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Rep. Dominicana Sauvage
1.476
Drama
Léo (Félix Maritaud) tiene 22 años y vende su cuerpo por un poco de dinero. Los hombres van y vienen, y él se encuentra a sí mismo buscando el afecto en cualquier lugar donde pueda obtenerlo. No sabe qué le deparará el futuro. (FILMAFFINITY)
9 de junio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salvaje es una cinta compleja que tal vez no se aprecie a simple vista, pero este relato sobre la otra cara de la prostitución masculina los contras y los pros de este oficio. La película nos muestra a un protagonista entrañable y tierno que a primera vista parece que le gusta prostituirse; pareciera que lo hace más por gusto que por necesidad. Pero no es así ya que a lo largo de la historia nos demuestra que es un ser solitario en busca de su propia identidad como ser humano, como persona y sobre todo en busca del amor…pero no un amor real más bien un amor perfecto, un príncipe azul, en pocas palabras nuestro protagonista está enamorado del amor y eso lo lleva a buscar el cielo en la tierra. Aunque al final de la historia nos muestra que nunca es tarde para cambiar y evolucionar pues después de todo no importa lo que pase siempre empieza un día más la vida.
18 de septiembre de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En FILMIN hemos visto una joya: SAUVAGE. Película de coraje inaudito, que parece improvisada, casi documental y que sin embargo es fruto de un sabio cálculo, de una ardua vertebración de tempo, relato y poema fílmico. Todo es lumpen, sucio, peligroso, real y profundamente conmovedor. La más desarmante historia de amor que ha dado el cine desde, posiblemente, NELLY Y EL SEÑOR ARNAUD de CLAUDE SAUTET.
Fabuloso debut de CAMILLE VIDAL-NAQUET, ya en mi lista de directores favoritos junto con los hermanos SAFDIE, PAUL SCHRADER, ROBERT EGGERS, BONG JOON HO, DAVID ROBERT MITCHELL, LANTHIMOS, CHLOE ZHAO, PAUL THOMAS ANDERSON, SEAN BAKER…
Fabuloso debut de CAMILLE VIDAL-NAQUET, ya en mi lista de directores favoritos junto con los hermanos SAFDIE, PAUL SCHRADER, ROBERT EGGERS, BONG JOON HO, DAVID ROBERT MITCHELL, LANTHIMOS, CHLOE ZHAO, PAUL THOMAS ANDERSON, SEAN BAKER…
A fuego lento
28 de junio de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Sauvage” (2018) de Camille Vidal-Naquet con Félix Maritaud, Eric Bernard, Nicolas Dibla, Philippe Ohrel, Marie Seux, Lucas Bléger, Camille Müller, Jean-Pierre Baste, entre otros.
Drama francés de temática gay, que sigue a un trabajador sexual de 22 años, que usa drogas mientras los hombres van y vienen; él no sabe que traerá el futuro, pues lo único que tiene es el camino escogido, la esperanza de un amor efímero y un corazón que late con fuerza.
Este es el debut de Camille Vidal-Naquet, que hizo una documentación en la Bois de Boulogne por 3 años, donde conoció muchos prostitutos, por lo que todo lo visto proviene de historias reales, lo que le da una voz honesta a los marginados y a los desfavorecidos; porque aquí hay una descripción desgarradora, cruel, brutal y honesta de un prostituto que vive en una existencia muy destructiva, y si bien hay mucha desnudez, sexo y uso de drogas, no se siente gratuito o barato, y lo mejor es que el director no da un enfoque crítico ni moralista, pese a su tono lúdico, es más un viaje íntimo; por lo que la película nunca es banal; pues con lo explícito de todo, ocultarlo o enmascararlo se habría sentido falso.
En el fondo hay un reclamo social hacia la falta de vivienda y la vergüenza humana de una sociedad que se mantiene alerta, observa e interviene solo cuando se la estimula al retratar un sector que merece tratamiento.
Técnicamente asombrosa, Vidal-Naquet usa su cámara como “voyeur”, registrando y espiando el comercio más antiguo del mundo mientras el personaje que sigue encuentra refugio en su naturaleza salvaje, porque estamos en un mundo donde “perro-come-perro”, un mundo donde campa en el sexo perverso, la degradación y la fantasía, por lo que “Sauvage” patina al borde de “Cinéma Vérité”; y por ello la película está diseñada con cuidado, amor, atención, y lo más importante, respeto, pues los temas son intensos, caóticos y estimulantes, lo que nos brinda una visión real del trabajador sexual gay; y así vemos momentos tiernos e incluso íntimos que admiran la depravación de la que somos testigos, y esto se debe al brillante talento que Félix Maritaud que interpreta al protagonista con tanta empatía, honor y comprensión, gracias al trabajo intimista del director de fotografía, Jacques Girault, que emplea una estética pseudo-documental; con cámara en mano, pérdida ocasional de enfoque, composiciones frecuentes e incómodas, e incluso se pierde momentáneamente al sujeto en el cuadro antes de volver a levantarlo; y esto tiene el efecto de no representar la sexualidad como algo pervertido y sucio, ni valorarla como la parte más importante de la trama; pues lo presenta simplemente como parte de la vida de Léo, que Vidal-Naquet lo normaliza.
Ciertamente no pasa por alto los problemas de este tipo de vida, o las perversiones sexuales que uno puede encontrar, pero no presenta el trabajo sexual como, en sí mismo, fundamentalmente inmoral.
SIGO EN LA ZONA DE SPOILERS
Drama francés de temática gay, que sigue a un trabajador sexual de 22 años, que usa drogas mientras los hombres van y vienen; él no sabe que traerá el futuro, pues lo único que tiene es el camino escogido, la esperanza de un amor efímero y un corazón que late con fuerza.
Este es el debut de Camille Vidal-Naquet, que hizo una documentación en la Bois de Boulogne por 3 años, donde conoció muchos prostitutos, por lo que todo lo visto proviene de historias reales, lo que le da una voz honesta a los marginados y a los desfavorecidos; porque aquí hay una descripción desgarradora, cruel, brutal y honesta de un prostituto que vive en una existencia muy destructiva, y si bien hay mucha desnudez, sexo y uso de drogas, no se siente gratuito o barato, y lo mejor es que el director no da un enfoque crítico ni moralista, pese a su tono lúdico, es más un viaje íntimo; por lo que la película nunca es banal; pues con lo explícito de todo, ocultarlo o enmascararlo se habría sentido falso.
En el fondo hay un reclamo social hacia la falta de vivienda y la vergüenza humana de una sociedad que se mantiene alerta, observa e interviene solo cuando se la estimula al retratar un sector que merece tratamiento.
Técnicamente asombrosa, Vidal-Naquet usa su cámara como “voyeur”, registrando y espiando el comercio más antiguo del mundo mientras el personaje que sigue encuentra refugio en su naturaleza salvaje, porque estamos en un mundo donde “perro-come-perro”, un mundo donde campa en el sexo perverso, la degradación y la fantasía, por lo que “Sauvage” patina al borde de “Cinéma Vérité”; y por ello la película está diseñada con cuidado, amor, atención, y lo más importante, respeto, pues los temas son intensos, caóticos y estimulantes, lo que nos brinda una visión real del trabajador sexual gay; y así vemos momentos tiernos e incluso íntimos que admiran la depravación de la que somos testigos, y esto se debe al brillante talento que Félix Maritaud que interpreta al protagonista con tanta empatía, honor y comprensión, gracias al trabajo intimista del director de fotografía, Jacques Girault, que emplea una estética pseudo-documental; con cámara en mano, pérdida ocasional de enfoque, composiciones frecuentes e incómodas, e incluso se pierde momentáneamente al sujeto en el cuadro antes de volver a levantarlo; y esto tiene el efecto de no representar la sexualidad como algo pervertido y sucio, ni valorarla como la parte más importante de la trama; pues lo presenta simplemente como parte de la vida de Léo, que Vidal-Naquet lo normaliza.
Ciertamente no pasa por alto los problemas de este tipo de vida, o las perversiones sexuales que uno puede encontrar, pero no presenta el trabajo sexual como, en sí mismo, fundamentalmente inmoral.
SIGO EN LA ZONA DE SPOILERS
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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26 de abril de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A través de la triste historia del trabajador sexual protagonista, que se sale de la pantalla, se nos presenta un crudo retrato sobre la falta de autoestima y la autodestrucción como forma de vida. La película no busca provocar, aunque algunas de las escenas son naturalmente explicitas, ni tampoco contarnos que es la prostitución, aunque hay momentos chocantes y muy duros que tan vez no esperas, pero si exponer una realidad desagradable, que ha conseguido conmoverme como en pocas ocasiones.
Es muy fácil empatizar con el personaje principal, y con algunos otros, sobretodo gracias al guion y al reparto actoral,
Real, perturbadora, en ocasiones sórdida, autentica y dura.
Es muy fácil empatizar con el personaje principal, y con algunos otros, sobretodo gracias al guion y al reparto actoral,
Real, perturbadora, en ocasiones sórdida, autentica y dura.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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21 de enero de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La prostitución se asocia, irremediablemente, al género femenino, siendo este submundo de sobras conocido y tratado en el cine en innumerables ocasiones. Es por ello que, cuando un film apuesta por retratar otros mundos, digamos, menos conocidos por el gran público, esta resulta, ya por sí misma, interesante.
El debut de Vidal-Naquet se adentra en los sórdidos mundos de la prostitución masculina a través de la débil mirada de un joven marginal, cuya vida transita entre sexo y drogas. La gran hazaña del film es retratar, con total veracidad, un submundo donde jóvenes se ven expuestos a los peligros de la calle y a muchas de las consecuencias que conlleva vender el propio cuerpo a desconocidos.
El director opta por no tomar partido, mostrando la realidad tal y como se presenta, sin víctimas ni verdugos, en la que tiene cabida todo tipo de personajes. Aquellos que se ven arrastrados a una vida llena de excesos, así como aquellos que se aprovechan de las circunstancias. A través de un excelente Maritaud, el espectador es atrapado en esa espiral de (voluntaria) autodestrucción que, bajo un halo de cierta emotividad, consigue empatizar con un personaje difícil en su visceral y explícita búsqueda vital.
Aún quedándose en la superficie de lo pretendido, el film contiene suficientes elementos perturbadores como para remover conciencias aunque, al final, resulte del todo inofensiva. Pese a ello, nos encontramos con una audaz ópera prima, llena de matices que amalgama ese juego de luces (la inocencia del protagonista) y sombras (la falta de escrúpulos de algunos personajes) que conforman la vida misma.
Lo mejor; Maritaud y la valentía del director en contarnos la parte más cruenta del sexo (ese incómodo trío con un enorme dildo de por medio), así como su parte más amable (esa emotiva escena de cama con reminiscencias al pasado del cliente).
Lo peor; Es una lástima que el film no profundice más en las cuestiones que plantea, navegando por la superficie sin rasgarse las vestiduras más allá de la explicitud visual.
El debut de Vidal-Naquet se adentra en los sórdidos mundos de la prostitución masculina a través de la débil mirada de un joven marginal, cuya vida transita entre sexo y drogas. La gran hazaña del film es retratar, con total veracidad, un submundo donde jóvenes se ven expuestos a los peligros de la calle y a muchas de las consecuencias que conlleva vender el propio cuerpo a desconocidos.
El director opta por no tomar partido, mostrando la realidad tal y como se presenta, sin víctimas ni verdugos, en la que tiene cabida todo tipo de personajes. Aquellos que se ven arrastrados a una vida llena de excesos, así como aquellos que se aprovechan de las circunstancias. A través de un excelente Maritaud, el espectador es atrapado en esa espiral de (voluntaria) autodestrucción que, bajo un halo de cierta emotividad, consigue empatizar con un personaje difícil en su visceral y explícita búsqueda vital.
Aún quedándose en la superficie de lo pretendido, el film contiene suficientes elementos perturbadores como para remover conciencias aunque, al final, resulte del todo inofensiva. Pese a ello, nos encontramos con una audaz ópera prima, llena de matices que amalgama ese juego de luces (la inocencia del protagonista) y sombras (la falta de escrúpulos de algunos personajes) que conforman la vida misma.
Lo mejor; Maritaud y la valentía del director en contarnos la parte más cruenta del sexo (ese incómodo trío con un enorme dildo de por medio), así como su parte más amable (esa emotiva escena de cama con reminiscencias al pasado del cliente).
Lo peor; Es una lástima que el film no profundice más en las cuestiones que plantea, navegando por la superficie sin rasgarse las vestiduras más allá de la explicitud visual.
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