La fiaca

Vi esta película hace años en un festival de cine, y me impactó la simpleza del argumento, la calidad actoral con la que se abordan los personajes (desde entonces soy admirador inclaudicable de Norman Briski) y la buena factura del film en general. Me gusta ver cine argentino, sobre todo cuando puedo vislumbrar detrás de las referencias al neorrealismo italiano, al cine español o, claro, a Hollywood, un esbozo de saludable identidad nacional. Ésta es una película de cine auténticamente argentino. No aburre, no es banal, logra profundidad sin caer en la grandilocuencia de otras películas criollas ridículas y pretenciosas. Si le gusta el cine criollo, querido lector, tiene que rescatar esta humilde cinta del arcón de las cosas viejas.

Un hombre joven, trabajador ejemplar, siempre obediente a sus superiores, empieza a cuestionarse lo que hace de su vida, su rutinaria vida; se plantea en donde quedaron los sueños de toda la vida, se da cuenta que no es fácil crecer, que trabaja para gente mezquina en una organización mezquina, y que lo tratan como un número, como alguien del montón. Un buen día colapsa, quiere romper la rutina, patear el tablero y lisa y llanamente “no hacer nada…porque tiene fiaca”.

Esta es una película clásica, con un argumento simple pero muy efectivo, en el que cualquier trabajador puede verse reflejado, una comedia con una buena cuota de psicología, para reírse un rato con la conducta delirante y nostálgica del artista principal, y que nos permite revivir la libertad perdida después de la infancia y soñar un poco con una vida mejor (al menos por un rato).

La caracterización está perfectamente realizada, Norman Briski reboza de exaltación, humor y simpatía, es el actor ideal para el papel, logra transmitir ese carácter inmaduro y pícaro que dibuja al personaje.

No dejen de verla, creo que todos nos podemos ver reflejados y disfrutar viendo los disparates y las fantasías con los que alucinará el personaje.

La idea es buena, a pesar de que como todo lo que en un tiempo estaba muy de moda, y en esa época el cine se caracterizaba por hacer películas sobre la clase media urbana, sobre todo los oficinistas, en Argentina se hicieron varias, algunas más experimentales o sociales, y otras más comerciales como ésta.
Lo malo de La Fiaca, es que se torna monótona y repetitiva, a los 40 minutos o antes, ya no saben qué contar o la forma en que lo hacen es pueril, predecible o raya en la estupidez, quiere ser irónica o sarcástica, consiguiéndolo en muy pocos momentos.
Creo que todo daba para una tragicomedia más elaborada, menos pendiente de los chistes, y de la continua muletilla de tengo fiaca, algo que el protagonista no dice menos de 100 veces, para centrarse en la critica a esa vida aburrida, gris, mediocre y consumista, si la intención era algo profundo, no lo lograron, es una propuesta fallida en cuanto al humor, y a medias lograda en las partes dramáticas, que son las más contenidas, lo malo es que son muy pocas para lograr salvar la película.