El hueso

Antonio Fernández (Cassen), redactor de un periódico de provincias en una ciudad castellana (rodada en Segovia y Toledo según los créditos de la película, aunque creo recordar que en alguna parte leí que también estaba rodada en Burgos, ciudad natal de Antonio Giménez Rico) acostumbra a leer la prensa extranjera antes de dormir buscando alguna noticia que le sirva para escribir algún artículo, encontrándose con una noticia en un periódico francés sobre la posesión por parte de un noble del país vecino de un hueso metacarpiano del hueso meñique de la mano izquierda perteneciente a un heroico caballero llamado Don Nuño Pérez de Gormaz, que pertenece al pasado glorioso de la ciudad, escribe un artículo haciendo hincapié en lo vergonzoso de que ese hueso no se halle junto al cuerpo cuya ciudad venera, y tras su publicación ya tenemos a las fuerzas vivas clamando por lo que ellos consideran una afrenta en toda regla al honor de la ciudad, y poniéndose en marcha para recuperar urgentemente la reliquia.

La premisa, para mi es interesante y atractiva, esas fuerzas vivas (bueno, no tan vivas ya que falta el clero y la guardia civil) mostrando su rancia militancia en la conservación de tradiciones y buenas costumbres, sus cachorros representando los nuevos tiempos y costumbres, y en medio de todos ellos, ese bajito pelín oportunista que siendo el difusor de la noticia aspira a integrarse entre esa provinciana burguesía, y de paso conquistar el amor de la moderna y emancipada hija del alcalde; pero sin dejar de reconocer el buen y voluntarioso de este segundo largometraje de Manuel Gutiérrez Aragón, y quizá a causa de la censura existente en la época, la película se deja ver, tiene algunos hallazgos como son lo interesante de la abundancia de exteriores (difíciles de reconocer si no eres de ninguna de las ciudades mencionadas en las localizaciones, pero inequívocamente castellanas), Florinda Chico cantando el "Aleluya" de Aute, y el canino final de la función, siendo una pena que las satíricas y mordaces pinceladas de esa burguesía no hagan prácticamente sangre, pese a lo cual, la carga dramática y hasta cruel con el personaje de ese periodista encarnado por Cassen, en su imposibilidad de compatibilizar su afán de entrar en esa sociedad como ilustre, con el amor que dice sentir por la hija del alcalde (Charo López plena de belleza y poderío en su primer papel para la gran pantalla), y la lustrosa y eficiente nomina de actores que componen el casting, hacen de la película una interesante comedia dramático/costumbrista, que en cierto modo tiene más chicha de la que en un desatento visionado pudiera parecer.

La historia de un pueblo que intenta recuperar el hueso de un heroe local. Gimenez rico empieza bien la historia. La historia engancha. Pero poco a poco se va diluyendo como un azucarillo. Sin que nada parezca encauzarlo. La historia parece interesante pero como ya digo todo se va apagando. Menos mal que solo dura hora y media que sino hubiera bajado mas la nota. En fin una pena de película con posibilidad. A parte de que ya esta muy anticuada. A pesar de sus correctos actores y una buena fotografía de Alcaine. Y algun momento sorprendente como Florinda Chico cantando el Aleluya de aute.

Vale la pena verla con ojos críticos. Enseña más de lo que se ve a simple vista. Y el punto final es dejar a descubierto la estupidez humana. No es que los actores hagan una extraordinaria actuación, sino que el guión los guía a todos hacia ese fin. Curioso también de ver a Cassen sin una acción humorística.
Es una película avanzada a su tiempo. Hay que verla!

Toda la película es una farsa sobre la utilización que se hace de la pseudohistoria por parte de la prensa amarilla y los poderes políticos locales de vía estrecha para conseguir notoriedad. Nadie se salva de la burla, ni siquiera el teatro musical, pretendidamente serio. Están estupendos Charo López y Cassen, quien incluso canta un pasaje de una zarzuela como actor cómico. Hasta Florinda Chico interpreta, bastante bien, una conocida canción. Todos ellos arropados por una excelente plantilla de actores secundarios. Como valor añadido, la música original de Carmelo Bernaola, músico clásico y autor de destacadas bandas sonoras. La obra es una gozada por su sentido satírico categórico y sin desperdicio. Vale la pena verla. Ha ganado con los años.