El sexo opuesto

Remake de "Mujeres" de George Cukor, del año 1939 con inclusión a diferencia de ésta, de personajes masculinos y con números musicales para el lucimiento de Allyson y Richards. Tal vez éste punto es lo que hace que pierda la frescura en comparación con la obra de Cukor. Los personajes masculinos no cuajan y se notan demasiado "añadidos" para diferenciarla del tándem maravilloso Shearer, Crawford,Fontaine, Russell y Goddard. En la película que nos ocupa, rescato la actuación de Sheridan y una Allyson correcta pero sin llegar a cautivar como sus predecesora (Shearer). Joan Collins, bellísima,pero no se compara con el talento de la Crawford. Ann Miller confirmando que era mejor bailarina y cantante que actriz (en este caso la Goddard se la lleva de lejos); una Dolores Gray tratando de igualar a Rosalind Russell sin conseguirlo definitivamente..en fin..me quedo de lejos con la de Cukor, pero la obra de Miller se deja ver sin pretenciones y simplemente para añorar su predecesora.

Comparar, a veces, es la peor manera de disfrutar algo.
¿Que si esta película es inferior a "Mujeres" de Cukor? Pues, no sé,
ya que yo la disfruté a concho de principio a fin.
¿Por qué? Porque me encantó ese maravilloso aire de los años 50s impregnado por toda la película. Porque me cautivaron esas estupendas actrices, ataviadas en ese vestuario tan representativo de aquella década, lleno de glamour y buen gusto. Porque me hipnotizó el color, la música, y como señalé anteriormente, esas actrices que están sencillamente NOTABLES!!!
June Allyson luce en un papel perfecto para ella, saca a relucir como pocas veces su talento (a veces mal aprovechado en papeles de esposa demasiado dócil) y además nos canta... Joan Collins en plan de bella villana (con look a lo Elizabeth Taylor,) logra por momentos eclipsar a todas sus co-protagonistas, aunque debo decir que sentí que su personaje se terminaba desinflando hacia el final. Aun así no destiñe, regalándonos además su belleza resaltada en esos bellos ojos azules. Ann Miller, también luce en los momentos musicales, y como actrices de soporte, Gray, Sheridan, Moorehead, Blondell, están divertidísimas y frescas, entregando algunos de los momentos más jocosos que tiene la cinta, sumados estos a los chispeantes diálogos. Otra grata sorpresa que trae este filme es encontrarnos con Alice Pearce, siempre en plan de "cotorra chismosa," es decir, no es otra que nuestra querida Gladis Kravits antes de casarse e irse a vivir al lado de los Stephens en "Bewitched."
Es verdad que lo varones no destacan demasiado en esta película, mas bien estos no pasan de ser la anécdota que sirva para que "nuestras chicas" hagan y deshagan a su entero antojo, aunque resulta mas que grato ver a un joven Leslie Nielsen, en esta ocasión en el papel de esposo que no consigue vencer la "comezón del séptimo año."
Insisto, una muy divertida comedia, con buenos números musicales pero sin transformar finalmente a esta cinta en un musical. David Miller no desentona en la dirección, sacando adelante un mas que notable producto, tanto así que me termino quedando con el remake... es que los cincuentas, tenían además de todo, esa belleza estética que no logro encontrar en la película del 39.

La presente es en realidad el remake de "Mujeres" (1939) de George Kukor, pero lógicamente con todo el plantel cambiado. Del nuevo reparto, la protagonista es June Allyson y casi todo el elenco es femenino pero a quien voy a destacar porque es el que se lleva más comentarios es a Leslie Nielsen, conocido en su vejez por sus personajes cómicos en la comedia absurda, especialmente la saga de "Agárralo como puedas" (1988, 1991 y 1994) pero que aquí ejerce de galán de la función, muy serio él. Chocante. De todos modos la novedad más llamativa de "El sexo opuesto" está en que es un musical pero por suerte los números siempre están integrados en la trama de un modo totalmente realista. Por ejemplo, van a un local y allí hay una actuación de un o una cantante. Eso está bien, así que casi se ve como si no lo fuese.

Dicho esto no voy a entrar en compararla con la de Cukor. Más allá de actrices y de años, en efecto las de 1939 eran más guapas y la época, lo que incluye la moda, era claramente más chula, la historia es la misma. Lo que quiere decir, ¿qué hacemos ante el adulterio? Desde luego no hacer como las avestruces y por este motivo la película no es tan denigrante para las mujeres aunque de hecho sí lo es. El retrato de estas féminas, salvando a la protagonista y alguna otra suelta, es atroz. Lo raro no es que los hombres las engañen sino que puedan ni siquiera sentirse atraídas por ellas. Casi todas son unas petardas y esto incluye a Crystal (Joan Collins). La obra no es el retrato de la lucha de sexos sino de una sociedad lela como la norteamericana, llena de ideas, gustos y clichés, en este caso de género, aberrantes.