Gerry
5.703
13 de diciembre de 2006
464 de 675 usuarios han encontrado esta crítica útil
» Observe la siguiente crítica:
“.................................................................................................................................
.............................................................................................................G...................
................................e................................................................................................
................................................................................r.................................................
.....................................r............................................................................................
..................................................................................................................................
............................................................................................................................y....
.................................................................................................................................”
× Cien prestigiosos y reputados críticos de cine han afirmado que es una de las mejores escritas esta década.
× Fíjese en los espacios, en los silencios, en esas letras perdidas, en su ritmo cadente y sin fisuras.
× Es arte porque no sólo lo digo yo y los cien prestigiosos y reputados críticos de cine, lo dice en sí misma la crítica. ¿Es usted acaso idiota?
× Póngase unas gafas de pasta gruesa si lo considera oportuno. Gire su cabeza, obsérvela mejor desde otros ángulos, aléjese, acérquese hasta que cada una de las letras colocadas por el autor se ensanche y se expanda en su cerebro. Hágalo durante 103 minutos continuados. Haga algo intelectual por una vez en su miserable vida.
× Está contemplando el arte, los paisajes sin límites, las innumerables sensaciones de cansancio, las nubes pasajeras, los caminos ilimitados del arte, del cine.
× Aquellos necios que sigan viendo cinco letras e infinidad de puntos colocados aparentemente al azar y se atrevan a valorar esta obra de arte con notas ridículas y paupérrimas es que no saben de arte, de cine, de nada.
» Así es “Gerry”, no se puede explicar ni tratar de entenderla. Es simplemente el mayor timo cinematográfico de arte y ensayo de esta década. Equiparable a filmar una papelera llena de basura durante 103 minutos a base de perfectos travellings.
» Parafraseándome a mí mismo del parafraseado de varios usuarios y un parafraseo para meterse con un servidor, os dejo la dirección donde remitir una redacción de cincuenta líneas sobre lo mucho que os ha gustado la película:
Dr. Sigmund Freud
Karlsplatz, 16
Viena (Austria)
P.D.: No enviéis a esta dirección vuestra redacción de “El sabor de la sandia”. Al que escribe se la devolvieron con varios insultos en alemán, unas gafas de pasta gruesa, una sandía y un lubricrante anal.
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× Cien prestigiosos y reputados críticos de cine han afirmado que es una de las mejores escritas esta década.
× Fíjese en los espacios, en los silencios, en esas letras perdidas, en su ritmo cadente y sin fisuras.
× Es arte porque no sólo lo digo yo y los cien prestigiosos y reputados críticos de cine, lo dice en sí misma la crítica. ¿Es usted acaso idiota?
× Póngase unas gafas de pasta gruesa si lo considera oportuno. Gire su cabeza, obsérvela mejor desde otros ángulos, aléjese, acérquese hasta que cada una de las letras colocadas por el autor se ensanche y se expanda en su cerebro. Hágalo durante 103 minutos continuados. Haga algo intelectual por una vez en su miserable vida.
× Está contemplando el arte, los paisajes sin límites, las innumerables sensaciones de cansancio, las nubes pasajeras, los caminos ilimitados del arte, del cine.
× Aquellos necios que sigan viendo cinco letras e infinidad de puntos colocados aparentemente al azar y se atrevan a valorar esta obra de arte con notas ridículas y paupérrimas es que no saben de arte, de cine, de nada.
» Así es “Gerry”, no se puede explicar ni tratar de entenderla. Es simplemente el mayor timo cinematográfico de arte y ensayo de esta década. Equiparable a filmar una papelera llena de basura durante 103 minutos a base de perfectos travellings.
» Parafraseándome a mí mismo del parafraseado de varios usuarios y un parafraseo para meterse con un servidor, os dejo la dirección donde remitir una redacción de cincuenta líneas sobre lo mucho que os ha gustado la película:
Dr. Sigmund Freud
Karlsplatz, 16
Viena (Austria)
P.D.: No enviéis a esta dirección vuestra redacción de “El sabor de la sandia”. Al que escribe se la devolvieron con varios insultos en alemán, unas gafas de pasta gruesa, una sandía y un lubricrante anal.
28 de abril de 2009
91 de 115 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia va así:
Compré Gerry porque el primo de un amigo había comentado que era una Obra de Arte en todos los sentidos. El día que la compré, mientras retornaba a mi hogar, me encontré con un viejo maestro (y amigo), doctor en filosofía. Le comente que si no tenía nada que hacer podría ver con el Gerry, el acepto, no sin antes hablar de la triada Kant-Hegel-Marx como una diatriba permanente contra el progreso como forma de vida. Me quede asombrado…
Fueron 103 minutos que duraron en realidad 500. Me encontraba con cara de gilipollas ante lo que había visto. Desde luego, le pedí a mi amigo que me diera su opinión. El no dudo ni un instante en hacerlo.
- Comento que no se había visto un mejor ejemplo de elipsis desde la perpetrada por Stanley Kubrick y su 2001: odisea del espacio. Yo le pregunte en cual escena, y el se limito a responder que yo lo entendería cuando mirará fijamente una roca durante 4 horas seguidas.
- Escribió además lo siguiente en un pizarrón que tenía a la mano:
Dogma vs Conocimiento
()
Espiritualidad vs Pragmatismo + Material vs Intangible
*
Naturaleza vs Artificialidad = Gerry
- Sentenció que Gerry es la tesis, la antitesis y la síntesis de ella misma.
- Que había metáforas permanentes, que cuando caminaban sin sentido en realidad se trataba de una apología a la vida, que cuando aparecía el sol hablaba en realidad de la avaricia desmedida en un capitalismo lleno de salvajismo, que cuando se escuchaba el viento era por lanzar un alegato en el panorama actual de nuestra literatura, que si se escuchaba el caminar de los protagonistas era una férrea crítica al consumismo… y el asunto seguía y seguía.
- Al final sentenció que debíamos hacer de este mundo uno mucho más enigmático de lo que parecía ser. Cuando término el me pidió mi humilde opinión a lo que yo accesiblemente le conteste:
A mi el experimento del Van Sant me parece una mierda, pero vamos, que soy un inculto…
Compré Gerry porque el primo de un amigo había comentado que era una Obra de Arte en todos los sentidos. El día que la compré, mientras retornaba a mi hogar, me encontré con un viejo maestro (y amigo), doctor en filosofía. Le comente que si no tenía nada que hacer podría ver con el Gerry, el acepto, no sin antes hablar de la triada Kant-Hegel-Marx como una diatriba permanente contra el progreso como forma de vida. Me quede asombrado…
Fueron 103 minutos que duraron en realidad 500. Me encontraba con cara de gilipollas ante lo que había visto. Desde luego, le pedí a mi amigo que me diera su opinión. El no dudo ni un instante en hacerlo.
- Comento que no se había visto un mejor ejemplo de elipsis desde la perpetrada por Stanley Kubrick y su 2001: odisea del espacio. Yo le pregunte en cual escena, y el se limito a responder que yo lo entendería cuando mirará fijamente una roca durante 4 horas seguidas.
- Escribió además lo siguiente en un pizarrón que tenía a la mano:
Dogma vs Conocimiento
()
Espiritualidad vs Pragmatismo + Material vs Intangible
*
Naturaleza vs Artificialidad = Gerry
- Sentenció que Gerry es la tesis, la antitesis y la síntesis de ella misma.
- Que había metáforas permanentes, que cuando caminaban sin sentido en realidad se trataba de una apología a la vida, que cuando aparecía el sol hablaba en realidad de la avaricia desmedida en un capitalismo lleno de salvajismo, que cuando se escuchaba el viento era por lanzar un alegato en el panorama actual de nuestra literatura, que si se escuchaba el caminar de los protagonistas era una férrea crítica al consumismo… y el asunto seguía y seguía.
- Al final sentenció que debíamos hacer de este mundo uno mucho más enigmático de lo que parecía ser. Cuando término el me pidió mi humilde opinión a lo que yo accesiblemente le conteste:
A mi el experimento del Van Sant me parece una mierda, pero vamos, que soy un inculto…
22 de octubre de 2005
118 de 173 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine actual es un desierto. Es una pantalla en blanco sobre la que suceden cosas extrañas, ajenas al ser humano. Y cada vez esto es más cierto. George Lucas y Robert Rodriguez han rodado sus últimas películas sobre fondos azules. ¿Por qué? ¿En serio el cine necesita saltos de tres metros, llenar la pantalla de ejércitos digitales, de maniobras imposibles? ¿Qué es el cine? Dudo que hoy en día alguien pueda darme una definición acertada. ¿Acaso el cine es drama, comedia, es género? ¿No se puede alejar el cine de los géneros, de las historias? ¿Acaso de la misma forma que hay un arte literario, un arte musical, no puede haber un arte cinematográfico?
Por otro lado está el problema generacional. La generación de entreguerras tuvo el surrealismo y el expresionismo. La generación que vivió en su niñez el drama de la Segunda Guerra Mundial tuvo la Nouvelle Vague. En los 70 el cine se abrió a otros continentes, se universalizó. Ahora en pleno siglo XXI todo parece inventado ya. La gente idolatra a Tarantino, Rodriguez o Jackson cuando su cine es decididamente manierista, les llega con mejorar técnicas anteriores para hacer un discurso sobre la nada. Mi generación, la que entra en la mayoría de edad a principios de este siglo, se encuentra en un grave problema, el de la indefinición, el de la incapaz de encontrar un significado a su periplo vital, una identidad que lo haga único. De hecho, últimamente se ha puesto de moda eso de decir "vuelven los 70", "vuelven los 80", "vuelve el cine épico" o "vuelve tal y cual". Todo se ha convertido en un eterno retorno, sin que la sociedad avance.
Y entre todo este lío aparece Gerry y nos devuelve la esperanza. O por lo menos hace que nos fijemos en este grave problema. En Psicosis ya empezó Van Sant a elaborar su discurso. Es inutil volver sobre las formas del pasado, porque son ajenas a nosotros, pertenecen a un mundo que no conocemos, cualquier intento de copiarles será a peor (ahí están Gladiator, Troya o los miles de remakes que se hacen hoy en día para corroborarlo). ¿Cual es el camino a seguir? Van Sant no lo conoce. Por eso su película es tan limpia, por eso no hay drama, no hay plot, no hay nada. Simplemente ha querido alejarse del cine anterior y crear una base para que alguien detrás suya construya algo. Y a partir de Gerry se pueden construir muchas cosas.
Por lo tanto, yo reniego de todos aquellos que creen en el cine como algo muerto, que no cambia. El cine evoluciona, no solo técnicamente, sino moralmente. Ideas visuales o narrativas que antes eran válidas quizás ahora no lo son. Gerry es el primer paso para seguir construyendo la historia del cine. Una historia que debe seguir siendo gloriosa.
Por otro lado está el problema generacional. La generación de entreguerras tuvo el surrealismo y el expresionismo. La generación que vivió en su niñez el drama de la Segunda Guerra Mundial tuvo la Nouvelle Vague. En los 70 el cine se abrió a otros continentes, se universalizó. Ahora en pleno siglo XXI todo parece inventado ya. La gente idolatra a Tarantino, Rodriguez o Jackson cuando su cine es decididamente manierista, les llega con mejorar técnicas anteriores para hacer un discurso sobre la nada. Mi generación, la que entra en la mayoría de edad a principios de este siglo, se encuentra en un grave problema, el de la indefinición, el de la incapaz de encontrar un significado a su periplo vital, una identidad que lo haga único. De hecho, últimamente se ha puesto de moda eso de decir "vuelven los 70", "vuelven los 80", "vuelve el cine épico" o "vuelve tal y cual". Todo se ha convertido en un eterno retorno, sin que la sociedad avance.
Y entre todo este lío aparece Gerry y nos devuelve la esperanza. O por lo menos hace que nos fijemos en este grave problema. En Psicosis ya empezó Van Sant a elaborar su discurso. Es inutil volver sobre las formas del pasado, porque son ajenas a nosotros, pertenecen a un mundo que no conocemos, cualquier intento de copiarles será a peor (ahí están Gladiator, Troya o los miles de remakes que se hacen hoy en día para corroborarlo). ¿Cual es el camino a seguir? Van Sant no lo conoce. Por eso su película es tan limpia, por eso no hay drama, no hay plot, no hay nada. Simplemente ha querido alejarse del cine anterior y crear una base para que alguien detrás suya construya algo. Y a partir de Gerry se pueden construir muchas cosas.
Por lo tanto, yo reniego de todos aquellos que creen en el cine como algo muerto, que no cambia. El cine evoluciona, no solo técnicamente, sino moralmente. Ideas visuales o narrativas que antes eran válidas quizás ahora no lo son. Gerry es el primer paso para seguir construyendo la historia del cine. Una historia que debe seguir siendo gloriosa.
17 de mayo de 2009
86 de 115 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, película para pensar en la mierda de tiempo que hace hoy, para pensar en si meterle caña a aquella tia, para pensar en si están echando algo bueno en la tele, para pensar en lo que vas a comer hoy, para pensar en si beber tanto no tiene que ser bueno, para pensar en si fumar tanto no puede ser bueno, para pensar en que te tienes que cortar las uñas, para pensar en lo que vas a hacer después, para pensar en si la Premier League tiene más nivel que la liga española, para pensar en si a Gus se le va la perola, para pensar en si ponerte a currar cogiendo chatarra, para pensar en si vas a comprar tabaco ahora o vas después, para pensar en por qué coño te esta entrando sueño si ayer dormiste 12 horas,para pensar en si pegarle el toque al colega aunque sepas que dos horas despues vas a estar borracho como ayer...en fin, para pensar en si te estas volviendo loco pensando en todo menos en lo que estas viendo.
Eso es Gerry.
Eso es Gerry.
6 de febrero de 2009
49 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
1) Blaise Pascal sostenía que todos los problemas del hombre vienen de no saber permanecer tranquilo en la habitación, y esta película parece ilustrarlo cuando cuenta cómo dos amigos llamados Gerry se pierden tontamente en el desierto.
La defectuosa comunicación entre los amigos es causa importante del extravío, pero no tanto como la aparatosa falta de preparación de los improvisados excursionistas (dando un paseo ven el cartel “Camino salvaje” y siguen adelante), carentes de instinto e incapaces de movilizar recursos para la supervivencia. Antes de cualquier coordinación se demoran en nimios forcejeos y vericuetos verbales.
Caminan sin rumbo y sin táctica, ignorantes de peligros como la insolación y la deshidratación. Eso sí, conversando pueden vivir a fondo, en primera persona, la conquista de Tebas.
2) Esté o no en la intención de Van Sant, la película habla del divorcio entre el hombre civilizado y una Naturaleza que, más allá del valor paisajístico, se ha vuelto para él un mundo extraño e indescifrable.
En realidad, sobre su intención Van Sant aclara en una entrevista (2003) que buscaba ensayar algo a la manera de directores que entonces le tenían fascinado. En especial Bela Tärr, pero también obras sueltas de Benning, Fassbinder, Jarman y, en general, Sokurov y Tarkovsky, cineastas de quienes apreciaba que no empujen al espectador con ritmos trepidantes y le permitan pensar.
Con los actores Matt Damon y Casey Affleck habló de su inquietud, escogieron la idea de los amigos que se pierden en un desierto y trabajaron los tres sobre ello.
El resultado está muy abocetado, mediante apuntes que no terminan de realizar la idea. La larga escena del salto de un Gerry desde una roca a un colchón de arena preparado por el otro Gerry tiene visos de absurdo involuntario, presente en varios pasajes; el absurdo nacido de confundir la estrategia minimalista con una solución a la ligera, prescindiendo sin más de pulir los detalles.
La estrategia minimalista busca el máximo despojamiento de lo accesorio para ceñirse a lo sustancial. Bien ejecutada, conduce a quedarse con lo esencial y puro, concentrando el significado con intensidad proporcional a lo superfluo eliminado. Cuanto menos, más.
Van Sant no elabora un material previo: parte de una escasez, una base endeble que no da para reducir e intensificar; más bien obliga a estirar y repetir, y esos efectos de alargamiento y redundancia (las interminables tomas de caminatas, los planos de 360º…) son retórica, lo contrario del minimalismo.
3) “Gerry” queda lejos de los modelos (mucho habría ganado incluyendo entre ellos el “Dersu Uzala” de Kurosawa), pero por el afán de experimentar fuera de los caminos trillados y afrontar el riesgo de perderse, la película se puede considerar pasable.
La defectuosa comunicación entre los amigos es causa importante del extravío, pero no tanto como la aparatosa falta de preparación de los improvisados excursionistas (dando un paseo ven el cartel “Camino salvaje” y siguen adelante), carentes de instinto e incapaces de movilizar recursos para la supervivencia. Antes de cualquier coordinación se demoran en nimios forcejeos y vericuetos verbales.
Caminan sin rumbo y sin táctica, ignorantes de peligros como la insolación y la deshidratación. Eso sí, conversando pueden vivir a fondo, en primera persona, la conquista de Tebas.
2) Esté o no en la intención de Van Sant, la película habla del divorcio entre el hombre civilizado y una Naturaleza que, más allá del valor paisajístico, se ha vuelto para él un mundo extraño e indescifrable.
En realidad, sobre su intención Van Sant aclara en una entrevista (2003) que buscaba ensayar algo a la manera de directores que entonces le tenían fascinado. En especial Bela Tärr, pero también obras sueltas de Benning, Fassbinder, Jarman y, en general, Sokurov y Tarkovsky, cineastas de quienes apreciaba que no empujen al espectador con ritmos trepidantes y le permitan pensar.
Con los actores Matt Damon y Casey Affleck habló de su inquietud, escogieron la idea de los amigos que se pierden en un desierto y trabajaron los tres sobre ello.
El resultado está muy abocetado, mediante apuntes que no terminan de realizar la idea. La larga escena del salto de un Gerry desde una roca a un colchón de arena preparado por el otro Gerry tiene visos de absurdo involuntario, presente en varios pasajes; el absurdo nacido de confundir la estrategia minimalista con una solución a la ligera, prescindiendo sin más de pulir los detalles.
La estrategia minimalista busca el máximo despojamiento de lo accesorio para ceñirse a lo sustancial. Bien ejecutada, conduce a quedarse con lo esencial y puro, concentrando el significado con intensidad proporcional a lo superfluo eliminado. Cuanto menos, más.
Van Sant no elabora un material previo: parte de una escasez, una base endeble que no da para reducir e intensificar; más bien obliga a estirar y repetir, y esos efectos de alargamiento y redundancia (las interminables tomas de caminatas, los planos de 360º…) son retórica, lo contrario del minimalismo.
3) “Gerry” queda lejos de los modelos (mucho habría ganado incluyendo entre ellos el “Dersu Uzala” de Kurosawa), pero por el afán de experimentar fuera de los caminos trillados y afrontar el riesgo de perderse, la película se puede considerar pasable.
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