Un toque de infidelidad

Ya no se hacen películas así. Y no me refiero a que sea una obra maestra, sino a un film yanqui tan sensible y elegante con tanta preocupación por los personajes y sus sentimientos.

Muy bien narrado por un Schumacher experto en mejorar buenos guiones como éste y en empeorar aún más guiones pésimos (Batman y Robin), el film es una magnífica radiografía de las relaciones de pareja en la edad adulta cuando los compromisos hacen muy difícil la libertad.

Magnífica banda sonora y sublime tema central de Nino Rota "arreglado" por Badalamenti y notablemente interpretado.

Pocas veces encontramos a una actriz de la que resulte tan dificil no enamorarse como de Isabella Rosellini en esta película. Por cierto, atención a la presencia de la argentina Aleandro, como madre en la ficción de la hija de Ingrid Bergman.

Es imposible ver esta película y no enamorarse de Isabella... Está perfecta. Sublime. Majestuosa. A la vez inocente y erótica. Madre y amante. Sencillamente perfecta.

¿Por dónde empezar a comentar esta película? ¿Tal vez por las maravillosas actuaciones? ¿O por la música de Badalamenti, que se funde con los escenarios como si fuera una sola alma? Porque cualquier comentario se queda corto para describir esta pequeña joya disfrazada de comedia romántica, y yo sé que co esta crítica sólo lograré acercarme a la superficie de esta película llena de detalles.

Todos los actores están a un nivel altísimo, acorde con lo que se requiere, y Joel Schumaher convierte una pequeña historia de amor en una maravilla visual, con algunos de los mejores planos que ha conseguido encontrar en su carrera, y con una fusión de estilos entre la comedia, el drama, la película romántica y las mal-llamadas "películas de actores". Los pequeños guiños a canciones, Ted Danson tocando la trompeta, el violinista judío en la sala de bodas, el querubín adolescente fumando a escondidas... Todo, todo, todo está medido al milímetro, y todo encaja a la perfección para crear una de las mejores películas románticas que se han hecho jamás.

Y Badalamenti... Ah! Angelo...! Angelo El Grande, creador de tantas y tantas bandas sonoras míticas, consigue que un simple tema recurrente te llene, bien sea a la trompeta, bien al piano, bien al violín o con orquesta, cada variación del tema central te genera sentimientos diferentes, acordes al momento que precise la película.

Tras esto, sólo una recomendación, vedla sí o sí, es imprescindible. Ah! Y tened cerca un paquete de cllinex, porque la lagrimita se escapa, al igual que la sonrisa cómplice en algunos momentos.

Y recordad: De vosotros depende que vuestra vida sea caca de pollo o ensalada de pollo.

Acabo de ver esta película por primera vez, y aseguro que no sera la última. Me quedan muchos detalles, matices, sentimientos, sensaciones por descubrir y aprender de ella.

Esta película es la sintesis de la explicación de que vivimos no la vida que queremos, sino la que podemos. En cuestiones de amor, las precipitaciones, las inseguridades, el dia a dia, son duros enemigos que acaban pasando factura........eso si, que gran premio el poder llegar a tener y estar al lado de quien realmente se quiere,a quien valoras, anhelas, deseas pero que en tantisimos momentos parece estar tan lejano.....

Pero la conclusión, el tiempo pone a cada uno en su lugar....y nunca, nunca es tarde....

En 1975 el realizador francés Jean-Charles Tacchella dirigió una comedia romántica que llevó por título “Cousin Cousine”, interpretada por Marie-Christine Barrault (Un Amor de Swann) y Victor Lanoux (Día de Perros). Su arrasador éxito contribuyó a que Hollywood se apegará en esa film nominándolo a tres Oscar (incluyendo mejor guión). Y no fue obstáculo para que Joel Schumacher, intentado quitarse las palomitas de encima después de la buena acogida taquillera de “St. Elmo Punto de Encuentro” (St. Elmo´s Fire, 1985) y “Jovenes Ocultos” (The Lost Boys, 1987) se animara a preparar un remake de ésa simpática producción gala.

Y el toque Schumacher se nota en un film típicamente yanqui, sin concesiones a las diatribas del cine europea como tendría que ser, dogma incumplido por los profesionales norteamericanos (empezando por los productores) no respetan por temor a malas acogidas por un amplio público de nivel intelectual medio tirando a bajo. Schumacher solamente cede a las interpretaciones en la variedad de su reparto (desde el televisivo Ted Danson, la deseada Rossellini entonces pareja de David Lynch, la mediocre Sean Young con la misma cara de replicante de siempre, un desconocido William Petersen mucho antes de diseccionar cuerpos y, cómo no, la veteranía agradecida de actores como el patriarca de los Bridges, Lloyd o la argentina Norma Aleandro).

La película empieza con una boda familiar. En ella se reúnen después de mucho tiempos toda clase de parientes: padres, hermanos, tíos, primos… Punto de encuentro de dos almas unidas por sus propios destinos pero separadas por el egoísmo de sus respectivas parejas. Adivinen: Danson y Rossellini, primos y amigos hasta que su relación se fortalece. Una historia romántica como cualquier otra pero que gana en el peso de sus interpretaciones. Pese a tratarse de una revisión.

Tirón de orejas para el traductor, ya que el título de la película es "Cousins". Dicho esto, es un trabajo algo escaso de ritmo. Dirige Shumacher con elegancia y sobriedad, como un Ivory a la americana, y justo eso es lo que falla. Se echa de menos un poquito de juerga y enredo, un toque algo más italiano (sólo un poquito, sin pasarse), ya que a excepción de Isabella Rosellini todo el reparto parece algo incómodo, como atenazado por un costumbrismo en el que no acaba de cuajar la estética ochentera.
Pero sigue siendo una peli agradable, a pesar del relamido de Ted Danson. Cuenta con un enorme Lloyd Bridges y nos deja ver a Norma Aleandro (El Hijo de la Novia) en su aventura norteamericana.