El infiel

...No tengo edad, ni porvernir..." (cantaba Facundo Cabral, el trovador asesinado).
Ante todo, es oportuno aclarar que a diferencia de lo que se ha dicho por allí, "The Infidel" no fué censurada por autoridades israelíes, sinó que -incomprensiblemente- fué rechazada por las distribuidoras cinematográficas, ejerciendo en todo caso una penosa censura empresaria. Y a mi criterio, un pésimo negocio, ya que el film hubiera tenido mucho éxito en ese mercado.
Pasando a la película en sí, la considero buena por varios motivos: 1) la originalidad temática, su estructura trágica y un guión entretenido de principio a fin; 2) muy buenas actuaciones generales y una descollante performance de Omid Djalili, el personaje principal; 3) interesantes formulaciones existenciales, religiosas, sociológicas y antropológico sociales, en cuanto al tratamiento de la cuestión discriminatoria (incluyendo la auto discriminación); 4) muy adecuado nivel de lenguaje; desde los momentos más absurdos e hilarantes, hasta los más dramáticos y trágicos; 5) atractiva información costumbrista, similitudes y contrastes entre judaísmo e Islam; 6) un irreverente e iconoclasta humor inglés, que invita tanto a unos como otros a reirse de sí mismos. Etc.
Podría seguir enumerando virtudes, pero las descriptas me parecen harto suficiente para justificar mi nota y recomendar esta singular película, incluída en el selecto listado de films del libro "Cine Y Judaísmo", de próxima edición.

Después de haber visto el tráiler debo señalar que esperaba mucho más de éste film. Yo tenía la ilusión de ver una película cómica inglesa. Es decir, algo hilarante, original y políticamente incorrecto. No es lo uno ni lo otro.
Estamos ante una película que resulta ser entretenida y logra sacarte una que otra sonrisa, pero sólo en la primera mitad. Después todo se va directo al demonio y nos damos cuenta que éste film en realidad es una obra que pretender moralizar y hacer conciencia acerca de lo absurda que es la enemistad entre judíos y musulmanes. Sin embargo, tras la poca relevancia del filme no creo que el mensaje llegue a muchos. Lo lamento por los involucrados en este proyecto.
La cosa pintaba para más, pero no lograron ni hacerme partir la caja ni ponerme quemar las neuronas reflexionando sobre el interminable conflicto entre judíos y musulmanes.

Mahmud Nasir (Omid Djalili) es un musulmán pakistaní radicado en Londres y propietario de un negocio exitoso. Este vive con su bella esposa Saamiya (Archie Panjabi) y sus dos hijos, Rashid (Amit Shah) y Nabi (Leah Fatania).

De buenas a primeras se entera que sus padres judíos lo abandonaron cuando era un bebé y fue adoptado por una pareja musulmana y su nombre verdadero es Solly Shimshillewitz.

Ahora Nasir enfrenta una crisis existencial, identidad y fe religiosa, una cadena de problemas se le suman a su ya complicada vida, pero en un momento de reflexión y meditación encuentra el punto medio de lidiar con sus nuevos puntos de vistas.

Realmente el film es una burda comedia, que busca reírse a costa de la controversia del conflicto judío-musulmán. El film fue exhibido en más de sesenta países, de los cuales siete de ellos musulmanes entre los que se encuentra Irán, pero está prohibido en Israel.

El personaje del film, Mahmud Nasir, es algo así como un judío por nacimiento y musulmán por convicción. Nada fácil para personas que tienen como trasfondo cultural su fe religiosa. Este delicado tema, sino fuera por esta burda comedia, a nadie le llamaría la atención.

La película generó por venta de taquillas la cantidad de $4,5 millones, además recibió una nominación a los "Evening Standard British Film Awards" para Omid Djalili para el premio Peter Selles de la comedia

Manhud nos relata una historia de que opciones deberíamos tomar cuando tenemos dudas sobre nuestra propia identidad religiosa desde un punto de vista tragicómico.

“The Infiel” cumple por mostrar momentos graciosos, mostrar drama y una historia. Los actores cumplen su rol que les corresponde, su debilidad se basa en su antagonista. Sus fortalezas van en su puesta en escena junto con sus toques de originalidad.

Tener dudas de religión en una determinada edad en la vida es normal, ya después de más adulto puede ser algo realmente complicado, por medio de esta película se intenta hacer un humilde esfuerzo de ver otras perspectivas sobre otras dos religiones existentes, lo importante como siempre lo he dicho es creer que existe algo más.

Pues sí, es indiscutible que el género humano es un gran especialista es complicar las cosas y más cuando se toca el tema de la religión. No tenía muchas esperanzas en esta película pero he de reconocer que me ha sorprendido mucho. Tocar un tema como es la religión desde un punto de vista humorístico (y a veces, sarcástico) tiene su gracia y me he reído bastante.
El personaje de Mahmud dice unas cuantas verdades en lo absurdo que resulta a veces las ideas religiosas y eso que llaman “fe”. No conocía a este actor, Omid Djalili, y me ha divertido mucho sobre todo por las caras que ponía en las diferentes situaciones que le pasaban.

Aunque tenga la categoría de comedia, es verdad que hay mucho humor pero también debajo hay una parte de drama que te invita a reflexionar sobre el papel que tenemos como sociedad y, a mi, la pregunta que me sale es ¿Qué es más importante: Ser musulmán (o judío, católico, budista etc etc) o persona?

Sobre el final... es un poco disparatado pero creo (y es mi opinión) que se pretende hacer una crítica a todos aquellos supuestos “hombres de fe” que se ponen como ejemplos de virtud y esconden más de un esqueleto en su armario... bueno, es lo de “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”. En esto de la religión, hay mucho hipócrita vestido de santo.

Buena película para pasar el rato y reflexionar sobre nuestros vecinos y amigos.