Poderosa Afrodita

No las he visto todas, aunque dudo que alguna me vaya a gustar más que Poderosa Afrodita. Para los fans del director neoyorkino las mejores suelen ser o Manhattan o Días de radio o la oscarizada Annie Hall. Para mí esta es la mejor por las risas que me produce y por poseer un guión espectacular. Además los diálogos no se ven tan trillados como en otros de sus films. Tienen una frescura que se agradece:
"Pero si ya te había dicho que la chica no era virgen."
"Sí. Ya lo sé. Pero no me habías dicho cuantas veces."

Mira Sorvino interpreta a una gran altura. Desconozco quién fue la mujer que la dobló al castellano, y aunque supongo que no todos estarán de acuerdo conmigo, me parece que el doblaje todavía mejora la interpretación, debido principalmente a ese tonito agudo y a veces desagradable que aumenta la sensación de que la chica tiene menos sesera que un guionista de tve. Cada encuentro de Allen y Sorvino es una catarata de risas impresionante.

Woody Allen otorga a Sorvino en su obra una inteligencia y un sentido común poco creíble para ser la típica rubia, alta y guapa. Y funciona. La chica no sabe de casi nada pero razona aceptablemente sobre casi todo y éso hace de ella una especie de perro verde en la filmografía de Allen. El guión volvió a estar nominado y Allen siguió tocando el clarinete en su pub neoyorkino mientras algún otro se lo llevaba, en este caso el gran Tarantino por Pulp Fiction. Dura competencia. El colorido que empapa todo el film también me llama la atención. En todos los interiores los verdes funcionan junto a los amarillos, los pasteles con los violetas, etc. Combinaciones cromáticas que emanan optimismo durante todo el metraje.

Una de las mejores parejas cómicas de los últimos tiempos. Un film para ver con la novia, en la camita, y echando unas risas. Sobresaliente. 9.9

"Cómo no querías una mamada de agradecimiento, qué menos que regalarte una corbata."

Esta vez la gracia está más en las situaciones que en los diálogos. Me pareció genial (otra vez) la idea de partida; lo de la adopción, la búsqueda de la madre biológica y el reencuentro del final. El interés radica en la relación entre una admirable Sorvino y Woody, la cual ofrece las dos mejores escenas de la película: la primera visita y la "entrevista" con el chulo.
Lástima que Bonham Carter esté peor que sosa y que el coro griego no deje de ser una simple "gamberrada" que no aporta absolutamente nada, ni bueno ni malo. También podrían haber prescindido de la típica explicación ulterior sobre los rumbos que han tomado las vidas de los personajes.

"Poderosa Afrodita" es una poderosa película de Allen, facturada en un año donde compartió cartel con otras cintas muy celebradas como "Sospechosos habituales", "Braveheart" o "Leaving Las Vegas".

Allen opuso resistencia con unas dosis de su habitual sentido del humor; ácido, existencial, sutilmente mordaz, corrosivo, y políticamente incorrecto.

A su habitual recurso narrativo de una voz en off le sustituye en esta ocasión la representación de una tragedia griega conducida por una especie de corista-narrador interpretado por F. Murray Abraham, al ritmo de un musical de broadway con tintes de Monty Python.

Así, dicho coro representa su función en un anfiteatro de Taormina, Sicilia, narrándonos la historia de Tebas y el mito de Edipo en paralelo a la de Lenny Weinrich (Woody Allen) y Amanda Sloan(Helena Bonham Carter) ciudadanos del Upper East Side Neoyorkino.

Y a fe, que en esta historia hay bastante similitudes con la tragedia griega de Edipo...
Si aquel mató a su padre por un malentendido y sin saber que era su progenitor para desposarse posteriormente con su madre sin saber tampoco que era su madre..., en esta historia los vástagos nacen también sin conocer a sus verdaderos progenitores...

Pero esta cinta trata también sobre las obsesiones del ser humano, su curiosidad innata, sus contradicciones e inseguridades...Para lo cual Allen, abandona por un instante sus habituales retratos de la clase media-alta intelectual de Estados Unidos para recurrir a las clases más desfavorecidas; la de las prostitutas, actrices porno, granjeros de cebollales, aspirantes a boxeadores, etc...

En dicha representación de la tragedia griega, Allen recurre también a los personajes claves de la misma como los agoreros y visionarios Tiresias (el profeta ciego interpretado por Jack Warden) y Cassandra... Ambos también profetizan sobre la vida de Lenny y su entorno.

Con una banda sonora particularmente lúcida y apropiada con temas de Cole Porter o Bennie Goodman... Con una maravillosa sintonía inicial "Neo Minore", y una no menos espléndida sintonía final "When you´re smiling" al estilo Broadway, esta película, sin llegar a la categoría final de obra maestra fundamentalmente por su abrupto y agolpado final, es una obra altamente recomendable donde el espectador volverá a gozar de nuevo con situaciones deliciosas e ingeniosas que le harán pasar un rato de lo más entretenido y didáctico.

Esta película es magnífica, tanto por el argumento como por el modo en que está presentado. La presencia de los dioses, tan prosaica a veces, con comentarios tan de sentido común, hacen de esta comedia una deliciosa y a la vez hilarante obra maestra.

La intepretación de Mira Sorvino es entrañable, magnífica, brillante. Los diálogos son muy buenos, pero eso es habitual en las películas de Woody; es algo a lo que ya nos tiene acostumbrados.
Es una historia tan bien tejida y cuyas piezas encajan tan bien, que es imposible no quedar satisfecho tras verla.

Excelentes personajes secundarios; además, es admirable cómo algunas situaciones que en otro tipo de película o bajo otra dirección podrían resultar inverosímiles y absurdas, aquí tienen una impresionante solidez argumental (por ejemplo, cuando el protagonista dialoga con los dioses; por cierto, muy bien interpretados los roles de los habitantes del Olimpo, especialmente Cassandra, figura mitológica por la que yo creo que Woody siente especial afecto).

Resumiendo: véanla y disfruten.

Si algo tiene de poderoso esta famosa comedia de los noventa de Woody, son, desde mi punto de vista, las siguientes cosas: el divertido y agudo guión (como acostumbra, aunque con algo menos de chispa que en otras comedias), el papel del propio Woody (pero ya un pelín repetitivo tras tantas comedias que tratan el tema de la pareja, de las cuales la cúspide para mí fue “Misterioso asesinato en Manhattan”), y la gran sorpresa del reparto: Mira Sorvino. Merecido Óscar para esta actriz que fue lanzada al estrellato por nuestro entrañable director neoyorquino, y que apenas había empezado a despuntar poco antes, pues la hija del también actor Paul Sorvino se había labrado su carrera desde cero y sin padrinos ni contactos. Nadie le había abierto las puertas de Broadway ni de Hollywood, pues su padre la había mantenido a ella y a sus otras hijas al margen del mundillo, y les había dejado su libertad para escoger lo que querrían hacer con sus vidas, una vez que hubiesen alcanzado la madurez suficiente.
Mira demostró su talento tras haber finalizado sus estudios universitarios y ejercer diversos empleos en una compañía cinematográfica. Le ofrecieron un papel en su primera película, y Woody se fijó en ella.
Y así dio lugar a la descacharrante y explosiva prostituta y actriz porno que da a esta comedia de Allen ese punto definitivamente hilarante y tierno. El punto fuerte y la mejor adquisición (junto con la eternamente respetable Helena Bonham Carter) que nuestro director pudo realizar para crear ese aire picante, sincero, que ataca ciertos prejuicios y esa doble moral que es uno de los raseros de nuestra sociedad.
Woody es el típico marido y padre que atraviesa por un bache matrimonial, con su tan conocida personalidad de hombre apegado a sus manías, obsesivo y conservador, pero que posee algunas virtudes muy especiales: su simpática labia, su capacidad para reírse de sí mismo, y esa cualidad de perdedor nato resignado que, pese a su actitud generalmente pesimista, negativa y agorera, no puede esconder una bondad natural que sale entre quejas y objeciones continuas.
Lenny, un poco hastiado en su situación actual, siente curiosidad por conocer a la mujer que dio a luz al niño que es ahora su hijo adoptivo y comprobar si el niño se parece a ella… Y lo que encuentra es absolutamente inesperado.
Lenny, sintiéndose moralmente protector de la persona que dio la vida a su pequeño, intenta ayudarla a cambiar de vida y termina siendo su mejor amigo.
Esa hermosa y divertida relación de amistad entre dos personas totalmente dispares ilumina y embellece una historia que, sin ese elemento estrella, se habría quedado quizás en una comedia más convencional y menos brillante.
Woody y Mira nos hacen sonreír en esta película sobre perdedores que se buscan para ayudarse mutuamente a alcanzar sus sueños y a reencontrar la felicidad.