Wishmaster 4: La profecía

Bien, pues tras la espantosa, aburrida y mediocre tercera parte, la saga repunta bastante en esta cuarta.

El comienzo es un poco raro, mas como un culebrón de esos que ponen los Sábados y Domingos a las cuatro o cinco de la tarde.

Vemos una dramática historia de una pareja en la que el chico, Sam, Jason Thompson, (Hospital General), se ha quedado en silla de ruedas y la chica se ha visto obligada ha hacer voto de castidad, por razones obvias. Y la chica se pega dos años por lo menos sin echar un casquete lo que la convierte en una santa, a pesar de que el la trata siempre como una mierda. Si es que no se valora nunca a las mujeres que realmente se lo merecen, joder.

Pero bueno, esto que es, Wishmaster o el Aceite de la vida ? Ah, no espera, que mas adelante por fin aparece nuestro querido cabroncete, el Djinn, quien toma la identidad de el desconocido actor Michael Trucco ( Battlestar Galactica) , quien debo decir que no lo hace mal, ya que su linda apariencia le da un aire mas peligroso.

En fin, que el Djinn, como no, tratará por ,enésima vez de dominar el mundo trayendo a sus hermanitos del infierno para dar pal pelo a la Humanidad.

Si bien ni el guión ni la dirección del flojo Cris Angel son nada del otro mundo, el film está bien, y es entretenido.

El problema viene a que ahora la saga tiene un aspecto televisivo que echa para atrás, actores desconocidos para el gran público, y un guión caótico y que parece avanzar en varias direcciones sin ir realmente por ninguna.

Ahora el Djinn, resulta que tiene sentimientos y quiere experimentar con hembras humanas, comprensible, pero no pega con el personaje, ni con su trayectoria en las tres anteriores.

Luego aparece una especie de Angel exterminador, que se supone que es de los buenos pero se carga a una pobre dependienta sin inmutarse, para morir a manos del Djinn en una pelea a espada mas floja que el pedo de un Mosquito. Y todo sin saber quien cojones es realmente el personaje, que hace o por que coño muere tan rápido. Como he dicho, un guión caótico y sin rumbo.

Las muertes están bien, el gore es aceptable, y la película no aburre , quedando todo en un film pasable y entretenido, pero con un guión extraño, mal desarrollado y un Cris Angel incapaz de insuflarle verdadera emoción y sentido.

Las actuaciones normalitas, la chica, Tara Spencer Nairn ( Cazatesoros), por cierto, está bastante buena y se desnuda varias veces, Trucco como he dicho antes me convence como la parte humana del Djinn, y el actor venezolano John Novak,( Leyendas de Pasión), el Djinn en su apriencia real, no lo hace mal, aunque el maquillaje no es tan bueno como en la primera y segunda.

La Saga ya no daba para más y aquí se terminó todo, hasta que decidan volver a hacer un Remake o Reboot, cosa que sucederá tarde o temprano, os lo aseguro.

Un Abrazo.

Cuarta y última entrega hasta la fecha de la saga que se inició con el clásico Wishmaster (Robert Kurtzman, 1997). En esta ocasión repite el director de la malísima tercera entrega y es protagonizada por Tara Spencer-Nairn (No Mires Abajo, 1998) y con John Novak (Wishmaster 3: La Piedra del Diablo), repitiendo en el papel del Djinn.

Tras un accidente de tráfico que deja a Sam inválido, la relación de Lisa y Sam empieza a desmoronarse. El abogado de la pareja, Steven Verdel, enamorado de Lisa desde hace tiempo, ve su oportunidad y, como muestra de su amor, le regala una pequeña caja antigua que accidentalmente Lisa deja caer al suelo. El golpe hace que surja la Piedra del Fuego Secreto que despierta al Djinn, un genio demoníaco cuyo único propósito es liberar a sus hermanos de las profundidades del infierno. El Wishmaster acaba de encontrar una nueva y bella víctima a quien concederá tres deseos, dejando a su paso un rastro de terror y sangre.

Esta cuarta entrega no pretende innovar con respecto al resto de la saga, utilizando exactamente el mismo patrón argumental que sus tres entregas anteriores con algunas variaciones que poco o nada aportan a la mitología de la saga. Las actuaciones son bastante malas en términos generales, y aunque si es verdad que los intérpretes lo hacen algo mejor que en la fatídica tercera entrega, John Novak no consigue suplir el hueco que nos dejó Andrew Divoff tras la segunda entrega.

Wishmaster 4 es algo mejor que la tercera parte de la saga, aunque no por ello el film sea bueno ni mucho menos, dejando claro que la saga Wishmaster necesitaba parar de sacar películas.

Nota personal 3/10

La profecía, esos son los apellidos de la última película de la saga Wishmaster, una tetralogía de muy baja calidad nacida tarde, cuando el género del slasher sobrenatural ya agonizaba.

Chris Angel dirige la cuarta entrega de la saga y lo hace como si estuviese rodando una TV movie con melodrama incluido. Por una parte, hay que reconocer que el villano tiene, por fin, bastante carisma, adquiriéndolo gracias a unos matices que no encontraba en las anteriores películas. Por otra parte, no hay nada que resaltar más allá de eso, empezando por esa barbaridad que es traer a un cazador y hacer que la raza djinn se exponga de una manera innecesaria. Los efectos especiales, ya en 2002, siguen siendo flojuchos, culpa del ínfimo presupuesto pero mostrados de forma innecesaria por Chris Angel, que repite los errores de la anterior película, sobre todo si hablamos de esa incapacidad atroz para mantener cierto ritmo y hacerlo con un mínimo de sensatez.

Michael Trucco es la cara bonita elegida para la forma humana del Djinn en esta ocasión y el chico no se desenvuelve mal del todo. John Novak vuelve a cargar con el peso (mucho peso) de la caracterización y ofrece más bien poco, aunque de nuevo está muy limitado por todo lo que lleva encima. Tara Spencer-Nairn es la protagonista de la película y la que más tufo desprende a película de la tele de un domingo por la tarde, siendo incapaz de mostrar absolutamente nada salvo su cuerpo. Jason Thompson cierra el reparto principal encarnando a un personaje bohemio con graves problemas de autoestima debido a un accidente y, con tanto donde hurgar, se queda en la superficie.

Resumiendo: Wishmaster es una de las sagas de peor calidad de su género. La idea principal tiene su miga, pero todos parecen empeñados en convertir a un personaje con tanto potencial como el Djinn en un tipo demasiado evidente, con menos cerebro que un ratón de ordenador. Es una verdadera pena.