Haz click aquí para copiar la URL

La cordillera

Intriga. Drama En una Cumbre de presidentes latinoamericanos en Chile, en donde se definen las estrategias y alianzas geopolíticas de la región, Hernán Blanco (Ricardo Darín), el presidente argentino, vive un drama político y familiar que le hará enfrentarse a sus propios demonios. Deberá tomar dos decisiones que podrían cambiar el curso de su vida en el orden público y privado: por un lado, una complicada situación emocional con su hija, y por otro, ... [+]
1 2 3 4 5 10 14 >>
Críticas 67
Críticas ordenadas por utilidad
13 de octubre de 2017
46 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
A las 19:00 continuamos en la misma sala para ver una proyección especial por el Premio Donostia a Ricardo Darín. Hablamos del thriller argentino La cordillera, dirigido por Santiago Mitre. Hernán Blanco (Ricardo Darín, siempre a un gran nivel), taimado hombre tranquilo que meses después de haber sido elegido Presidente de la República de Argentina sigue siendo un desconocido ante el ojo público (un ciudadano común, un trabajador como cualquier otro, cómo bien defendía en su campaña electoral), es invitado a participar en una cumbre de líderes iberoamericanos en una cordillera nevada de Chile. Pero durante en esta reunión, en la que sobrevuela el temor de las imposiciones del poderoso líder brasileño, tendrá que afrontar a unas intensas crisis personales que su conflictiva hija atraviesa, la cual empieza a rememorar recuerdos no vividos en una crisis anímica incontrolable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Néstor Juez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
12 de noviembre de 2017
27 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
La última película de Santiago Mitre nos ofrece dos líneas argumentales. Por un lado tenemos la parte política sobre la que se asienta el relato, y por otro la intriga familiar establecida en la relación padre-hija. Antes que nada, hay que decir que la primera se presenta más interesante, aunque también más previsible y convencional. En cuanto a la segunda, si bien aleja al film del esquematismo retórico, no puede quitarse de encima cierta sensación de postizo, como si Mitre quisiera distraernos cual trilero de lo que realmente nos ha venido a contar.

No obstante, el director argentino cuida al detalle su película. El diseño de producción es espectacular, el reparto soberbio y el marco donde se desarrolla la acción, con ese hotel rodeado de montañas nevadas, le da a la película un tono intrigante que llega a incomodar. El problema es que Mitre va dejando por el camino demasiados cabos sueltos que en realidad no conducen a nada. Y el aspecto de denuncia es tan obvio, que la película parece realmente ir dos pasos por detrás de la realidad cotidiana. Sin encontrar en ningún momento las piezas que ajusten su mecanismo defectuoso, “La cordillera” acaba perdiéndose en su propia indefinición, dejando un regusto a vacío . Aunque siempre nos quedará el placer de reencontrarnos con Ricardo Darín, que no es poca cosa.

Lo mejor: Darín y Fonsi en el telesférico.

Lo peor: la falta de cohesión del conjunto.
AMQE
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
24 de octubre de 2017
32 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los que más sabían de cine eran los chavales nacidos en los años 40. Los que iban al cine todas las semanas, cuando ir al cine no era un artículo de lujo (en breve, como vaticina mi hermano Raúl, de superlujo). Ellos sabían qué pelis conectaban y cuáles no. Con estas últimas, mi setentón padre es categórico: UN PLOMO. Por pesada, claro. Y La Cordillera es un gran plomo. Y eso que empieza bastante bien, con una visión humanizada de la política que te engancha, que te hace pensar. A la media hora o así enseña la patita con un amago de thriller que interesa, y que nunca se consuma, y con otro amago de drama que tampoco llega a ningún lado. Al final no hay nada. Nada de nada. No hay thriller, no hay drama, no hay política. Solo bellos paisajes y un Christian Slater conservado en formol. Bueno, claro, y un Ricardo Darín tan bien como siempre, eso casi ni se menciona. Elena Anaya aparece, directamente, impuesta por Warner, la misma productora que nos impone cobrarnos 6€ en los Verdi. La taquillera lo advierte con voz de Robocop: "Esta película es de Warner y cuesta 6€". "¿Es más barata por ser de Warner?", pregunto yo. "Es más cara por ser de Warner", responde ella con desgana. Bastante paradójico dado el contenido imperialista/antimperialista, no se sabe muy bien, del filme. Los suspiros de agotamiento que daban las señoras que teníamos detrás son el mejor resumen de la película. Agotadora. Cuando aparecieron los títulos de crédito se notó en el ambiente una curiosa mezcla de sorpresa, estupor, risa nerviosa y alivio. Y termino ya, que me enredo contagiado por esta película. Lo peor: el lacón a la gallega que nos comimos a la salida. La vida nos enseñó que hay cosas peores que una mala película. Lo mejor: la exquisita compañía.
Ituero
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de febrero de 2018
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
El relato. Se nos presentan dos historias que se bifurcan: por un lado el político, el presidente de la Nación que se encuentra en una Cumbre celebrada en una cumbre con demás presidentes. Los tejemanejes y artilugios de la política, los chantajes, los sobornos, los intereses, el Mal (así, con mayúsculas). Por otro lado, el relato personal, la hija que desvaría y que vive una vida que parece no ser la de ella. El problema es que intenta abarcar más de lo que puede y el resultado es confuso y, a ratos, aburrido. No me consiguió enganchar.

El elenco. Darín está soberbio, pero esa afirmación en sus actuaciones viene a ser una máxima. La pregunta que surge (y que debería haberse hecho Santiago Mitre) es: ¿es suficiente con que esté Darín en una película para que ésta sea buena? La respuesta es "La cordillera". Él solo es incapaz de levantar un problema que le supera. De lo peor del elenco, Elena Anaya: intrascendente e innecesaria. Sobra.

El resto. Destacar la fotografía de un entorno espectacular. Es de agradecer en una película tan sobria y llana tener esas vistas, esas alturas. La música es insistente y cansada, a ratos un verdadero incordio.

Resultado. Una historia incompleta y, sobre todo, muy confusa. Un final inexistente para una narración adormecida y a la vez poco importante. Lo mejor, lo dicho, un Ricardo Darín que parece estar siempre en estado de gracia. Lo peor, el poco empuje o enganche que demuestra la película, incapaz de transmitir interés al espectador.
Yo mismo (o no)
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
30 de agosto de 2017
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director Santiago Mitre presenta en esta co-producción argentina-francesa-española (con no pocos rostros conocidos) un argumento que claramente oscila en dos niveles. Por un lado tenemos al personaje de Ricardo Darín (actor con un notable talento para la comedia negra) como presidente de la Argentina en un ambiente lleno de desconfianzas y apariencias. Por otra parte, tenemos a este mismo personaje en el desarrollo de un vínculo paterno-filial de exigua profundidad.

Como thriller político se halla menguado en su posible impacto por la carencia de complejidad del guión, en una trama a medias tan ambiciosa como pretenciosa, presentando a un grupo de mandatarios latinoamericanos en una narración a medio camino entre la conspiración y la conceptualización de una pobre crítica hacia la influencia imperialista estadounidense, manida acusación que seguramente habría pegado más en los ochenta.

En éste último aspecto la película podría ejercerse como reflexión en torno al requisito y devenir del emerger de responsabilidades políticas en materia energética y la incisión crítica de los medios de comunicación acerca de los acuerdos internacionales, o al tratamiento en tanto thriller estribando en las complicadas decisiones por parte de un organismo burocrático el cual fácilmente podría caer en la corrupción e iniquidad; elementos tales que quedan escasos en cuanto la película se estanca intersticialmente entre la ambigüedad moral y el conspiracionismo de telefilm.

Como melodrama familiar de tintes psicoanalíticos escasamente dibujados tiene algún acierto en la pujanza de la memoria como entramado trágico y poético, pero la falta de desarrollo y síntesis la ubican a la postre en una mera subtrama.

Destaca en este film de ejercicio rutinario del poder el hecho de que Mitre narre su mañosa historia sin apresuramientos y uno que otro momento de intensidad sin sensacionalismos facilones, fotografiada con bellos paisajes nevados que otorgan una cierta definición atmosférica de desasosiego, empero, con no pocos cabos sueltos y un final que sugiere más que entrega, su propuesta se queda a medio morir con triviales reflexiones en una historia muy mejorable con personajes que tienen mucho que adornar y nada que aportar.
Matías
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 5 10 14 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow