Trastorno

Nada, oigan. Ni durando menos de ochenta minutos se puede salvar este thriller made in Spain: escenas de sexo gratuitas a lo peli usaca de los noventa, torp earco dramátco de la villana, clímax tropón, BSO quejumbrosa, estilo visual televisivo, desarrollo de la trama igualmente televisivo (anda que no nos han pasado pro la pequeña pantalla chustas low budget mejores que estas en los mediodías de los domingos de Antena 3)...

No es que sea risible del todo el resultado, pero no da la talla.

Carne de videoclub.

Joder. Ni eso, leches.

Floja. Muy floja.

Que no dejen dirigiar nada más al tal Cámara, por Dioxxx.

Solo hay una palabra para calificar a esta película... Espantosa. Es difícil que una historia no tenga cosas para salvar pero en realidad le he puesto un 4 por ser una peli española. Sin más.

La historia es la típica que ya nos narraron otras pelis anteriores. Como todos han hecho, evocaré a La Mano que Mece la Cuna, porque la verdad, viéndola es la primera peli que te llega a la mente. Pero esta peli americana de Curtis Hanson, sin ser gran cosa, terminaba siendo un thriller entretenido y que se dejaba ver. Trastorno es de todo menos entretenido y no se deja ver en absoluto.

Es una pena porque Fernando Cámara era un director que me gustó en Memorias de un Ángel Caído, un acercamiento al apocalipsis cotidiano. También me gusta mucho (en todos los aspectos) Ingrid Rubio. Y parecía que Najwa Nimri se había dejado los titubeos y susurros desesperantes de sus inicios para empezar a ser una actriz mucho más seria. Todo esto se va al garete en hora y media de peli. El director es incapaz de llevar a buen puerto un mal guión. A veces con una mala historia se puede hacer una peli potable. Este no es el caso y Cámara deambula con este barco hasta naufragar de forma estrepitosa. A los 15 min. ya sabes como va a ir la cosa y como va a terminar. Pero es que a la media hora te da igual como termine. Y a la hora y pico estás deseando que termine. Esto tampoco lo arregla las actuaciones, sobre todo las femeninas (ya que las masculinas son tan planas que mejor ni mencionarlas). Ingrid Rubio está ante uno de sus peores papeles (que intenta arreglar con un destete bastante gratuíto aunque medianamente gratificante) y su idea de chica "demente" es pegar gritos y hacer que sus ojos parezcan inyectados en sangre. Najwa Nimri vuelve por los fueros de antaño y se dedica a ser "misteriosa" con una voz que casi ni se oye. El problema es que la misteriosa es Ingrid Rubio y no ella. Así que no cuadra del todo esa voz susurrante e inquietante en dicho personaje.

Lo demás ¿para que comentarlo? Resto de actuaciones malas. Una banda sonora totalmente desubicada. Fotografía de telefilm... En fin, un 4 por pena

Ay!, hay que ver lo mucho que le cuesta al cine español sacar una buena película de terror, pero bueno, salí ilusionado del cine... espero que sea el principio de la creación de más películas de este estilo en nuestro cine.

En cuanto a la película, pues bueno, argumento batante similar, por no decir igual, a una película americana que ya hemos visto todos, no diré de cual se trata para no estropearle a nadie esta película. De todos modos creo que la versión americana está mucho mejor hecha que la española y el argumento es muchísimo más sutil e inteligente. Pero bueno a pesar de todo me ha gustado la idea de que se haga un film de este estilo con actores y actrices españoles. Espero que no sea el último y que el siguiente sea mejor. ¿Lo mejor de la película? Los 4 o 5 sustos que te da y la interpretación de Ingrid Rubio y Najwa Nimri.

Estamos sencillamente ante un telefilme que bien podría estrenarse en Antena3 una tarde de fin de semana, con la diferencia de que se ha estrenado en cines y es de nacionalidad española. Cuenta la clásica y archiconocida historia telefilmera donde una loca / psicópata se interpone con aviesas intenciones en la vida de un matrimonio más o menos bien avenido. En este caso, es la hermana de la mujer y su desquiciamiento radica en un desaforado deseo materno. Una historia que no daba para mucho y que además no ofrece demasiada chicha (las maniobras de Ingrid Rubio deberían haber empezado antes para así dar más juego). Rodada con unos tonos como pasados por un tamiz verdoso y amarillo en los exteriores y oscuro en los interiores, con una cantidad de personajes muy reducida y unos actores que van de meramente cumplidores para abajo (Rubia peca un tanto de histrionismo y Nimri justo de lo contrario).
A destacar, una escena en concreto (spoiler).

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Más críticas en:
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Películas como Trastorno (2006) dan la razón a todos aquellos que ponen a parir el cine español, un cine que me gusta pero que con ejemplos como este se hace tarea harto complicada defender. Utilizo el primer párrafo para explicar qué es y quién hace cada película sobre la que escribo, con Trastorno la crítica ha empezado en este primer bloque, menudo bodrio me acabo de comer. Lo dirige Fernando Cámara, responsable de la apreciable Memorias de un Ángel Caído (1997) y desde Trastorno sin volver a la pantalla grande -se entiende-. Protagonizan Najwa Nimry, Ingrid Rubio, Pep Munné y Juan Sanz.

Dos hermanas (Nimry y Rubio) se reencuentran en la casa de la primera de ellas, embarazada de siete meses y casada con un importante empresario (Munné). La segunda está en paro y sale con un chico (Sanz) que conoce de cuatro días. Esta última es la que tiene el trastorno del título, pues un aborto que sufrió en la adolescencia le afectó la matriz y no puede tener hijos, obsesionada con ello desde entonces y la razón de querer apropiarse el de su hermana los 75 eternos minutos que dura la peli.

Si la visita del personaje de la Rubio se produce medio año después y con el bebé ya nacido, no habría duda, estaríamos ante el remake español de La Mano que Mece la Cuna (1992). Para quien no se acuerde, era una película con niñera psicópata que no podía tener hijos y quería quedarse con el de la familia que cuidaba. Un pequeño clásico de los noventa bastante sobrevalorado, imitado por muchas de las películas que se ven en las sobremesas de cine los fines de semanas.

Fernando Cámara debió descargarse la copia del guión por internet y añadió cuatro detalles a cada cual más absurdo -cada una de idioteces que hace el personaje de la Rubio, alguna pista falsa de guión (ridícula escena de la gota en la bañera). Él mismo la dirigió con ayuda de todas las entidades que aparecen en los títulos de crédito iniciales, mediante subvenciones que todos pagamos con nuestros impuestos. Espero que le diera para un buen catering, porque el estilo visual de Trastorno es el de un telefilm amateur con una buena y única localización y poco más.

Los actores están fatal, Nimry en estado catatónico, la Rubio poniendo cara de loca y Pep Munné en la interpretación más lamentable que he visto en el cine nacional, tal vez en mi vida. Salvar a Juan Sanz, que sin grandes alardes se comporta y expresa como el único personaje normal de todo Trastorno. Como el cine español malo, no falta alguna escena de desnudo, sexo y expresiones de la más baja calaña.

Por último la banda sonora de Javier Cámara -nada que ver con el buen actor de Hable con Ella-, es el enchufado hermano del director, encargado de parir la abominable banda sonora, un aborto sonoro de difícil escucha.