Point Break (Sin límites)

Remake del clásico de los 90, Le llaman Bodhi, completamente desangelado y sin sentido. Los personajes no tienen ningún tipo de densidad dramática, haciendo completamente inexplicable la atracción que siente el protagonista por el lado oscuro, y la trama sufre de un exceso de filosofía new age que puede llegar a atragantar a más de uno.

Además, se ha optado por no estancarse únicamente en el surf, incluyendo multitud de deportes de riesgo, pero ninguno de estos momentos tiene la intensidad necesaria ni la espectacularidad como para clavar en la butaca al espectador, hasta el punto que ni siquiera sabe sacar provecho de un 3D que acaba resultando bastante pobre.

Al final, lo más curioso es que en lugar de asemejarse a la original, ésta parece más una entrega de la saga "The Fast and The Furious" aunque en misión humanitaria por el mundo, cuando precisamente la primera entrega de la franquicia no dejaba de ser un remake encubierto y en clave tuning de "Le llaman Bodhi".

En fin, cosas de la retroalimentación del cine de acción moderno.

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La desoladora falta de ideas en Hollywood empieza a ser preocupante cuando se llega al punto de hacer un remake de una película que tiene sólo 24 años y que no era ningún peliculón, sino una pasable cinta de acción.
Así que imagina lo mala tiene que ser "Point break" para perder en toda comparación con "Le laman Bohdi" Le han quitado lo único bueno que ésta tenía, la originalidad y las buenas actuaciones.

Los personajes sin carisma ninguno, actúan de tal o cual manera porque lo dice el guión, no porque sea lo lógico. Los efectos especiales, osea las piruetas, saltos etc son peores, y eso pese al tiempo transcurrido y pese al dichoso 3D.
Absolutamente innecesaria y en absoluto recomendable pagar entrada de cine por verla. Si tienes alguna curiosidad por ella, espera al DVD o a que alguna vez la pasen por tv.

Estreno en invierno de una cinta que tiene más tintes veraniegos, llega, más que un remake, una nueva versión de la película de Reeves que conseguirá, gracias a este despropósito, alcanzar la cima de los clásicos.
Las pelis de acción tienen como fin principal entretener al público. Encadenar escenas de tiroteos o secuencias de deporte extremo, como vemos aquí, por medio de un mcguffin sin importancia. El de la historia que nos ocupa es el intento de redención de un deportista extremo que, sintiéndose culpable de la muerte de un amigo, se apunta al FBI y se infiltra en un grupo sospechoso de diferentes robos.
Por medio de una buena fotografía (lo único salvable del film) vemos las aventuras de esta pandilla alrededor del globo, viendo como ejecutan diferentes acrobacias tanto en mar, tierra o aire, a la vez que nos quieren vender que estos delincuentes tienen un gran compromiso con la madre tierra, diciendo una gran cantidad de paridas filosóficas dignas de un Coelho o Bucay junto con perogrulladas que parecen escritas por el que redacta los discursos a cualquier político español.
Seres humanos con tanto zen en su interior que son capaces tanto de recoger una lata tirada en el campo o hacer una fogata en ese mismo sitio usando dos ramas como de contaminar los mares utilizando motos de agua o yates o construir un casoplón en mitad de los alpes.
En fin, mucha pasta y recursos utilizados en un proyecto fallido y que, para lo que se parece a la película original, no habría usado los mismos nombres y dinero que se hubiera reinvertido en hacer un guión más redondo.

Hacía tiempo, mucho tiempo, que no sentía la necesidad imperiosa de salirme del cine. Hoy he vuelto a tenerla, pero no lo he hecho, porque la entrada ha costado la friolera de 9 eurazos, por lo que he decidido quedarme como homenaje a esos euros caídos.

He asistido a una sucesión de spots publicitarios ensamblados de cualquier manera, que literalmente atentan contra la memoria de la película de 1991. No hay tensión, la cinta desprende un tufillo a misticismo barato que tira para atrás, la acción es insustancial, y si nos centramos en los actores la cosa va a peor. Mira que pensaba que era complicado encontrar un actor menos expresivo que Keanu Reeves, pero aquí tenemos a Luke Bracey, que tirándome a la piscina, podría aventurarme a decir que será uno de los peores actores de su generación, porque en las dos películas en las que le he visto (esta y "La conspiración de noviembre") está para llorar. Su química con Edgar Ramírez es prácticamente inexistente, y ese era uno de los puntos fuertes de la original.

Que sí, que los paisajes son muy bonitos y la música muy molona, pero no es lo que esperaba al entrar en el cine. El problema de los remakes es que vamos demasiado predispuestos, pero ni haciendo el mayor de los esfuerzos encontramos algo a lo que agarrarnos en este.

Tirando de topicazo, no malgastéis vuestro dinero en este despropósito.

Point Break, o Sin Límites es un remake innecesario de la famosa y exitosa película Le llaman Bodhi de 1991 una película que pese a su varios cientos de errores en el guión fue muy buena.

Esta nueva película está llena de adrenalina de punta a punta olvidando plenamente la construcción de personajes, el diálogo, y el desarrollo para que una historia como esta tenga sentido.

Desde que comencé la película veía todo muy raro, los personajes eran platanos literalmente y tenían las motivaciones más estúpidas del universo, en serio, podrían haber dicho que lo hacían como bienvenida a los extraterrestres de marte y aún así serían mejor, era patético, se supone que tienes que llegar a entender a los personajes, sus motivaciones, propositos, sentimientos, para que así puedan llegar a importarte, pero ellos ni se esfuerzan por ello, desde un principio se nota alegüas que su principal meta no es crear una historia, sino llenar la pantalla de acción, explosiones, y hermosos paisajes, en pocas palabras atraer/comprar al espectador no-cinéfilo, que va en busca de ese tipo de cosas. (en pocas palabras el típico espectador que va a ver todas las películas de Transfomers en el cine), pero aún más patético es que tampoco lograron atrapar a esos espectadores ya que la película está siendo el primer fracaso cinematográfico del 2016.

Otra cosa que tengo que criticar obligatoriamente es la línea de tiempo de los acontecimientos, que no sé como se pueden equivocar en ello, pero lo lograron, por tampoco tienen sentido en absoluto.

Lo único que lograron fue el 3D, es muy lindo, y quizás una de las películas que mejor lo aprovechan, no mejor que The Walk, pero está bien.

No pierdan su dinero en esta basura, créanme, ni por el 3D vería esto otra vez.