El cuervo: ciudad de ángeles

La película consigue mantener la atmosfera decadente y decrepita de una ciudad de vicios, tal y como mostró su predecesora, pero por culpa del presupuesto, es menos patente y gloriosa, dejándonos solo unas pocas secuencias, donde el trabajo está perfecto y todo ello acompañado de un guión sencillo y sobrio, sin el impacto de su predecesora, una caracterizaciones loables y ello se debe a querer aprovechar el tirón y el mito que circulaba a su alrededor y hacer un poco de caja.

Es una pena, que los presupuestos para segundas partes sean tan bajos y todo porque se busque solo conseguir pasta, películas que pueden crear sagas admirables, acaben siendo películas de serie B, por culpa guiones toscos y vomitivos, con directores noveles que deben demostrar lo que vale, y con una rastra de actores a cual más inexperto y prepotente, que al final no dan la talla, y este “Cuervo: Ciudad de Ángeles”, ha sido eso nada más, y por lo menos no se ha convertido en algo repelente, gracias a la visión de Tim Pope y su buen hacer.

En definitiva, mantiene la esencia, pero por desgracia a un nivel bajo, por culpa de la productoras por hacer pasta, y limitar la calidad.

El ambiente está acorde con el de la excelente primera parte de Alex Proyas: opresivo, oscuro, lleno de humo y sombras, esta vez menos gótico y en tonos rojizos pero igualmente sugerente. Sin embargo, es esto lo único por lo que destaca el filme: por su ambiente. El resto es un calco casi absoluto de su antecesora: el asesinato, la venganza a los perpetradores uno por uno, el enfrentamiento final, la historia de amor, los sueños. No enseña nada nuevo y da la completa impresión de que uno se la sabe de memoria. Secuela olvidable.

“El cuervo” es un pequeño clásico de los 90, con muchos seguidores y que es la cumbre del cine “gótico” moderno.
La famosa muerte de Brandon Lee, así como un argumento absolutamente cerrado, hacían imposible una secuela. Pero Hollywood no renuncia fácilmente a explotar sus éxitos, y aquí tenemos a otro cuervo que resucita a otro muerto para llevar a cabo otra venganza contra otra pandilla de criminales.
Se repiten mucho los esquemas, destacando sobre todo la ambientación gótica. Tenemos la ciudad fea, en donde siempre es de noche, los delincuentes campan a sus anchas y la presencia de la muerte es absoluta. En este ambiente sórdido y tremendamente triste se desarrolla un argumento que se limita a copiar a la original, cambiando a Lee por Vincent Perez.
Hay otro vínculo con la primera parte, y es el personaje de Sarah, que ha crecido hasta convertirse en una bella tatuadora, la única persona que más o menos entiende lo que le ha pasado al protagonista. Apenas se da a entender muy de pasada que es ella, pero claramente es el mismo personaje.
La película, por su falta de originalidad ya pierde casi todos sus puntos. No se le puede dar nada más que un cinco de nota. Si es que hasta hay una bruja al lado del jefe de los malos. Ya no hay venganza por la novia, sino por un hijo. Cambian cuatro cosas pero en el fondo es igual.
Encima, los efectos especiales dejan un poco que desear, en cuanto a fuego y explosiones.
Es entretenida, eso sí, pero la inevitable comparación con la anterior hace que pierda por goleada. Tal vez si no existiera la otra, se podría valorar algo mejor.
Doy por hecho que las siguientes partes tienen que ser bastante malas, pero no seré yo el que se arriesgue a comprobarlo, viendo lo justa que es esta “Ciudad de ángeles”.
Solo para echar un rato corto si no hay nada mejor que ver.

Una vez más, aprovechando el éxito de la primera parte estrenan un segundo filme que no tiene ningún sentido. Los fans de la primera acudimos obligados pero desconcertados y nuestra crítica fue feroz al salir del cine. Con el tiempo, la vuelves a ver y encuentras algunos detalles interesantes que no llegan a dar el aprobado a una película que no debería haberse filmado nunca.

Dos años de espera y distinto director, ya que en esta ocasión el que dirige la película no es el archiconocido (o quizá no tan archiconocido) Alex Proyas, que muy habilmente dirigió la primera parte de esta saga. Que si es buena la película, sí, claro, pero no tanto como la primera, aún así yo creo que también merece la pena ver esta continuación de "El cuervo", porque aunque no posea la misma calidad que la anterior, vale la pena verla, pues esta segunda parte también entretiene igual, o casi, que la otra.

Lástima que no se pueda decir lo mismo de la siguiente tercera parte, pues esta ya no es tan buena como estas dos primeras, aunque a mí me ha gustado también, pero no tanto.
En cuanto a la cuarta, pues no se que decir, la verdad, porque aún no la he visto, pero me imagino como será en cuanto a calidad técnica se refiere ...
Lo dicho de antes, que el "Cuervo: ciudad de ángeles", es una buena peli, y que debes de verla sobre todo si eres fan del cómic o bien si te gustó mucho la primera, aunque si eres muy exigente puede que no llegue a gustarte.