Haz click aquí para copiar la URL

Susan Lenox (Her Fall and Rise)

Romance. Drama La historia comienza cuando Helga, más tarde rebautizada con el nombre atístico de Susan Lenox, la joven muchacha huérfana que interpreta Greta Garbo, huye durante una noche de tormenta de la casa de su tosco padre, obsesionado con la idea de casarla cuanto antes con el aborrecible Mondstrum, Alan Hale, y encuentra refugio al lado de Rodney (Clark Gable). Estos se enamoran, duermen juntos y planean casarse, pero el capricho del destino ... [+]
1 2 >>
Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
10 de diciembre de 2010
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Susan Lenox” es un melodrama con cierto encanto especial. Es la primera y única ocasión que las dos grandes estrellas de la Metro actuaron juntas, motivo más que suficiente para su visionado. Greta Garbo, aquí con 25 años y prácticamente en la cima, y Clark Gable, de 30, buscando afianzarse entre los grandes, algo que conseguiría sobradamente 3 años más tarde, en 1934, con el Oscar por “Sucedió una noche” y posteriormente en 1939, con la llegada de la inmortalidad (cinematográfica) gracias al personaje de Rhett Butler.

El prolífico Robert Zigler Leonard, un artesano (término la mayoría de ocasiones injusto pero que define a la perfección al director que no da problemas, conoce bien su trabajo, resulta eficaz y todo el mundo sale contento, en este caso especialmente la estrella) que se ajustaba a las demandas de los estudios, dirige con solvencia la terrible historia de Helga, que al morir su madre soltera, es cuidada por un familiar, un auténtico ogro, cuyo único objetivo, aparte de explotarla, es que “cuando te cases con un anillo de boda, habré cumplido con mi deber”.

Atención al magnífico juego de sombras, absolutamente prodigioso, del director de fotografía William Daniels, el cual trabajó en todas las películas de Greta Garbo a excepción de dos, “Maria Walewska” y “La mujer de dos caras”, antes de ser recompensado con el Oscar por “La ciudad desnuda”.

Un joven Gable sin bigote, encarna a un apuesto ingeniero, galán noble y apasionado, pero de firmes convicciones y carácter. Un papel redondo para él y una interpretación no menos redonda.
“La divina” consigue hipnotizar al público (ojo al vestuario) con su personaje fuerte de mujer hecha a sí mismo, víctima de la sociedad, pero decidida a labrarse su propio destino. La producción, hecha a su medida, le es propicia para su lucimiento (el público quería verla, la amaba). Sorprende, aparte de su gestualidad habitual, su manera de entregarse cuando besa, auténticos besos (algo tendría que ver también su partenaire, con el que se nota la química), alejados de otras actrices que besan con los labios cerrados o por debajo de los mismos. Está claro que la Garbo, cuado besa, besa de verdad.

El guión de Wanda Tuchock, basado en la novela homónima de David Graham Philips, todo un best-seller, no es que sea demasiado original, pero tampoco se trata de una historia plana, más bien se centra en la dolorosa historia de amor de Susan y Rodney, con todo tipo de recovecos, como el movimiento de nuestro principal órgano: sístole y diástole.
Ni contigo ni sin ti.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gabriel Ufa
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3 de septiembre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces las sombras de una pesadilla cobran vida para torcer el destino de las personas pero otras veces los sueños son hermosos y también se pueden hacer realidad.
El galán C. Gable y la bella G. Garbo nos ofrecen una historia de amor de tinte dramático y de presagio oscuro que el guión hace girar como una ruleta para que el melodrama tome las riendas de la película.
R.Z. Leonard imprime un ritmo vivo y hace alarde de su habilidad en aras de verismo y sencillez expositiva, domina los tiempos, acompasa los sentimientos y muestra una amplia gama de recursos estilísticos que en 1931 debieron causar auténtico asombro.
Película de director y de actores para conservar.
ABSENTA
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4 de marzo de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se está ante una película rodada en 1931. O sea, una octogenaria a la que por ese simple hecho no hay que juzgar benévolamente, sino con la simple aceptación de esa circunstancia. Algo que siempre admira es el brillante salto que en pocos años dio el cine al hacerse sonoro. Penemos que las primeras exhibiciones públicas tuvieron lugar en Nueva York en 1927. Son solo cuatro años los que van dese esas fechas hasta “Susan Lenox” en los que el sonido se incorpora con naturalidad y, además, la imagen logra una naturalidad que no tenía con el cine mudo, donde los actores tenían que sobreactuar constantemente para sustituir la voz.

“Susan Lenox” presenta en muchos aspectos aires de modernidad. O sea, no representa los años que tiene. El argumento sí que responde al patrón de la novela que traslada a la pantalla, de la que hereda los tintes de melodrama. Los personajes centrales tienen un papel intenso en ese melodrama, eliminando la sombra que pudiera hacer otros personajes que pasan como anecdóticos. Por lo mismo, el final es moroso al principio y abrupto al final. Eso es, quizá, una de las servidumbres del género melodrama.

Como película “Susan Lenox” es cuidada, sin que se la puedan señalar defectos notables. En sentido contrario hay etapas en la película francamente elogiables. La parte inicial de la película, en ese sentido, es de destacar. Multiplica los contrapicados con una intención claramente perceptible, utiliza las sombras con habilidad, maneja de forma estudiada las luces y las sombras. Hay algo que recuerda el expresionismo alemán, pero claramente americanizado, domesticado.

Por descontado, la buena labor de Robert Leonard es respaldada por la labor de los dos protagonistas, Greta Garbo y Clark Gable, ambos en una interpretación destacable. En el caso de Greta Garbo se aprecia una personalísima interpretación que no se reduce al rostro; los brazos, las manos y el cuerpo hablan tanto como las palabras y la cara. Es probable que esos rasgos existan en el cine posterior, pero no tiene esa percepción inmediata que los gestos de Greta Garbo producen en el espectador.

Lo que resulta más endeble es algo muy ligado a la época de producción: el guion.
RARRA
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5 de octubre de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Juntar a dos estrellas del momento no es suficiente para garantizar el éxito de un film y prueba de ello es "Susan Lenox". Tener a Garbo y Gable es un lujo que no se pudo dar ningún otro cineasta pero que Leonard desaprovechó bastante, aunque la mayor culpa se la lleva la guionista.

Generalmente solemos criticar que algunos films podrían contar lo mismo en menos tiempo y curiosamente el que nos ocupa hoy comete el error contrario: resume demasiado. El guión es demasiado chato, es tan minimalista que parece lavado, como pasado por un colador donde sólo queda lo meramente imprescindible para que la narración sea entendida. De este modo el film se construye a base de elipsis groseras que hacen muy torpe la evolución de los personajes que a su vez son definidos a la fuerza y de forma bastante superficial. La historia condensa en 70 minutos la vida de una mujer que pasa de huir de su casa, a enamorarse, volver a huir, prostituirse, avanzar en la escala social, volver a caer y en el medio un sin fin de idas y venidas con el amor de su vida; si nos fijamos la historia da para toda una telenovela pero la guionista la reduce a 70 minutos donde sólo vemos un par de hechos importantes y se nos impide ver momentos "secundarios" que definen el carácter del personaje.

Por el lado de la realización debo decir que no es mala, destaca la opción de contar a través de las sombras, algo que parece expresionista aunque la estética final del film no lo sea. Y por supuesto que las labores interpretativas son de lujo.

Lo mejor: Garbo, ella sola justifica el visionado del film.
Lo peor: un guión que se salta la mayor parte de la vida de los personajes.
Ketty Analfer D
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
13 de agosto de 2015
Sé el primero en valorar esta crítica
Cuando el factor limitante es el tiempo, el valor del fotograma se dispara. Robert Z. Leonard lo sabía al afrontar "Susan Lenox" (1931), un modesto proyecto de apenas 74 minutos. Pero no basta con saberlo; el director debe mostrar su talento para la narración en imágenes. Y Leonard supo solventar el reto. Buena muestra es el notorio inicio de esta película, que traza personajes y ambientes en apenas cinco minutos -una realización opuesta, en medios y resultados, al Nolan de "Interstellar" (2014) y sus iniciales 45 minutos de indefinición-. A pesar de los esfuerzos narrativos, la limitación de metraje acelera el ritmo y la sensación general es de prisa por encajar todas las piezas de este melodrama, convencional en todos los demás aspectos.

Ésta, y otras críticas, en http://blogquenuncaestuvoalli.blogspot.com.es/
Yago Paris
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow