Misión especial en Caracas

Un argumento convencional para una película representativa de una época muy lejana ya en la que las coproducciones europeas estaban muy de moda. Las que versaban sobre agentes secretos unas más y otras menos tenian un encanto que resalta más al verlas actualmente cuando el cine español está ya tan apagado y falto de la vitalidad que tenian estas películas añejas. "Misión especial en Caracas" ofrece fondos musicales agradables, unos paisajes muy bellos y relajantes y además una acción montada con cierta gracia. Tampoco falta un manojo de chicas bastante monas y que demuestran simpatía interpretativa. Todo ello ayuda a que el espectador pase un rato agradable adentrándose en unos ambientes que sólo pueden encontrarse en todo su esplendor en los años 60, una época muy añorada. Habrá algunas escenas pueriles pero el desarrollo de la discreta idea argumental está reforzado por todo tipo de detalles decorosos, ofreciendo un ambiente en el que el espectador se encuentra cómodo y relajado. El realizador valora bien todo lo que tiene a su alrededor que son unos estupendos escenarios a los que la magia del cine nos traslada aunque nunca hayamos estado en esos lugares sugestivos que se localizan en Venezuela, Francia y España y que dan a la película un agradable aspecto de peripecia turística que no carece de gracia. Siendo fiel por completo a los convencionalismos de este tipo de cine la película por su simpática ligereza consigue agradar con un tono elegante y suave al carecer de grandes pretensiones. Es una película irregular pero que tiene una finura que resulta grata. Distrae y produce nostalgia de una época que fue muy bonita.

Si, basada en un infantiloide e inverosímil guión, se rueda esta película bajo la pésima dirección de un tal Raoul André, contando con un plantel de "actores" que sólo podrían aspirar a trabajar en una serie de Telecinco, tipo "Sin tetas no hay paraíso" o similar, con montaje y fotografía propios de aficionados principiantes y con una música ambiental abominable, es inevitable que el resultado sea, en mi opinión y apostaría que en la del 99,99% de los amantes del Cine que la hayan visto, un perfecto bodrio, como paradigmáticamente es "Misión especial en Caracas", que he tenido la desgracia de descubrir en la sobremesa de hoy en una cadena de televisión cuyo nombre prefiero no revelar para no desacreditarla.

Anecdóticamente desvelaré que, de todo el reparto, tan sólo me sonaba el nombre de Janine Reynaud, de la que acabo de descubrir que posteriormente se convirtió en actriz habitual de las "profundas" películas de Jess Franco... Todo muy coherente.