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Hamilton

Musical. Drama La versión filmada del exitoso musical "Hamilton" combina lo mejor del teatro en vivo y de la cinematografía en una asombrosa mezcla de hip-hop, jazz, R&B y comedia musical. Este relato sobre Alexander Hamilton, uno de los padres fundadores de Estados Unidos, constituye un momento revolucionario en el teatro y narra la historia desde una perspectiva actual. (Sinopsis oficial de Disney+)
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Críticas 17
Críticas ordenadas por utilidad
3 de julio de 2020
34 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde que debutó en el año 2015, el musical Hamilton ha arrasado en Estados Unidos, ganando infinidad de premios y causando furor desde entonces, siendo un auténtico fenómeno mundial. Yo había oído hablar de él desde su estreno, ya que en su momento no se hablada de otra cosa, siendo definido por los que lo habían podido catar como de una auténtica obra maestra. Claro, que si no vives en Estados Unidos lo tenías bastante complicado, como es mi caso.

Pues bien, en esta vida casi todo tiene solución, ya que Disney Plus, en un movimiento más que inteligente, ha estrenado la película del musical en su plataforma casi por sorpresa. En principio se iba a estrenar la película por parte de Disney a finales de 2021, pero finalmente ha llegado la obra "integra" (está entre comillas porque han eliminado un par de palabrotas... en fin) a la plataforma del ratón. Seguramente el coronavirus haya tenido bastante que ver.

La llegada de la obra a la plataforma ha sido recibida con un aplauso unánime por parte de la crítica, al tener de momento un 100% en Rotten Tomatoes. La verdad es que me sorprenden bastante esas críticas positivas, no porque la obra no lo merezca, sino más bien porque estamos ante un musical moderno, diferente y transgresor, que seguramente no sea del agrado de todos, pero que parece que a los críticos sí que les ha convencido. Eso sí, algo me dice que no es para todos los paladares. 

Antes de comenzar a desgranar la popular obra, tengo que advertir que dicho musical ha llegado a Disney Plus sin subtítulos en español, solamente en inglés, en un error garrafal por parte de Disney, dejando de relieve su pereza en según que maniobras, ya que no se nota que no están muy preocupados en las actualizaciones de la plataforma alrededor del mundo. De ahí el retraso en la llegada a países como España o que su catálogo deje bastante que desear. Pero esa es otra historia.

Una vez aclarado este punto, puedo confirmar que el musical son dos horas y media de rap y canciones pegadizas, donde el humor y el dramatismo se dan la mano para contarnos la historia de Alexander Hamilton, uno de los padres fundadores. Ahí es nada. 

La verdad es que sacar una obra así, de la biografía de Hamilton y con unas letras y canciones tan redondas y modernas no es poca cosa, y todo el merito es del escritor de la obra, que no es otro que el popular Lin-Manuel Miranda, que ha colaborado anteriormente en no pocas ocasiones con Disney (Moana, Mary Poppins 2) y que se podría considerar un absoluto genio.

No obstante, y aunque la mayoría de las canciones me han fascinado, las dos horas y media no me han parecido magistrales, ya que en la segunda mitad se pierde algo de la garra inicial, aunque la obra tiene un buen cierre. También es cierto que hay canciones tan impresionantes y magistrales que eclipsan inevitablemente a otras menos logradas, haciendo que el cómputo general no sea perfecto,  porque el nivel mostrado en según que momentos roza el sobresaliente.

Negar que seguramente dos horas y media de rap sean indigestas para según que personas es no querer ver la verdad, aunque no seré yo quien diga que no estamos ante una obra única y sorprendente, pero tampoco puedo mirar a otro lado y negar que el nivel de la primera hora no se mantiene hasta el final. Al menos esa es mi impresión.

La puesta en escena es una maravilla, y eso que están siempre con los mismos decorados, pero los bailes y movimientos son más que acertados y están medidos al milímetro, teniendo detrás una dirección concienzuda y sublime. Nada está dejado al azar y todo funciona como un reloj. Fabuloso.

En cuanto al reparto, el bueno de Lin-Manuel Miranda se adjudica el papel protagonista, cosa que no tiene ningún reproche, ya que la obra es suya y tiene todo el derecho, pero volvería a faltar a la verdad (aunque más bien sería mi verdad) al no reconocer que es ampliamente superado por sus compañero de reparto, ya sea a la hora de rapear o de cantar. Quizás haya sido su particular voz u otros factores que no sabría explicar, pero me han convencido más los momentos protagonizados por sus compañeros de escena, los cuales, curiosamente, tienen los mejores instantes del musical. 

Por otro lado, considero que es un acierto apostar por el humor en según que momentos, buscando la complicidad del público, el cual se ríe en no pocos momentos, aunque decididamente estamos ante un drama que nos cuenta la historia de Alexander Hamilton y de Aaron Burr (éste interpretado de forma excelente). La diferencia es que se ha hecho apostando por un toque moderno y diferente que seguramente ahuyente a según que espectadores, pero que ha demostrado que ha sido una idea innovadora y un completo éxito. Yo he quedado encantado, desde luego.

Y bueno, las canciones y la banda sonora son un punto y aparte, ya que son la clave del musical y lo mejor de lejos, con unas letras que funcionan como un reloj y dan la sensación de estar en una batalla de rap constante, solo que en otro contexto histórico. Una maravilla.

En conclusión, estamos ante un musical fascinante e irrepetible, que aunque no me parece magistral sí que considero que merece todos los aplausos habidos y por haber, ya sea solamente por haber ofrecido una producción tan arriesgada y diferente. Un musical digno de ver y que no te puedes perder si tienes curiosidad por el fenómeno mundial (y que ahora ha vuelo a despertar con la llegada a Disney Plus) o si simplemente te gusta el género. Imprescindible. 

Más críticas: ocioworld.net
Javi McClane
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4 de julio de 2020
18 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hamilton es una maravilla.
Dejando de lado que Disney + España la ha estrenado sin subtítulos en español (...), se trata sin duda de un producto imprescindible para conocer uno de los musicales más importantes de los últimos años, si no el que más, que ya forma parte de los clásicos de todos los tiempos por derecho propio. Haber cogido la historia de Alexander Hamilton, uno de los padres fundadores de EEUU, y haberse atrevido a contarla en formato musical, con actores de todas las etnias y colores de piel, y con el hip-hop como estilo musical principal, es una proeza absoluta de su responsable máximo, Lin-Manuel Miranda, que entra en el Olimpo de los genios del musical por pleno derecho, colocándose con esta obra a la altura, como decimos, de verdaderos clásicos como Lloyd Webber, Sondheim, Kander & Ebb, Fosse, Rodgers & Hammerstein, Schönberg, Larson o, también más recientemente, Pasek & Paul. Y si no, tiempo al tiempo. Hamilton va a ser un musical recordado a lo largo de las décadas, ya lo verán. Ya es un clásico ahora y lo va a seguir siendo.
Y la clave de su éxito es que es una obra maestra, sin más. No hay más que ver cómo se saca partido al decorado, que se mantiene igual durante los dos actos, o al vestuario neutro y extremadamente ágil y funcional que lleva el elenco (una absoluta maravilla), o por supuesto a las maravillosas canciones y cómo se narra la historia. Es imposible destacar sólo algunas, porque la inmensa mayoría son magníficas, pero hay que rendirse ante la fuerza de "Guns & ships" (prodigioso Daveed Diggs como Lafayette) y "Yorktown" como los mejores ejemplos de canciones bélicas; la emoción de "Wait for it" (espectacular Leslie Odom Jr como Aaron Burr); o la profunda emotividad de los momentos que comparten Washington y Hamilton o, por supuesto, la impactante "It's quiet uptown".
Una absoluta obra maestra, que por suerte ahora podemos disfrutar en esta versión grabada con su elenco original en Nueva York, y que además está maravillosamente realizada para resaltar las emociones y apreciar las interpretaciones y las coreografías casi extraterrestres (pocos musicales son más difíciles para un elenco).

Lo mejor: Todo
Lo peor: Nada
Sibila de Delfos
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4 de julio de 2020
13 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
*La Revolución Americana, a modo de rap

Si algo tiene de característico este musical, es la simbiosis que se produce entre la música urbana y el hecho histórico que se relata. Porque a pesar de estar ambientada en el siglo XVII, parece un musical creado por Spike Lee. La música que nos acompaña en todo momento es una auténtica delicia, en una mezcla variada de géneros musicales. Sin embargo, sería muy injusto limitarnos alabar la gran banda sonora de la obra. Hamilton es mucho más que un musical, es el reflejo de la historia de todo un país. Es una obra verdaderamente asombrosa, que no tiene miedo a hacer un esbozo de la historia americana de una manera desvergonzada.

Otro hecho sorprendente, es que haya funcionado tan bien cinematográficamente, pese a ser una filmación teatral. En concreto, la función que podemos ver en la cinta pertenece a una actuación llevada a cabo en el “Richard Rodgers Theathre” de Nueva York. Thomas Khail consigue capturar en cada fotograma, la esencia de este musical. Es como si por un momento, nos transportáramos a Broadway y nos hicieran participes de este milagro musical.

El reparto que conforma esta obra, tampoco se queda atrás en brillantez. Por un lado tenemos a Lin-Manuel Miranda, el artífice del fenómeno Hamilton. No solo demuestra tener grandes dotes para la música, sino también para la interpretación. El papel principal que lleva acabo de Alexander Hamilton es magistral, que en todo momento sabe moverse en esa delgada línea entre la comedia y el drama. Por otra parte tenemos a Phillipa Soo, en el papel de Eliza Hamilton. Su interpretación se mantiene continuamente en un nivel alto de intensidad dramática. Podríamos pasarnos horas hablando de cada uno de los personajes y actores que conforman esta obra, pero en líneas generales estos dos son los personajes más relevantes a destacar.

*El Ícaro de Norteamérica

Alexander Hamilton es probablemente, una de las figuras más importantes en el nacimiento de Estados Unidos, como país. Sin embargo, la historia no le ha reconocido lo suficiente su contribución. Otros personajes históricos como George Washington o Thomas Jefferson, son conocidos por el amplio público, no así con Hamilton. Pocos sabían que Hamilton fue la mano derecha de George Washington, y que su labor como economista hizo prosperar al país. Hubiera llegado a ser presidente de los Estados Unidos, si no hubiera tratado de volar tan cerca del sol.

A menudo vemos como en Estados Unidos, se enarbola a los héroes del país. Esta obra no pretende mostrarnos una cara afable, de la vida de Alexander Hamilton. En muchos momentos de la obra, Hamilton se nos presenta como un ser narcisista y neurótico. Es un personaje completamente obsesionado por construir un legado, alrededor de su persona. Hamilton vive insatisfecho, pese a tener a una mujer e hijo que le quieren.

En un momento de la función, el personaje de Elisa hace una comparación entre él e Ícaro. Un hombre que por ansiar llegar a las cotas más altas en su vida, pierde todo el mundo que tiene a su alrededor. Como el título de esta crítica indica, Hamilton es una especie de antihéroe. Alguien que llevo a cabo grandes logros para su país, pero que a su vez también tenía un lado oscuro.

*No desperdiciaré mi oportunidad

Una reflexión interesante que deja la obra, es si merece la pena dar la vida entera por una causa. Hamilton lucha constantemente por hacerse un hueco en la historia, como si necesitara de una causa mayor, para ser feliz. Hamilton desaprovecha su vida, creando algo que nunca vera con sus ojos.

Hay dos temas que ilustran a la perfección, esta condición del personaje. La primera titulada “My Shot”, que podemos disfrutar durante el primer acto. En ella Hamilton, habla de sus ambiciones ante el nuevo país, que está a punto de nacer. Su vida llena de desdichas, especialmente el hecho de que perdiera a sus padres siendo muy joven, le ha hecho inseguro ante la vida. Se puede decir que Hamilton nunca llego a creer en el mismo, pero si en la revolución. La idea de una independencia, es la única razón por la que vive, sin ella no es nada.

El segundo tema, es el que se produce durante el segundo acto llamado “Burn”. Probablemente el tema más desgarrador de todo el musical, en donde Eliza habla de su amor con Hamilton. Una de las líneas viene a decir, que vivía en una eterna obsesión por ser recordado para la posteridad.

Es realmente interesante de ver como a medida que va transcurriendo la trama, nos adentramos cada vez más en la mente de Hamilton. Lo que Miranda ha conseguido con este personaje, es de una proeza extraordinaria. Es un personaje que tiene muchas similitudes, con el Macbeth de Shakespeare. De hecho, en un momento de la función recita un verso de la obra de Shakespeare.

*Conclusión

Hamilton es una obra que nace de las entrañas, de la historia estadounidense. Estamos ante una obra teatral que con esta adaptación, consigue alcanzar la máxima expresión cinematográfica. Es una experiencia artística sin igual, que se hace corta pese a su larga duración. Es una de las sensaciones de Broadway, que ahora tenemos la oportunidad de disfrutar en nuestro país. Pese a ser una filmación de una función teatral, no cabe duda que Hamilton será una de las cintas que más den de hablar en el 2020.

Para todos aquellos que se pregunten dónde pueden escuchar la banda sonora, la pueden encontrar en las principales plataformas de streaming.

Escrito por Daniel Jimenez
Cinemagavia
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5 de julio de 2020
12 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi género preferido en cine y en teatro es el musical. Viajo a Londres todos los meses para disfrutar de los clásicos y de las novedades de la cartelera. Es una sensación muy especial la que se siente en la sala del teatro que no se puede traspasar al cine y mucho menos a la televisión por muy espectacular que sea la pantalla en la que se proyecte...siempre es un reto y los amantes del teatro tenemos tendencia a no quedar nunca satisfechos cuando nos tocan “nuestro” musical favorito...yo siempre aplaudo, sea cual sea el escenario.
HAMILTON ha triunfado de manera clara y sobresaliente. Tenia muchas ganas de verla y había planeado un viaje a New York para disfrutarla...el Covid19 me frustró el deseo y hoy, gracias a Disney+ la he podido ver y me ha recordado, con las diferencias lógicas, a mi musical estrella, LOS MISERABLES.
La historia, no tan conocida fuera de Estados Unidos, es épica y contiene números espectaculares junto a una producción, dirección e interpretación majestuosa. Un trabajo artístico y creativo que dejará, a los que se atrevan a verlo, maravillados como he quedado yo.
Lin-Manuel Miranda, el deshollinador de MARY POPPINS RETURN, es el muñidor y protagonista de este excelente musical que ya está en la historia del teatro. Magnifica la traslación del espectáculo a la televisión.
Muy recomendable.
LuisOrtiz
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9 de julio de 2020
45 de 86 usuarios han encontrado esta crítica útil
Previo a todo, hay que dejar en claro que no es una película, sino una obra de teatro con público filmada, y muy bien filmada, el rubro técnico es impecable.
En cuanto a la obra misma, me pareció aburrida, y eso que estaba situado en tiempo y espacio en cuanto a los sucesos históricos, estimo que a una persona ignorante de los hechos ver esta obra le debe resultar, además de aburrido, una tortura.
¡Pero si la obra es un suceso! ¡Pero si tiene una nota promedio altísima en filmaffinity! Sí, lo entiendo... creo que responde, sobre todo el fenómeno de la obra de Broadway, a la necesidad por parte de un público blanco, anglosajón, de clase media alta, que vive en Manhattan, de izquierda, de expiar culpas por vivir en una gran contradicción entre su ideología declamada y su modus vivendi, por eso les gusta tanto esta relectura de su historia fundacional encarnada por burgueses de estirpe anglosajona, interpretados por negros, perdón afroamericanos, y boricuas, al ritmo de la música de la calle de los barrios bajos neoyorquinos alejados de Manhattan...
Si el mismo argumento hubiese sido interpretados por actores cuya etnia se correspondiese con la de los personajes históricos, aun con música de hip-hop, no hubiese logrado el éxito que logró...
En conclusión, no es mala, pero está muy inflada por cuestiones políticas y no artísticas. Además la extensión de casi 3 horas no ayuda...
ElRatónSurrealista
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