La frígida y la viciosa

Quizás un 7 de nota pueda parecer excesivo. Esa puntuación la pongo dentro del contexto, es decir, las películas eróticas de los años 80. Con tan solo tres personajes, se crea una historia coherente, entretenida y morbosa. No es una comedia, así que no hay excusas tontas para mostrar un pecho. La trama cuenta cómo se crea una relación amorosa y sexual a tres bandas, con un final inquietante.

Sara Mora, con 28 años, estaba para comérsela. Su belleza me fascina, al igual que su sensualidad. El erotismo está en su dosis correcta: ni se queda corto, ni cae en la pornografía explícita.

Si te gusta el género, merece la pena echarle un ojo.

Típico subproducto erótico estrenado en plena efervescencia del destape español y bajo la dirección de uno e sus mejores repesentantes: Carlos Aured,que en su filmografía guarda perlas tan interesantes en su género como “Rl Fontanero,su mujer y otras cosas de meter” (1981) y “El hombre del pito mágico” (1983).

Rodada en cuatro dias y no poca dedicación “La Frígida y la Viciosa”prpone un trío calavera del erotismo de pantorrilla: un matrimonio en crisis en que ella (Andrea Guzón)se dedica a sus labores y él (Alfredo Calles) es arquitecto con demasiadas horas extra a sus espaldas. No tardarán en conocer a una amiguita entregado a los placeres del libertinaje (Sara Mora) que les sacará a relucir todo lo que ansiaban hacer sobre sexo y no se atrevían improvisar ni por disimulo, compartiendo puntos de vista en la cama,en el sofá y otros rincones de su chalé de Madrid.