre los personajes. Por suerte para el espectador, todo cumple a las mil maravillas, no resulta empalagosa, ni recargada de azúcar, todo es muy natural y cercano, incluido su sentido del humor, muy bien usado.

Además, servidor que padece una distrofia muscular, mira más con lupa películas que hablan de ello, no porque me ofenda fácil, sino todo lo contrario y este tipo de films me ganan o me pierden, en los detalles. Y me ha alegrado ver que el protagonista no es un cliché con ruedas. No sale de casa por motivos X que te justifican y además te dicen que no es lo habitual, que los discapacitados (pese a la creencia general) salen y llevan vidas normales, me gusta la actuación de Craig Roberts, los trabajados momentos de humor más allá de "soy un tullido que va de gracioso", la parte (sea más o menos creíble ya a criterio personal) romántica, que lleven sin caer en el morbo pero con total naturalidad y sin tabúes los temas más íntimos y delicados y que aunque tonteen con ello con un por momentos delicioso humor negro, no caigan en el melodrama o impacto lacrimal, por mucho que el final de la enfermedad, más pronto que más tarde, hoy en día, es el que es.

Nota: 7'2

No voy a negar que es una película llena de exactamente lo que esperas, puede que sea hasta predecible. Vale, una vez admitido todo ello vamos al fondo del film.
Destacada en Sundance, Netflix la compra y la estrena en exclusiva y hace bien. Es una película que te congratula con el ser humano, y que te hace sonreír variar veces. No te voy a contar nada de la película solo un consejo :siéntate y disfruta de la película sin prejuicios. No te arrepentirás.

P. D: No puede ser mala si Selena Gómez cumple más que
bien su papel.

Estoy totalmente de acuerdo con una de las críticas profesionales, que es un cine sin mercado... Una lástima.

Interesante desarrollo, muy cercano con hábiles diálogos, y humor inteligente. Me dio la impresión que había bebido de las fuentes de la película francesa, del 2011 INTOCABLE. Bastantes rasgos comunes. Pero al igual que aquella, esta se encuentra dotada de buenas actuaciones y personajes creíbles y cercanos.


UN 7